25. Una noche de estrellas.

32.8K 2.3K 143
                                    

Alaska

El campamento ya había oficialmente iniciado, desde un autobús para las personas que iríamos, salió directamente de Whittier con dirección al norte. En total éramos unas 45 personas, los suficientes y muchos eran de la carrera de Física.

Adam me había acompañado hasta mi partida, porque él tenía que salir del pueblo para hacer muchísimas otras cosas, pero me prometió que me vería dentro de poco. Todo el viaje duraba cuatro días y se supone que tenemos un itinerario, pero dudo que lo sigamos al pie de la letra.

Venían 5 instructores que en teoría nos cuidarían, y en el recorrido solo hicimos 3 horas, la mayoría nos la pasamos dormidos puesto que era algo temprano cuando salimos. Y desgraciadamente, no conocía a nadie más que a Marissa, aunque ella tenía ciertas actividades distintas a las mías.

— ¿Por qué tenemos que caminar muchísimo para llegar a la zona de acampar?—le pregunto a Marissa cuando todos vamos cargando nuestras mochilas, ya habíamos perdido demasiado tiempo y era hora de comer.

— Dicen que lo hacen por seguridad, evitar rastreos o algo así, ellos saben lo que hacen, Alaska, no te preocupes, ¡ya hemos llegado!

Todos comienzan a ocupar sus espacios completamente organizados, algunos compartían tiendas, yo no, pero la mía estaba a un lado de la de Marissa. Espero que no haga tanto frío, detestaba tener que cargar más mantas por ser humana y no tener tanto calor corporal.

Al cabo de una hora más, porque sí, fue más difícil de lo que creí levantar una tienda, comenzamos a comer con las cosas que empezaron a preparar, parecía un domingo donde haces un asado con amigos, puesto que la actividad de hoy se había cancelado por la pérdida de tiempo que tuvimos.

Cuando tuve mi comida y me senté frente a mi cabaña por el cansancio, Marissa me acompañó.

— ¿Qué tal las cosas con Adam?

— Pues quiere que me mude con él y yo me niego—ella lanza una carcajada y comienza a comer su carne.

— Es normal que te quiera con él, pronto será proclamado como Alfa y te quiere como apoyo en su casa.

— Eso suena demasiado estúpido, hasta que lo haga por gusto propio, me mudaré.

— ¿Irás al río? Es tiempo libre de aquí a mañana, entonces muchos iremos a nadar o incluso a buscar cosas raras a nuestro alrededor—niego con un gran bocado de arroz en mi boca y dejo el plato en la tierra.

— La verdad es que preferíría quedarme a dormir un rato más, me siento demasiado cansada, ¿tú vas a nadar? El agua debe estar muy fría.

— No lo suficiente para nosotros, es divertido.

Escuchamos unos fuertes golpes en el suelo y cuando dirigimos la mirada hacia el centro donde estaba la comida, vemos dos barriles puestos por los instructores con una gran sonrisa, orgullosos.

— Está bien, chicos, sé que están algo cansados, así que solo por esta ocasión les daremos un poco de cerveza, ¡formen una línea!

— ¿Quieres un vaso?—me pregunta Marissa emocionada levantándose.

— No, gracias—niego con una sonrisa y ella corre a formarse, esperando un vaso de cerveza.

Dejo que todos sigan con lo suyo y me dirijo dentro de mi tienda, cerrando todo y acomodando mis cosas para recostarme.

No tenía ni idea del por qué me sentía demasiado cansada, como si estuviera sofocada, tal vez el cambio de presión me hacía sentirme así. Solo me recosté en mi bolsa de dormir e inmediatamente cerré mis ojos.

ALASKADonde viven las historias. Descúbrelo ahora