Min Yoongi, de 29 años, se sienta a escribir los votos para su boda. La inspiración es difícil de encontrar, y una sugerencia (no tan) sutil de su mejor amigo, Kim Taehyung, abre una puerta a su pasado y se da cuenta de que nunca se cerró realmente...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-Entonces, Yoongi. ¿Planeas casarte con mi hijo?
Yoongi se atragantó, su tenedor cayó ruidosamente sobre su plato mientras jadeaba por el delicioso pollo asado que intentaba matarlo. Sintió que su cara se ponía roja, sintió las suave palmaditas en la espalda de Jin, y podía sentir a los familiares de su novio mirándolo, esperando su respuesta.
-Mamá- Jin suspiró suavemente, cortando el tenso silencio que siguió a la pregunta de la señora Kim.
Ella sonrió inocentemente, levantando su copa de vino de la mesa y tomó un sorbo delicado.
-Oh, relájate, cariño- sonrió- Yoongi ya sabe cuándo estoy bromeando.
Ella tenía razón.
Él podría decir cuando estaba bromeando. Había pasado tanto tiempo con la familia Kim como lo había hecho con la suya hasta la secundaria. Se habían sentado alrededor de la misma mesa del comedor en innumerables ocasiones, conversando sobre la escuela, el futuro y su relación, y Yoongi sabía que nunca olvidaría la vez en que la señora Kim compró condones y habló sobre el sexo seguro frente a toda la familia.
Así que sí, Yoongi la conocía bastante bien.
También sabía que ella no estaba bromeando cuando hizo su pregunta.
Su mirada atrapó la de ella y ella le guiñó un ojo, y sintió que se le encogía el estómago de ansiedad. No era una pregunta que él quisiera responder. No después de solo tres meses de estar de vuelta con Jin, y especialmente no con el signo de interrogación gigante de LA colgando sobre sus cabezas.
BigHit estaba avanzando internacionalmente, y Jin estaba ocupado juntando todo. Había estimado estar de vuelta en Los Ángeles a principios de marzo, pero esa fecha había pasado dos semanas antes, y en cambio se estaba sumergiendo por completo en la gigantesca tarea que se había convertido en la expansión de su compañía.
Y Yoongi no podría estar más encantado.
Las vacaciones escolares habían terminado y él había vuelto al trabajo con un vigor renovado, arrojándose a sus alumnos y su plan de estudios, y descubriendo que la recompensa por esforzarse tanto valía las últimas noches que pasaba pensando en nuevas formas de involucrar a su estudiantes.
El hecho de que Jin estaba allí, dormido en su cama justo al final del pasillo, tenía el ánimo de Yoongi en alto. No importaba cuán tarde fuera su noche, él estaba arrastrándose junto a su mejor amigo y amante, y nada podía vencer eso.
Pero ahora la señora Kim estaba enfocando algo que parecía demasiado pronto para contemplarlo.
-Bueno, ¿voy a ver a otro de mis hijos convertirse en un esposo o qué?
Yoongi sabía que la insinuación oculta en sus palabras estaba dirigida a Jungkook. Ella había estado hablando con el muchacho durante mucho tiempo para que le proponga matrimonio a su novio de mucho tiempo, Jimin, pero él era terco y se rehusaba a dejar que su madre lo empujara.
