Capítulo final:
— Antes de pensar en tus sueños solamente Luna, pensa en las metas y sueños del resto — le dije a punto de explotar, huyendo hasta el parque más cercano.
Hasta el parque que desató todos mis males. El sonido del agua retumbaba en mis oídos, escuchaba a los pájaros y las pocas personas que cuchicheaban. Apoyé mis brazos sobre la baranda, no pude evitar que unas lágrimas se deslizaran por mis mejillas. Escuché unos pasos acelerados acercándose a mí, giré mi cabeza y me encontré con él.
— Ámbar — mencionó —. No era nuestra intención.
— Ya lo sé, no necesito tus sermones Simón, soy grande ya — alcé mis ojos —. Te pido por favor que me dejes sola, quiero pensar en mi vida por un momento.
— Siempre lo haces.
— ¿Hacer qué? — contesté con desdén —. ¿Estar sola? ¿Alejarme de vos? ¿Qué, Simón?.
— Eso exactamente, alejarte de mí.
— Lo hago para beneficio de ambos, y lo sabes — volteé —. No puedo creer como siempre irás corriendo tras Luna, y yo acá muerta de amor por vos.
— Tu no me aceptaste en mí declaración.
— Simón, no me mientas — lo miré con odio —. ¿Crees que soy tonta o qué?, te ví besarla, y sus acercamientos. Simón, si todo eso no hubiese pasado, yo ahora estaría besándote — solté de repente, me sonrojé.
— Ámbar, estoy loco por ti...
— Y yo de vos, me cuesta aceptarlo, pero es así — me acerqué a él —. Pero nosotros no podemos estar juntos, ya lo intentamos no funcionó, ¿Querés lastimarme más? ¿En serio?.
— Vamos bonita, te lo suplico, dame una oportunidad — bajé la mirada —. No, no... — susurró y tomó mi rostro entre sus manos.
— No soy más esa chica, te lo dije, ésta nueva Ámbar no perdona más, no vuelve a ser frágil — le dije alejándome de él a la misma vez que lo empujaba.
— Por favor, te lo ruego, sin ti... — tragó fuerte —. Se...
— Se repite la misma historia, ¿Verdad? — sonreí falsamente —. ¿Quién es el que llora ahora? ¿Quién es el que se lamenta ahora? ¿Quién quiere demostrarle que cambió al otro? ¿Sos vos o soy yo? — mordí mi labio —. Te lo recomiendo, enamórate de otra persona, porque vos y yo — nos señalé — nunca más.
— Perdón, no, yo...
— Es un final abierto, quién lo diría, tantas cosas y ¿para qué? — miré al río, mientras colocaba un mechón detrás de mi oreja —. Siempre terminaremos en el mismo punto, acá, solos.
— Perdón.
— No importa, el viento se llevará las cenizas del fuego que llevaba por dentro, y con eso, una historia que nunca será recordada — mis ojos se cristalizaron —. Arruiné tanto mi vida, que ahora espero la muerte.
— No digas eso.
— Sí Simón, estoy harta de sentir este nudo en mi garganta y no poder decir ni hacer nada para cambiar las cosas. Sabiendo que no podré, ya que nadie me creé.
— Yo sí.
— No mientas, no mientas — repetí gritando.
— No miento, bonita — me tomó las manos —. Por favor, perdóname.
— ¡Ya es tarde! — volví a decir.
En un momento rápido, me tomó de la cintura y acercó nuestros rostros, nuestras respiraciones eran agitadas. Nuestras miradas después de mucho tiempo se habían conectado, desvíe mi mirada, me era difícil. No volvería a caer, no lo haría, este sería el final de un amor imposible.
No soy más Claroscuro, soy pura oscuridad. Él tiene que aprender, todos tienen que aprender. Les pagaré con la misma moneda, y Simón, vos fuiste el primero.
— Perdón — dije por última vez, para escapar de él, de sus brazos protectores.
— ¡Simón! — grité despertando de mi sueño.
Entonces me dí cuenta de mi alrededor, seguía en la mansión de Cancún, podía remendar todo. Arreglar las cosas y así poder ser feliz, aunque tengo una duda, ¿Qué hubiera sido si realmente mis padres me hubieran buscado?.
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Claroscuro©
Fanfiction»¿Qué hay de malo en ser mala si el mundo está mal? » Después de la competencia todos vuelven a Buenos Aires, incluso los que no deberían como Emilia y Benicio. Los cuales serán cómplices de una de nuestros protagonistas, los tres plantearán un nu...