《No hay amor de él para mi》

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— ¿Se le olvidó mencionar a Sven algo más? —Gruñó el barón sin levantarse de la cama— Además de lo evidente, por supuesto.

HanSol lo miró de soslayo y apenas pudo reprimir una dura réplica, pues el ruido producido por las fuertes y furiosas pisadas de su hermano resonando en el pasillo le habían sacado de un placentero sueño. Fuese lo que fuese lo que le había puesto de aquel humor, probablemente tuviese que ver con el hecho de que, en lo que tendría que haber sido su noche de bodas, JiSoo ocupaba las precipitadamente restauradas estancias de lord JeongSeo... solo. Mientras que lord JeongHan todavía se encontraba en sus virginales aposentos, en el lugar más alejado del castillo.

Aunque de esto último no estaba muy seguro y tampoco se atrevía a hablar de ello.

Al parecer la noche de bodas había sido de todo menos exitosa. No sólo había terminado pronto, sino que había dejado a JiSoo en un feroz estado de ánimo. HanSol había escuchado a su hermano caminar de un lado para otro en la estancia contigua durante mucho tiempo, antes de oír el ruido de algo metálico golpeando la pared con violencia.

Siéndole imposible dormir a él también, había decidido ir a informar a su señor de lo que había podido averiguar en la fortaleza.

—Las gentes del castillo aprecian a SeungCheol y a algunos de sus hombres, pero no a los reevers —le explicó—. Al parecer no son más que unos salvajes sanguinarios.

—Eso no es nuevo —replicó JiSoo.

—El escocés y sus seguidores llegarán a Carlysle Menor mañana.

JiSoo no se mostró muy satisfecho con esa otra noticia.

—Maldita sea —se impacientó—. ¿Por qué no me dices algo que no sepa?

—Lo único que puedo decirte en este momento es que te vendría bien hacer una visita a JiHoon —apuntó HanSol con cuidado.

— ¿Es tan obvio lo que me pasa? —preguntó el barón con una sonrisa pesarosa y un brillo irónico en la mirada.

HanSol soltó una carcajada y señaló hacia la manta que no cubría del todo a su hermano.

—Lo cierto es que nunca te había visto así —contestó—. Debes haberle dado un susto de muerte a tu esposo. Ve con tu amante de una vez y mañana estarás de mejor humor.

—No tengo ningún deseo de estar con otra persona que también se haya acostado con SeungCheol —le interrumpió JiSoo con brusquedad.

— ¿Otra? —La sonrisa de HanSol se desvaneció—. ¿Es cierto? ¿Lord JeongHan fue el amante de SeungCheol?

—No hay modo de saberlo con certeza. —Admitió el barón con un violento gesto de la mano—. Aunque él jura que no.

El gruñido su hermano indicó su escepticismo.

—Sí —asintió JiSoo mordaz—. Yo tampoco creo que mi esposo admita nunca haber tenido algún amante.

— ¿Así que dejas que duerma solo?

—Sólo hasta estar seguro de que no está embarazado.

HanSol hizo una mueca antes de hablar.

—Me gustaría pedirte un favor.

Una de las cejas del barón se levantó en silenciosa pregunta.

—Envíame de nuevo a Tierra Santa —le pidió HanSol.

— ¿Cómo?

—Será menos difícil que estar a tu lado mientras esperas.

JiSoo frunció el ceño.

Indómito《JiHan》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora