Epílogo

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Cuando comencé a escribir este libro, no tenía una idea clara de lo que vendría en él. En realidad quería escribir un cuento de unas cien páginas, pero luego, como siempre, me dejé llevar y de un conjunto de ideas sin ton ni son y completamente desconectadas unas de otras, salió algo todavía diferente, porque conmigo es imprescindible: pienso una cosa y escribo otra.

Reconozco que he tratado un tema muy delicado y, como profano probablemente algunas cosas, a quienes están adentro y lo viven en la piel, pueden parecer extrañas, quizás incluso superficiales. En mi defensa puedo decir que he intentado tratar la temática con el mayor respeto (con la gran esperanza de haber completado mi propósito) y esbozar varios puntos de vista. Está lo que pienso y siento en este libro, pero también muchas cosas que he escuchado o que he leído o comentarios hechos por personas que conozco. Lamentablemente el mundo todavía tiene muchas dificultades para abrirse a este tema y, por mucho a mi manera, traté de explicar cómo se sienten las personas de adentro, pero también quienes lo viven de afuera.

Mientras escribía sobre Zach, Noah y Taylor, imaginaba cómo me sentiría en su situación. ¿Qué hubiera hecho? ¿Hubiera tenido miedo? ¿Hubiera tenido coraje? ¿Le hubiera dicho a alguien? ¿Lloraría? ¿Me deprimiría? ¿O estaría enojado? La constante respuesta que siempre salía era que yo tendría un puto miedo. Por lo tanto, traté de esbozar tres personalidades completamente diferentes, también usando algunos clichés sobre los homosexuales tan queridos por los heterosexuales mal pensados, y demostrar tres actitudes diferentes hacia el mismo tema.

Toda esta perorata para decir que espero sinceramente no haberme topado con ninguna opción ofensiva que haya faltado al respeto hacia la comunidad LGBTI+ porque, en realidad, esa no era mi intención. Pero de haber sido así, humildemente les pido disculpas a todos y espero que me perdonen, entendiendo que mi intención fue exactamente la contraria.

También especifico que todos los lugares mencionados con excepción de Los Ángeles y la UCLA, son pura invención mía. Quería tener total libertad para situar mi historia en el contexto que más prefiriera, sin límites. O si en caso tal existiese un algún lugar de Estados Unidos llamado como algunas de las locaciones usadas en la historia, no lo conozco.

Agradecimientos:

A todos los que me han acompañado en este largo viaje y que han disfrutado y sufrido con Zach y Noah, haciéndolos entrar en su corazón. ¡Gracias! <3

Espero que me apoyen en los otros proyectos que estoy armando para sacarlos muy pronto.

Y no crean que este es el final de todo...

Nos leeremos en otra ocasión.

Besos, Cristian Márquez.

Amor es Amor ® [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora