Min Yoongi, de 29 años, se sienta a escribir los votos para su boda. La inspiración es difícil de encontrar, y una sugerencia (no tan) sutil de su mejor amigo, Kim Taehyung, abre una puerta a su pasado y se da cuenta de que nunca se cerró realmente...
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-Joder idiota.
Yoongi sonrió, dejando escapar un suspiro que parecía contener por casi diez días.
-En serio- escupió la voz por teléfono- ¿Cuál es tu puto problema?
-Encantado de hablar contigo, Tae.
Taehyung suspiró con fastidio- Hoseok me dijo que lo volviste loco estos días. ¿Cuál es tu problema?
Yoongi presionó sus dedos en sus ojos y dejó escapar un suspiro. Eran cerca de las ocho de la noche y Jin estaba atrapado en la ciudad. Había comido patéticamente una pizza sobrante y bebió cinco cervezas para sentirse mejor cuando Taehyung llamó.
Había sido dado de alta del hospital solo dos días antes, después de una complicación con los sedantes. Yoongi había sollozado por teléfono cuando Hoseok había contado los acontecimientos con voz temblorosa y quebrada. Cómo Taehyung había estado somnoliento durante tres días seguidos, y cómo su voz se quebrada cuando Hoseok le tomaba la mano. La convulsión que lo acompaño había cambiado todo, y Yoongi no podía soportar escuchar cómo Hoseok había visto a los doctores revivir el cuerpo de Taehyung.
-Ahora- susurró Yoongi- Ahora estás bien. No estabas bien hace una semana, y tampoco estabas bien antes de eso.
-Que mierda sucede, hyung. Ahora saben que no me tienen que inyectar doxepin. No sé por qué lo hicieron, considerando que es un tricíclico, y deberían haber usado una benzodiazepina como serepax. Y se hacen llamar médicos...
Yoongi se frotó las sienes, cerró los ojos con fuerza- ¿Puedes callarte?- Preguntó con cansancio.
-Estoy bien- Taehyung gimió- Estoy en casa y Hoseok lleva puesto un lindo delantal mientras atiende todos mis caprichos; es impresionante.
-¡Cállate, Taehyung!- Dijo Yoongi enojado- No puedes llamarme y actuar molesto por mi preocupación. ¡No puedes minimizarlo y tratarme como una madre preocupada cuando soy parte de tu vida desde siempre!
-Bien.
-¿Sabes lo asustado que estaba?- Demandó Yoongi- ¿Qué tan preocupado estaba cuando Hoseok me llamó por primera vez para decirme que estabas en el hospital? Nunca he sentido miedo así. ¿Y saber que no saldrías de la sedación de inmediato? ¿Y luego la maldita convulsión? ¡No tienes derecho a llamarme y actuar como si mi preocupación fuera una inconveniencia!
Yoongi no era consciente de que estaba gritando, no podía oír nada más que el sonido de la sangre corriendo en sus oídos y el latido rápido y palpitante de su corazón. Pero tan pronto como él estuvo callado; tan pronto como estaba jadeando, la ira era palpable, y deseaba con toda su alma, poder gritarle a Taehyung en persona.
-Lo siento, Hyung.
-No, no lo sientas- insistió Yoongi- Porque no tomas esta mierda en serio, Taehyung. ¡Podrías haber muerto! Probablemente lo harías si Hoseok no estuviera allí contigo. Él salvó tu maldita vida, ¿y tú me llamas por teléfono y haces que parezca nada?
Yoongi suspiró suavemente- No estás bien, ¿o sí?
Yoongi soltó una risa dolorida que sonó como un sollozo- No, realmente no lo estoy.
Por primera vez desde los exámenes de la universidad, quería un cigarrillo. Quería una inyección de energizante o un duro golpe en la cara para noquearlo, para escapar del miedo en el que había estado viviendo los últimos diez días. Consideró seriamente buscar un negocio para comprar un paquete de cigarrillos, pero se dio cuenta de que no estaba en condiciones de aventurarse fuera del apartamento.
Había estado bastante aislado desde que Taehyung se había enfermado, y se había desviado de las numerosas ofertas de Jin para llevarlo al estudio y conocer a algunas personas, para ver si podía conseguir algo de trabajo. Su cabeza no estaba en él, y él estaba distraído todo el tiempo pensando en Taehyung.
-Lo siento- dijo Taehyung en voz baja- Es solo que... no me gusta armar un escándalo.
-Lo sé- murmuró Yoongi- Pero se necesita un alboroto, esta vez. ¿Lo entiendes, sí?
-Sí- suspiró Taehyung- Pero yo solo... me siento como una carga. Estás en Los Ángeles con Jin, finalmente, y sé cuánta mierda tomas a bordo cuando no estoy bien. No quiero darte una razón para querer volver.
Yoongi suspiró, colgado contra la pared junto al baño. Estaba agotado, inseguro de cómo se las arreglaba para funcionar dado que no había estado durmiendo bien. Jin intentó ayudar, realmente lo hizo, pero no había nada que él pudiera hacer. Nada se sentiría mejor hasta que Yoongi escuchara la voz de Taehyung, y ahora, parecía que empeoraba las cosas.
-Cuéntame sobre Los Ángeles- insistió Taehyung en voz baja- ¿Ya conociste a Bruno Mars? ¿Saliste en las revistas con Jin Hyung? ¿Estas haciendo música con él?
Yoongi presionó sus ojos cerrados y presionó su frente contra su rodilla- No es así, Tae.
-Te has ido hace un mes- señaló Taehyung- Ohhh ¿estás pasando todo tu tiempo en la cama con Jin Hyung?
Yoongi había estado tan preocupado durante los últimos diez días que todo lo que había querido de Jin era consuelo. No estaba en el estado de ánimo adecuado para el sexo.
-No es así- repitió Yoongi en voz baja.
Taehyung hizo un sonido suave- No es lo que pensaste, ¿verdad?
Yoongi suspiró cansadamente-Realmente no es así. Lo amo, sabes que sí, y sé que me ama, pero...
-El amor no siempre es suficiente- murmuró Taehyung en voz baja.
-No sé si soy suficiente- suspiró Yoongi- Él es increíble, siempre lo ha sido. Pero no es lo mismo que cuando éramos más jóvenes. Él es tan increíble, Tae. Algunos días se va a trabajar con sus jeans ajustados y sus camisetas tres tallas extras y él es el Jin que recuerdo, pero a veces se pone esos trajes de tres piezas Armani, y se va todo el día a una reunión de contrato de producción con abogados y clientes y ese es el Jin que no conozco... El Jin en el que se ha convertido en los últimos ocho años.
-Tú también has cambiado, Hyung- señaló Taehyung- Sería una locura pensar que las cosas serían como eran cuando tenías veintiún años.
-Lo sé, y no esperaba eso- dijo Yoongi-Pero estoy tan fuera de mi alcance aquí. Estoy acostumbrado a tener un propósito, tener amigos y salir. Solo me siento extraño, porque no sé a dónde voy.
-No vuelvas a casa- dijo Taehyung apasionadamente- No huyas de nuevo, Min Yoongi. Porque patearé tu pálido trasero tan pronto como te vea.
Yoongi suspiró.
-Pero- dijo Taehyung, reflejando su suspiro- Te quedarás con él, ¿no?
Yoongi abrió la boca, pero no supo qué decir.
-Hyung- dijo Taehyung en voz baja- Dilo.
Yoongi podía sentir las lágrimas que le quemaban los ojos mientras exhalaba un suspiro- Creo que tengo que volver a casa.
-¿Gi?- Jin se aclaró la garganta.
Yoongi alzó la vista hacia unos ojos marrones que mostraban dolor en ellos, y sintió que la última resolución se desmoronaba mientras las lágrimas resbalaban por sus mejillas.
Hola!!!! Como están?? Espero que muy bien 🙆 Que les pareció el capítulo??? Preparad@s para el siguiente?? 😅 Gracias por el gran apoyo y perdón si ven algún error 🙏 Besos voladores 😘😘😘
