[7u7r]
Siguiendo la costumbre que había adquirido desde hacía tres días, cuando habían sido atacados durante la cacería, JiSoo observó sus tierras a la caída del sol desde la torre más alta del castillo.
Aquella estratégica posición le permitía ver la espesa niebla que cubría el pantano y los ríos, las faldas de una montaña donde se perfilaban las siluetas de robles ya verdes, el oscuro perfil de las rocosas colinas donde empezaba a esconderse el sol, unas cuantas ovejas perdidas que eran perseguidas por perros para obligarlas a volver al redil, e incluso llegó a distinguir los últimos grupos dispersos de aves que bajaban en espiral hasta el pantano para poder descansar.
Pero no percibió ninguna señal de Choi SeungCheol ni de sus hombres, a pesar de saber que se escondían en algún lugar de sus vastos dominios, agazapados a la espera de poder atacar la fortaleza.
De pronto, su concentración se rompió al escuchar unos pasos provenientes de la torre más cercana. Conocía muy bien ese sonido y no tuvo que volver la mirada para ver de quién se trataba.
—Bonita tarde —comentó HanSol.
La única respuesta que recibió de JiSoo fue una maldición entre dientes.
—Puede que no sea tan bonita —se burló HanSol.
El barón volvió a gruñir.
—De pésimo humor, ¿quizás? —sugirió irónicamente HanSol.
JiSoo se limitó a dedicarle una peligrosa mirada de soslayo.
—Tengo nuevas noticias sobre tus caballeros —dijo entonces su hermano con voz grave, consiguiendo por fin la atención del barón.
— ¿Dónde están?
—Si no hay más tormentas, a nueve días de aquí. Los caminos estaban tan llenos de barro que ha sido imposible empezar el viaje hasta hoy.
— ¡Maldita sea! —siseó JiSoo entre dientes.
—Podrías ordenar a tu ejército que se adelantara, dejando que los sirvientes custodien los animales de carga.
—Sería una temeridad y lo sabes; tanto los sirvientes como mis bienes estarían indefensos ante los reevers.
—Ojalá hubiéramos encontrado ya a esos bastardos —deseó HanSol apretando los puños.
—SeungCheol nunca se arriesgará a que eso ocurra. Sus hombres no están bien adiestrados y es consciente de que perdería en una batalla a campo abierto.
—Sven también piensa como tú.
Al escuchar aquello, JiSoo se giró para mirar fijamente a su hermano.
— ¿Ya ha vuelto?
HanSol asintió.
—Ordénale que se presente ante mí.
Justo en ese momento, un hombre apareció en el umbral de la torre. Sus suaves botas de piel no hicieron ningún ruido al caminar sobre la piedra; fundirse con cualquier cosa que lo rodease era una de las extrañas habilidades de Sven, además de parecer calmado en cualquier ocasión por difícil que fuera.
— ¿Has cenado? —le preguntó JiSoo.
—Sí —contestó Sven en voz baja—. Barón, no tengo mucho tiempo. Necesito estar de vuelta muy pronto en Carlysle Manor para ocuparme de mis rebaños.
Imaginarse a un guerrero tan temible como Sven cuidando de unas ovejas, hizo que los labios de JiSoo se elevaran en una sonrisa irónica.
— ¿Te has enterado de algo nuevo?
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Indómito《JiHan》
FanfictionEl peligroso y enigmático Hong JiSoo regresa a Inglaterra colmado de gloria y riquezas obtenidas en las Cruzadas, para reclamar su recompensa: su prometido sajón que le ha sido destinado por el rey. Sin embargo, el lord Yoon JeongHan, atrapado en un...