Capítulo 9.

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Noah.

-Vaaaamos... ¡Te lo rueeeegoooo!- la sonrisa que tenía en los labios desde esta mañana muere cuando Mallory comienza a molestarme con una pataleta infantil.

-Mallory, he dicho que no- repito por enésima vez.

-¡Pero es sólo una película! ¡Te lo ruego!- insiste.

-Que no. No me apetece estar dando vueltas después del entrenamiento, salgo muy cansado. Y además, hay que conducir casi una hora en coche- añado.

Ella golpea en repetidas ocasiones los tacones rosa neón contra el suelo, produciendo un "tic-tac" molesto.

-Pero vale la pena- añade, frunciendo el ceño.

-Es únicamente un cine más- replico.

-¡No es sólo un cine más, es el drive-in!- protesta.

-Hay cines aquí también, ¿por qué diablos tenemos que ver una película sentados en un auto incómodos e incluso soportando frío cuando hay dos cines aquí y cuatro en la ciudad vecina?- nunca jamás me convencerá para ir.

Ella infla las mejillas y resopla, intolerante. Viendo su rostro molesto, me doy cuenta que soy un verdadero imbécil.

-Te llevo a almorzar en la playa- intento calmarla, ofreciéndole una alternativa que me beneficie a mi también.

-¿A las playas de Sunville?- aplaude ella, de nuevo feliz.

-Vamos a Sunville- afirmo.

-Pero, incluso, Sunville está lejos, aún más que St. Thomas- me hace notar aún un poco resentida por el rechazo.

-Sí, pero por un buen plato de langosta sí me aguanto una hora en auto- sonrío.

-¿Vamos mañana? Es sábado.

-Está bien.

Ella me da un beso en los labios- ¡Te amo, eres mi príncipe azul!- grita antes de despedirse con una mano mientras se aleja. Igual me despido, sin gana alguna de decirle que la amo.

Entro en la clase de Historia del Arte, cuando la profesora Tucker va precisamente llegando- Señor Ferraro, justo a tiempo.

-Buenos días, profesora- respondo, tomando mi asiento. Noto que Zachary ya está ahí, por lo que le guiño un ojo. Él me sonríe.

-¿Tienen todos listos sus proyectos?- pregunta Tucker, observándonos uno a uno tras sus lentes.

Asiento, mientras que con el rabillo del ojo observo a Maverick lanzar pelotitas de papel llenas de saliva a la nuca de Zach. Raynolds actúa como si nada sucediese pero noto que aprieta los puños en la mesa, haciendo ver los nudillos blancos y dejando ver las venas.

-¿Te pareció divertido salvar aquel maricón, Mano Torcida?- Hunter le susurra tan suave que pienso haber escuchado mal. Zachary permanece sin responder mirando hacia el frente, ignorándolo. La vena que se le nota en la sien late furiosamente- ¿Tú también eres un maricón, Mano Torcida? ¿Por eso defendiste a esa muerdealmohadas histérica de Reed?- continúa Hunter, alternando cada palabra con una pelota de papel.

-¡Ya, párala, Hunter, mierda!- el grito de Zach es áspero. Parece un animal salvaje listo para saltar a la garganta de Maverick para destrozarla.

-¿Es así? ¿También eres un maricón?- la voz de Hunter es burlona, fastidiosa, llena de mofa y maldad.

Zach se gira de prisa y le planta los ojos encima, una mirada espeluznante- Lo siento porque tu diminuta verga se haya adormecido frente a la perspectiva de que hay un mariquita en la escuela, pero te puedo sugerir que no te estanques ahí, pónla a trabajar más, idiota- dispara.

Amor es Amor ® [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora