Zachary.
Hoy por primera vez tendré una cita con Taylor. Estoy inquieto y me siento extraño y me parece que lo que hago está un poco incorrecto, porque sigo pensando en Noah, pero es justo para no sentirme completamente equivocado que he ignorado a Noah por varios días. He hablado sólo lo indispensable y casi siempre sin mirarlo a los ojos. Sé que es egoísta e infantil pero me lo tengo que sacar de la cabeza a toda costa. Hasta que no lo haya hecho, no podré comportarme normalmente con él. Mi rostro es un libro abierto y tengo un jodido miedo a que me descubra.
Cuando detengo el auto frente a la casa de Taylor, me sudan las manos. Nunca conduzco porque me da un tremendo fastidio encontrar un sitio donde parquear, pero no quiero salir con Taylor en nuestro pueblo, por lo que he pensado en llevarlo a Sunville a comer en algún lugar y dar un pequeño paseo por la orilla del mar. Sunville está lo suficientemente lejos como para estar seguros de que nadie nos conocerá y que será muy difícil encontrarnos con alguno de nuestros compañeros de escuela.
Le doy un timbrazo al celular y en menos de dos minutos Taylor aparece tras la puerta, corriendo hacia mí con una gran sonrisa, aún con el hematoma ahora color grisáceo sobre el pómulo y una camisa multicolor al punto de llegar a ser cegadora.
Sube en el auto y me saluda con un beso en la mejilla. Miro a los alrededores, presa del pánico por si alguien pudiera haber visto, y él se ríe.
-No es divertido...- murmuro, encendiendo el motor y pisando el acelerador.
-Perdón, es que te ves bastante gracioso cuando estás avergonzado- ríe.
-Sabes que me siento incómodo- replico, adentrándome en la carretera y deteniéndome paulatinamente por una señal de stop al final de la calle. Luego giro a la derecha.
-Lo sé, lo sé... Trataré de no volver a hacerlo, aunque no puedo asegurártelo- dice, guiñándome un ojo con una mirada pícara.
Lo miro de lado pero decido no prestarle atención y tomarlo como una broma. Tomarlo en serio sólo me pondría el triple de nervioso, y debo tener en cuenta también que tengo que conducir.
-¿A dónde vamos?- me pregunta él un poco después, interrumpiendo el silencio y superando el zumbido del motor del auto de mi padre. Es un último modelo de no sé qué marca. Realmente no entiendo un chorizo de autos.
-¡A Sunville!
-¿Sunville?- pregunta él con curiosidad.
-Sí, he pensado que sería un excelente lugar para nuestro primera cita- ¡Mentira! De nuevo.
-No me gusta el pescado, Zach- me informa.
Me encojo de hombros- No sólo hay restaurantes de peces en Sunville.
-¡Pero está sobre el mar!
-¿Y eso qué? Entonces ¿Los que viven sobre el nivel del mar no comen carne de cerdo o vaca?
Él ríe- Imagino que no.
-Ya verás.
Cuando llegamos a Sunville, Taylor ya ha buscado en internet un buen restaurante de carne y nos dirigimos directamente allí. Es bello, con una terraza que da directamente al mar y visto que es la hora de almorzar y que hay un excelente aire fresco y salado, decidimos sentarnos ahí y comer afuera.
Me coloco los lentes de sol negros y Taylor me observa fijamente.
-¿Qué pasa?- pregunto con vergüenza.
-Nunca te había visto con gafas de sol... Te queda bien. Te ves cool.
Me ruborizo aún más- Gracias...- digo entre dientes.
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Amor es Amor ® [COMPLETA]
Ficção AdolescenteZachary Raynolds es un estudiante de último grado de la secundaria con amor por la Historia del Arte. Su mejor amiga es Aspyn, todos creen que es su novia porque nadie sabe la verdad. Noah Ferraro es el campeón y capitán del equipo de basquet de la...