Min Yoongi, de 29 años, se sienta a escribir los votos para su boda. La inspiración es difícil de encontrar, y una sugerencia (no tan) sutil de su mejor amigo, Kim Taehyung, abre una puerta a su pasado y se da cuenta de que nunca se cerró realmente...
Gracias infinitas!!!! Lxs quiero mucho ❤ El epílogo mañana 😌 I Purple You 💜💜💜
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Yoongi siempre supo que iba a proponerle matrimonio a Jin. Lo había sabido la mayor parte de su vida, y aún más durante los últimos dieciocho meses. Era solo cuestión de cuándo, y Yoongi realmente no creía que fuera a las dos de la mañana después de la boda de Taehyung y Hoseok.
Cuando tuvo que llevar a Jin arriba e insistir en que podían arreglarlo todo por la mañana, eligiendo en su lugar tomar una ducha caliente intercambiando besos lentos y apasionados antes de salir y meterse a la cama.
Yoongi se había vestido primero, saliendo a su dormitorio para doblar las sábanas en su cama, viendo las velas apagadas en la cómoda. A Yoongi no le gustaban las velas, pero Jin había recibido una canasta como regalo de un cliente, y Hoseok había estado muy entusiasmado con la marca, Glasshouse, así que Yoongi pensó que eran buenas. Jin por su parte, sólo las usaba como adorno.
Encontró fósforos en el armario de la sala y encendió las dos velas del tocador, y las que estaban a cada lado de la cama, y se dio cuenta de que ya era hora, iba hacerle la propuesta.
-¿Velas?- Preguntó Jin mientras entraba a la habitación- Te das cuenta de que si nos quedamos dormidos con ellas ardiendo, podríamos quemar la casa.
Yoongi sonrió.
-Me aseguraré de apagarlas después.
-¿Después?- preguntó Jin.
Yoongi buscó su mano y lo arrastró más adentro de la habitación.
Jin colgó la toalla que estaba usando para secar su cabello sobre el cesto de la ropa y levantó una ceja. Estaba vestido con un pantalón de chándal de Yoongi y una camiseta que decía "I ❤ Malta" recuerdo de las mini vacaciones que habían tomado en aquel lugar. Estaba confundido, húmedo y hermoso, y Yoongi quería casarse con él.
-¿Yoongi?
-Hola- murmuró Yoongi, tirando de Jin para poner sus manos sobre su espalda baja- ¿Sabes cuánto te amo?
Jin pasó sus manos por los brazos desnudos de Yoongi para descansar sobre sus hombros.
-Tengo una idea.
El hombre pálido sonrió.
-Bien, porque no tengo tiempo para decírtelo. No quiero hablar de todas las razones por las que estoy haciendo esto, porque podemos hacer eso en nuestros votos...
Jin frunció el ceño.
-Mierda, Jin- Yoongi se rió suavemente, moviendo sus manos para agarrar sus caderas, apretando suavemente antes de soltarlo. Respiró hondo, sintiéndose nervioso de repente, y se dejó caer sobre una rodilla.
-Gi- murmuró Jin, sus ojos se abrieron de par en par- ¿Q-qué estás haciendo?
Yoongi tomó su mano, apretándola suavemente.
-No quiero esperar más. No quiero hacerlo algún día, porque quiero que algún día sea pronto. Ahora, mañana- insistió- No quiero ser solo tu novio nunca más. Quiero darte todo lo que tengo para ti, y quiero ser tu esposo.
-Oh, yo, Dios, mierda- susurró Jin.
-Jin, bebé- susurró Yoongi, inclinándose para presionar su nariz contra el abdomen de Jin- ¿Me harías el idiota más feliz del mundo y te casarias conmigo?
Las manos de Jin se enredaron en su cabello húmedo, rastrillando entre los mechones. Estaba callado, sus palabras perdidas, y Yoongi lo miró para ver si estaba bien.
Podía ver las lágrimas en sus ojos, y la forma en que sus dientes tiraban bruscamente de su labio inferior.
-¿Bebé?
Jin olfateó, soltando una carcajada.
-Jesús, por supuesto, me casaré contigo, Gi.
Yoongi sonrió, acariciando su estómago una vez más.
-Dilo otra vez.
Jin se rió, sus dedos tiraban suavemente de los mechones húmedos del cabello de Yoongi.
-Sí, me casaré contigo y tu estúpido trasero.
-Entonces oficialmente soy el hombre más feliz de la tierra.
Jin pasó sus dedos por el cabello de Yoongi e inclinó la cabeza hacia atrás.
-¿Vas a venir aquí y besarme?
Yoongi alzó la mirada hacia él, en las líneas de la edad en las esquinas de sus ojos, y el cansancio en sus profundos ojos marrones. Su cabello castaño estaba húmedo, sin estilo, un pantalón viejo y arrugado y esa tonta camisa que habían comprado y no habían dejado de usar por unos días porque era tonta y porque era de pareja. Él era real y todo lo que Yoongi siempre había deseado.
-¿Por qué no vienes aquí?- sonrió, tirando de la mano de Jin.
Jin se rió, poniendo los ojos en blanco mientras Yoongi lograba tirar de él hacia la alfombra de felpa color crema.
-¿Estás listo?- preguntó el hombre más bajo suavemente, sus manos se unieron mientras yacían de espaldas, mirando al techo.
Jin le apretó la mano.
-Nunca he estado más preparado, Gi.
Yoongi se giró para mirarlo, y se inclinó para sellar su compromiso con un beso.
