Capítulo 03:
- Ámbar, ¿Puedes entenderme a mi también?, esto es tan nuevo para mí también, para mis papás - sus ojos se cargaron de lágrimas -. Oye, y discúlpame si pensas que te estoy "robando" todo - hizo comillas con los dedos -. Te juro que lamentó que seas adoptada, pero... - fue interrumpida.
- No Luna, no hay peros, a mí no me adoptó cualquiera, la que sí me dejo en adopción fue cualquiera. Sharon es mi madre adoptiva, sin embargo, yo... - rodó sus ojos -. Olvídalo, que te hagan la fiesta, total, Alfredo nunca aprenderá. Se repite la historia, ¿No te das cuenta?, A Lily y Sharon las trataste de la misma forma.
- No le reclames a mi abuelo la responsabilidad que tiene sobre ti, porque no eres nada de esta familia - la retó totalmente enfurecida.
- Claro que soy alguien de esta familia nena, soy tu prima, no biológicamente, legalmente lo soy. Ah, pero si pudiera no ser nada de nadie de todos ustedes les juro que apenas tocara territorio argentino, me escapaba y no me veían nunca más - finalizó dicha discusión para subir a la habitación y dar un portazo.
Estaban atónitos todos por la abrupta charla que las jóvenes acaban de tener. Decidieron no volver a tocar el tema, lo mejor hasta el momento, era descansar, el viaje los tenía agotados a todos.
Cada día que pasa yo puedo sentir.
¡Qué mal, qué mal, qué mal, qué mala soy!Entró a su habitación furiosa, sacó de su bolso negro de cuero una lata de pintura del mismo color que éste. Se acercó a pasos rápidos hasta su espejo, y dibujó una cruz enorme en él. Solo significaba algo, no iba a permitir que nadie más la mandara nunca más, no iba a ser jamás el títere de nadie. Ni siquiera su propio reflejo.
Que aunque salga el sol, dentro de mí todo es gris
¡Qué mal, qué mal, qué mal, qué mala soy!
Ya basta de miradas que mienten bondad
Porque en mis tiernos ojos solo hay oscuridad
Es como un hechizo no se puede quebrar
¡Qué mal, qué mal, qué mal!No esperó un solo segundo más, con el mismo objeto, pintó las paredes que tenía a su alrededor con cruces y signos que se le venían a la mente. Al terminar, tiró la lata por ahí.
Nunca deje de dar todo mi veneno
Y yo no tengo límites
Solo el cielo...
Soy sobrenatural, terrenal, pero igual reiré al final...
¡Qué mal, qué mal, qué mal!
Nunca deje de dar todo mi veneno
Y yo no tengo límites
Solo el cielo
Soy sobrenatural, terrenal, pero igual reiré al final...
¡Qué mal, qué mal!
Ya no hay claroscuro, solo oscuridad
¡Qué mal, qué mal, qué mal, qué mala soy!
Que hay de malo en ser mala cuando el mundo está mal
¡Qué mal, qué mal, qué mal, qué mala soy!
Ya basta de miradas que mienten bondad
Porque en mis tiernos ojos solo hay oscuridad
Es como un hechizo no se puede quebrar
¡Qué mal, qué mal, qué mal!
Nunca deje de dar todo mi veneno
Y yo no tengo límites
Solo el cielo...
Soy sobrenatural, terrenal, pero igual reiré al final...
¡Qué mal, qué mal!Sacó del mismo bolso una lata de pintura, sumergió sus dedos con una sonrisa cínica y divertida. Sus dedos estaban empapados de negro, pero siquiera le molestó, siguió con su propósito. Marcar su territorio, y que sepan todos que el color de rosa dejó de existir hace tiempo en ella.
Nunca deje de dar todo mi veneno
Y yo no tengo límites
Solo el cielo...
Soy sobrenatural, terrenal, pero igual reiré al final...
¡Qué mal, qué mal!
Ya basta de miradas que mienten bondad
Porque en mis tiernos ojos solo hay oscuridad
Es como un hechizo no se puede quebrar
¡Qué mal, qué mal, qué mal!
Nunca deje de dar todo mi veneno
Y yo no tengo límites
Solo el cielo...
Soy sobrenatural, terrenal, pero igual reiré al final...
¡Qué mal, qué mal!
Nunca deje de dar todo mi veneno
Y yo no tengo límites
Solo el cielo...
Soy sobrenatural, terrenal, pero igual reiré al final...
¡Qué mal, qué mal!
¡Qué mal, qué mal!Las paredes se encontraban de punta a punta cubiertas de negro, con signos, rayones o lo que fuese. Había descargado bastante su ira expresándose con la pintura que compró antes de venir a la mansión, se sentía satisfecha, dejó caer todo su peso al piso y sonrió victoriosa. Se sentía bien, demasiado para ser el comienzo del fin.
- ¿Vos crees que deba llamarla a cenar? - le preguntó a su abuelo -. Me siento mal por como le hable.
- Mejor hay que dejarla dormir, debe estar cansada - revolvió el cabello de su pequeña nieta, suspiró pesadamente.
Llena de nada, cargada de rebeldía y furia, pintada de a blanco y negro, con un oscuro presente en mente. Así era Ámbar en estos momentos, y quería permanecer de esa forma hasta que termine toda su revolución en su interior.
« Ya está, que se preparen, van a conocer mi verdadera cara. »
- Malditos traidores, maldita vida - soltó de una, cerró sus ojos con fuerza y mordió su labio.
Despertó asustado, confundido, con curiosidad, todo estaba oscuro. Una sola persona se le vino a la mente, era ella, su pequeña perdición.
- Ámbar... - susurró.
Ya no hay más claroscuro, solo oscuridad.
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Claroscuro©
Fanfiction»¿Qué hay de malo en ser mala si el mundo está mal? » Después de la competencia todos vuelven a Buenos Aires, incluso los que no deberían como Emilia y Benicio. Los cuales serán cómplices de una de nuestros protagonistas, los tres plantearán un nu...