27. Terciopelo.

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Alaska

Las cosas en Whittier han ido algo distintas desde que los padres de Adam se fueron. Él se encarga de todo pero al mismo tiempo pone a sus mano derecha al corriente mientras él está en prácticas o en la Universidad, de mi parte, me la he pasado consumida por la carrera y solo llego a dormir a la casa de Adam.

Me parecía demasiado lindo verlo con su chaqueta de la Universidad, aunque sin duda su actitud era diferente, ahora parecía más... oscuro. Sentía que estaba tratando de conquistarme o algo así, incluso me besaba distinto más intenso.

Para cuando terminé mis clases y estaba guardando algunas cosas con Aaron, no pude resistirme a preguntarle el por qué de todo esto, ya que desde la fiesta, la gente me trataba diferente, como con cuidado.

— ¿Por qué todos se comportan como si fuera de cristal?—le pregunté de camino a la cafetería de la biblioteca.

— Porque básicamente eso eres, Alaska. Adam ha dado órdenes de los cuidados que quiere que te den y sí, eres una clase de figura de cristal, ahora tenemos la obligación de protegerte cuando él no esté.

— Eso suena demasiado... primitivo, ¿sabes? Quiero ser tratada por igual y bueno, en ese caso yo quiero preocuparme por los demás también como ellos se preocupan por mí.

— Pues suerte con eso—suelta una carcajada y nos sentamos en una mesa—, pero eso quiere decir que asumes bien tu papel como mujer del Alfa, y a la gente le va a agradar que estés al pendiente de las necesidades de Whittier.

Espero a que pasen un grupo de personas y una vez que siento que tenemos más intimidad, me recargo en la mesa para estar más cerca de él.

— ¿A qué te referías con tiempos rojos en Whittier el día de la ceremonia?—abre más sus ojos y deja su emparedado en la mesa.

— Pues... verás. Los hombres lobo tenemos ciertos comportamientos salvajes porque eso no lo controlamos del todo gracias a los genes de lobo que presentamos, y en las temporadas rojas, que son en verano por la temperatura, comenzamos a ser más violentos, incluso tenemos ataques de otras manadas por lo mismo. En Whittier... Adam se pone más violento y demandante, no me sorprendería que buscara encerrarte o... marcarte.

¿Marcarme? Él lo dijo una vez pero no quise preguntarle a qué se refería.

— ¿Qué es eso de las marcas?

— Es un vínculo que se crea con tu pareja, pero normalmente no es utilizado ya que al tener los dos genes de lobo, ya pueden desarrollar ese vínculo sin necesidad de hacerlo físicamente. Pero dado que tú eres humana y Adam es un Alfa, bueno, es probable que necesite hacerlo "manualmente"—responde lo último haciendo comillas con sus dedos.

— ¿Me tiene que hacer una clase de tatuaje o qué?—no lo comprendía del todo.

— No... tiene que introducir su sangre a tu sistema sanguíneo, esto a veces lo hacen en los laboratorios para que sea más limpio y sin marcas, pero de nuevo, dada tu condición, estoy casi seguro de que Adam querrá dejarte una marca para que seas identificada y bueno, su vínculo le ayudará a estar más unido a ti en cualquier momento.

— ¿Y eso lo hará más... violento?

— Pues digamos que las etapas rojas de Whittier son caracterizadas porque los hombres presentan un aumento en su deseo sexual, lo cual no es malo, pero puede que te asuste el ver cómo Adam cambie, puede tomar actitudes que se relacionan con ello. Por eso son etapas difíciles y eres importante, porque si hay gente asustada, debes de estar dispuesta a ayudar, sobre todo cuando inicien los ataques.

— ¿Crees que sea mejor si me quedo en mi casa para evitar el aumento de... hormonas en Adam?

— Cariño, dudo que puedas escapar de él, tómate todo con calma, él no va a lastimarte.

Dejo que siga comiendo y yo solo apoyo mi rostro en una de mis manos. Sentía que todo esto iba a terminar tragándome.

— Para que me marque, necesitamos, ya sabes, ¿hacer eso?

— Oh—lanza una pequeña risa y limpia las comisuras de su boca—, pues no es necesario, aunque depende mucho de tu reacción, no sé si pueda llegar a dolerte o... gustarte, esa es la sorpresa que enfrentarás cuando decidas hacerlo. 

Eso no me animaba mucho. De hecho, ahora me asustaba más.

Y hablando de miedo, justo venía hacia nosotros alguien que me ha estado asustando desde hace unos días, Adam.

— Y yo aquí me retiro—habla de nuevo Aaron y se levanta rápidamente, chocando los puños con Adam y saliendo de la cafetería.

¿Tenía que dejarnos solos después de todo lo que me dijo?

— Hola, Alaska—me saluda Adam suavemente tomando una silla a mi lado posando sus manos en mis piernas.

— Buen día, Alfa—respondo con burla y él gira los ojos.

— ¿En serio? Tú no tienes que llamarme así y lo sabes, tonta—alzo mis hombros con diversión y él se abre paso para besarme muy lento—, puedes llamarme de otras formas, si eso es lo que quieres.

— ¿Ah si? ¿como qué formas?

— Mmmmm—sigue besándome pero esta vez, muerde mi labio inferior algo fuerte, cosa que me hace soltar un quejido.

— Eso ha dolido, ¿sabes? 

— ¿Tienes algo que hacer mañana por la noche? Es viernes pero... tengo una sorpresa para ti—sube su mochila a la mesa y de ahí saca una caja negra de terciopelo realmente linda.

— ¿Qué es?—pregunto emocionada mirando la caja.

— Ábrela, es para tu sorpresa—me da una sonrisa y yo levanto la tapa de la caja nerviosa por saber qué era.

Oh, mucha tela, ¿qué es?

Voy levantando la prenda y puedo ver que es una capa de un azul muy oscuro, es larga y también parece ser de terciopelo, ¿por qué una capa?

— Eh... no entiendo muy bien lo que está pasando, ¿por qué me has regalado esta capa? Es muy linda pero no lo entiendo, ya no ha nevado en Whittier.

— Tendrás que esperar a mañana, es para tu sorpresa, caperucita.


YA TENEMOS MIL VOTOS, MIL JODIDOS VOTOS, AAAAAAAAH.

Perdón, pero es que nunca había llegado a esa cifra con ninguna de mis historias, y tampoco con resultados tan rápidos y lindos como con esta historia, así que muchas gracias a ustedes por votar, ustedes son las que construyen todas estas maravillas en Wattpad :c 

Así que, gracias, gracias, ¡GRACIAS! Esta historia la subí simplemente para mantener a mi mente ocupada y fuera de una posible depresión y distraer mi ansiedad, y ustedes han convertido esto en algo que ahora disfruto y me tomo como responsabilidad.

Aquí estoy para ustedes, siempre.

ALASKADonde viven las historias. Descúbrelo ahora