Capítulo 01:
El conductor estaba estacionando el auto, visualizó por la ventana una figura reconocida. Rodó sus ojos azules, le pagó al taxista y salió disparada de ahí. No quería verlo, no ahora, por lo menos hasta que comenzará su plan maestro.
— Ámbar — la llamó, hizo una mueca de odio y volteó lentamente.
— ¿Qué querés, Simón? — con fastidio se acercó a él.
— Te ves diferente, tienes un lindo estilo punk — rió, claramente, lo había dicho en el mejor sentido.
— Esto es lo que soy, ¿Te molesta? — arqueó su ceja.
— No, ya te dije que se te ve increíble.
— Aléjate de mí Simón, no querrás salir... — lo miró de arriba hacia abajo con asco, y de repente hizo una media sonrisa —. Lastimado, ¿Verdad?.
— Ámbar... — advirtió.
— Vos mismo lo dijiste, estoy llena de odio — repitió sus propias palabras.
— Este no es el momento, Boni... — lo interrumpió.
— No me vuelvas a decir así, porque te juro que lo lamentarás tanto como yo lo hice al enamorarme de alguien tan... Tan... Cómo vos — escupió como si de veneno se tratase —. Pero vamos, dime, ¿Cuando será el momento de discutir por milésima vez nuestro odio mutuo?.
— ¿Tú me odias? — preguntó incrédulo.
— Es lo que quiero creer — contestó, cruzándose de brazos.
— Ámbar, me pidieron que te acompañe a la mansión — avisó y ella soltó una irónica carcajada —. ¿Qué hay de gracioso en eso?.
— ¿Vos te pensas que le voy a hacer caso a mi abu...? — frenó —. A Alfredo, además, ya no soy una niña — corrigió con dolor al principio, volteó nuevamente y salió disparada de aquel lugar, fue al punto de encuentro con sus cómplices.
Suspiró pesadamente, veía a lo lejos como se marchaba, sus pasos eran firmes y seguros. Había tocado fondo, tenía razón, él estaba equivocado. Pero estaría dispuesto a reparar sus errores, por ella, por aquel amor inevitable que tenía hacia ella desde que se le acercó para una simple canción.
Estaban hablando muy a gusto, esperando a que su mejor amiga llegara por fin al lugar acordado. Era un momento totalmente crucial, sus planes comenzarían, y faltaba solo un integrante para dar marcha.
— Hey, ya vine — anunció la rubia con una sonrisa —. ¿Qué esperan?, ¿No están ansiosos? — se amplió más la sonrisa de ella.
— Claro que sí, ¿Por qué tardaste? — interrogó el italiano.
— Benicio, a mí ni se te ocurra criticarme, que a vos nadie te metió al plan.
— Sin mí, nadie las hubiera recomendado.
— Bueno chicos, basta, vámonos — les tomó la muñeca a ambos para arrastrarlos hasta el Red shark.
Tenían que arreglar los últimos papeleos para poder integrarse al equipo de patinaje, y mañana serían presentados ante todos. Estarían triunfando en la sima, mientras presenciaban como sus enemigos los envidiaban a morir. Solo eso era suficiente para verlos regocijarse en victoria.
— Simón, ¿Dónde está Ámbar? — le preguntó al joven quien había llegado solo —. Mi abuelo te había pedido expresamente que la traigas contigo.
— No me dejó, ¿Ok? — se cruzó de brazos —. Además, no soy un niñero Luna, por favor.
— Tenés razón, discúlpame.
— ¿Y si vamos al Roller?, capaz podemos ver a los chicos antes de la fiesta — ánimo a su mejor amiga.
Podría ser cuestión de tiempo para que los planes se adelantaran.
— Está bien, vamos — tomó su mochila blanca y salió de la mansión junto a él.
— Perfecto, creo que eso es todo — firmó la hoja que estaba enfrente suyo —. Pero, ¿Para qué todo este papeleo?.
— Pues, hay que estar anticipado si tenemos que entrar a una competencia, ¿Comprendes?.
— Muy bien pensado Gary, creo que nos llevaremos excelente junto a las chicas — los cuatro cruzaron miradas cómplices.
— Hay que salir, les mostraré el lugar, especialmente a vos Emilia — dijo el mayor, saliendo de la oficina junto a los adolescentes —. Verán, las cosas se remodelaron un poco, más bien, bastante. Puesto que el escenario se amplió aún más, se ha remodelado la mayoría de las cosas, lo único que quedó igual fue la pista.
— Me gusta esto, parece menos apestoso que antes — comentó la mexicana.
— Tenés razón, conmigo las cosas cambiarán, ustedes tres más el próximo integrante serán mis estrellas — se paró en la entrada del local —. Pero también mis ojos, cualquier cosa indebida espero que me informen. Por cierto, mañana mismo se harán pruebas para entrar al equipo, solo el mejor entrará. En lo posible será hombre para que sea parejo.
— Ajá, Pero no pretendes meter a uno de los chicos que integran la banda, ¿Verdad? — se anticipó la rubia, definitivamente no iba a permitir que Simón participara, a toda costa.
— Los que integran la banda dudo que quieran probar entrar, pero si lo intentan créeme que les buscaré un defecto, tengo otras cosas planeadas para ellos — le dijo con suma seguridad.
Gary divisó a lo lejos como todos empezaban a sospechar de sus invitados especiales, decidió anticipar la noticia. Sería un banquete para él ver a Juliana boquiabierta, dejarla sin palabras es lo único que quiere en este momento. Además ya tenía asegurado el respeto de los tres jóvenes.
Ya no hay claroscuro, solo oscuridad.
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Claroscuro©
Fanfiction»¿Qué hay de malo en ser mala si el mundo está mal? » Después de la competencia todos vuelven a Buenos Aires, incluso los que no deberían como Emilia y Benicio. Los cuales serán cómplices de una de nuestros protagonistas, los tres plantearán un nu...