Shesadak

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Algo en mi hace que me emocioné, le hago una señal a Connor y este me entiende, para cuando Barone manda a buscarlas yo ya me fui, pierdo a Connor, tengo que hacerlo yo sola, cuando se entere Barone no estará muy contento.

Ya no están dentro de casa así que me adentro al bosque que está alrededor de la casa. Veo a alguien moverse y lo sigo, son ellas, no puedo evitar sonreír Dante tiene razón; soy una loca con suerte. Tomo a la pequeña y le tapó la boca para que no grite, Marien me va a atacar pero le hago una señal de que pare.

—Shhhh las voy a ayudar... —digo y está asiente—. Barone las quiere matar —me miran espantadas—. Las va a envenenar con la comida. Los documentos de los que hablaste no están, los han robado.

—Pero no sé nada más. Les dije todo.

—Lo sé y por eso las voy a ayudar —suelto a Katlin—. Le hice una promesa a esta pequeña y la voy a cumplir, ¿recuerdas que te dije que iba a ayudar a quien fuera inocente? —asiente—. Pues esto es lo que aremos, escuchen;

>>Las voy a llevar a la casa, pensarán que los ayudaré en esto, si las dejo ir ahora no tardarán en encontrarlas ya sea Barone o quien estaba con su esposo. Les darán la comida y pedirá que se larguen, que nadie se quede dentro de la habitación, después se irán al baño y trituraran la comida con un zapato, posteriormente lo desechan por el inodoro y la bebida por el fregadero, no la toquen y quién le vaya a triturar use un trapo mojado tapando la nariz y su boca, hay muchas maneras de envenenar a alguien así que cuando acaben laven sus manos... —sólo me miran y asienten por lo tanto continuo;

—Inmediatamente dejarán los platos y charolas en el tocador o en el piso, simularán que se han ido a dormir, pasada la media noche iré a su cuarto para ayudarlas a salir de aquí, ese tiempo que me van a dar de aquí a la medianoche me encargaré de conseguirles un lugar donde dormir. De una vez les digo que será lejos, no las puedo mantener cerca pero estarán seguras, les crearé una cuenta y les daré la clave y número de ella para que puedan mantenerse, también les dejaré mi número por si necesitan algo más. ¿Alguna duda? —pregunto y niegan.

Antes de avanzar vuelvo a hablar:

—Está bien, no digan nada y actúen como si quisieran matarme.

—¿Por qué haces esto? —pregunta Emma.

—Porqué sólo son las víctimas en este juego, además de que nos ayudaron, es como su recompensa —hice una mueca—. Y ya te dije, siempre cumplo una promesa.

Sin decir más las llevo rumbo a la casa.
Al entrar todos vienen a por ellas pero los alejo.

—Cállense y quítense del medio —digo firme.

Llegamos hasta Barone, las llevo a una habitación que esté cerca de la mía, llamo a un guardia para que vigile en lo que voy por una llave para encerrarlas.
En el camino me encontré a Barone con los demás detrás.

—Has lo que quieras pero que la pequeña no se dé cuenta, creo que envenenarlas es tu mejor opción —digo relajada.

—Perfecto. Hoy lo hago y que recojan los cuerpos.

—¡Hey! hoy tenemos que ir al club —protesta Dante y los Guerra asienten.

—No hay problema, mañana antes del amanecer se pueden llevar los cuerpos, lo importante es que estén muertas esta noche. —digo impaciente.

—Eso haremos —dice tajante Kirgyakos.

—Bien, las encierro y le dejo la llave al guardia para cuando suban la comida. Connor, mañana terminamos con las chicas, voy a dormir me duele la cabeza.

NO TODO ES LO QUE PARECEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora