Dating with style(s)

Capítulo 19.

El viaje fue largo, aproximadamente 10 horas, pero por fin estamos en Londres. Los chicos son muy amigables y amistosos, descubrí que les gusta molestar a Harry con cualquier comentario pervertido que me involucre.

Ahora Harry conducía a lo que sería nuestro apartamento. El coche paró en una casa no muy grande, pero para mi lo era. Harry bajó primero para después rodear el coche y abrirme la puerta. Tomó mi mano y caminamos hacía la puerta.

—Bienvenida a casa, cariño.- dijo tomándome de la cintura.— ¿Qué te parece?.

— Es muy bonita y grande, Harry. - admití.— ¿No dijiste que era un apartamento?- lo miré atentamente. 

—Mm...- se quedó pensativo.— ¿Sabes?, dejemoslo así.- se encogió de hombres.

Observé detenidamente la casa. Era muy lujosa para tan solo un chico de 20 años, pero es parte de la fama y el dinero. La habitación principal tenía una plasma, sofás de cuero blanco, una mesita en medio de la habitación de madera. La casa también estaba adornada con cuadros del siglo XIX, eran cosas antiguas, por lo que leía en las revistas de chismes a Harry le gusta coleccionar cosas antiguas y valiosas.

Una repisa repleta de fotos llamó mi atención. Tomé de nuevo la mano de Harry y comencé a caminar hacía ella.

—¿Puedo ver esto?. - le pregunté antes de acercarme mucho.

—Claro, cariño, lo que sea.

Mi vista se centro en una foto donde estaba un pequeño Hazza  sonriente con una chica un poco mayor que el comiendo un helado, supuse que era Gemma, su hermana. Solté su mano y tomé el marco de madera café sobre la repisa. 

—Ella es Gemma, ¿cierto?.- quería aclarar mi duda.

—Sí.- respondió. —¿Cómo lo sabías?.- se apoyó en el la pared. 

Me miró por unos segundos y después pareció comprender. 

—Oh, cierto.- dijo divertido.—Eres una fan.

—Oye, no es gracioso.- golpee su hombro. —No tiene nada de malo que tu novia se fan de One Direction.

—Es que es muy raro.- admitió y después sonrió. 

—Ven.- tomó mi mano y caminamos hacía las escaleras. —Veamos donde dormiremos..- me besó dulcemente en los labios.— ¿Esta bien?. 

Asentí. 

Subimos al segundo piso. La primera habitación tenía una puerta blanca, supuse que era la habitación de Harry. Tomó el pomo y lo giró, dejando así, la puerta totalmente abierta; la habitación tenia una cama matrimonial cubierta con un edredón negro con pequeñas figuras raras de color blanco. Había otra puerta, esta igual que la primera, era el baño.

—¿Qué tal?. - se tumbó sobre la cama.—¿Te gusta?.

— Me fascina.- me tumbé a su lado.—¿Aquí dormiremos?.

— En efecto, cariño.- se acomodó de lado para verme y sonreír. 

—¿Sabes?, amo cuando me dices así.- confesé. 

—Amo cuando me dices Hazza.- fue su turno de confesar.—Te quiero, _______.-  se estiró un poco para besar mi mejilla. 

—Yo más, Hazza.