NO TODO ES LO QUE PARECE

1.2

Llevo 30 minutos viendo las entregas de esta semana y lo que mandarán de Italia, estaba a punto de leer una carpeta con mi nombre cuando llega Ethan acompañado de Gabriel.

—Antes de que leas eso tenemos que hablar —la forma en que lo dice hace que centre toda mi atención en ellos.

—Primero recuerda el objetivo por el que estamos aquí —comienza diciendo Gabriel pero no contesto sólo los observo.

—Bien..... —al parecer es el turno de Ethan—. Ya tenemos la nueva pista de donde esta, pero esta vez es más complicado... —toma la carpeta y me señala un mapa que estaba dentro de ella—. Aquí es donde se ubica la empresa de los Barone, ahí es donde está un empleado de Rodríguez; que hasta donde sabemos él la tiene, por lo tanto si entramos a la compañía podemos capturarlo, traerlo aquí y hacer que hable.

Estoy procesando toda la información y me limito a observar.

—Y aquí la parte que no te va a gustar; la única manera de entrar es trabajar ahí, lo mejor en nuestro caso sería entrar como socios de la empresa, así mantenemos alejado a Reydmon pero en contacto con el hombre de Rodriguez y nos podremos enterar de cualquier movimiento que hagan.

A pesar de todo, su plan es inteligente, pero no creo que Barone lo ponga fácil.

—Pero... —odio esa palabra—. Tú te tienes que mantener fuera de esto —terminó Gabriel al ver que Ethan no continuaba.

Esperé para saber si era una broma, me dediqué a mirarlos con advertencia. Al no tener respuesta me decidí por hablar:

—Estoy molesta, no me dijiste esto en cuanto lo supiste, aún así me agrada tu idea, sólo no estoy de acuerdo en mantenerme fuera de esto —termino viéndolo a los ojos.

—Es lo mejor —habla Gabriel.

—Hace cuatro años por cuestiones estratégicas hiciste que todos pensaran que yo era quien manejaba esto, soy quien da las órdenes, sea parte de un plan o no eso es lo que hago. Así que escuchame bien, no estaré fuera de esto. Eras el líder, no sé qué diablos pasó que en cuanto llegamos a Rusia me pediste estar en tu lugar.

—Tú lo dijiste; estrategia, sólo eso —responde Ethan —. Detrás de la pancarta soy yo quien sigue dando las órdenes así que esto va a pasar:

»Mañana a primera hora mandaré el aviso a Marck para que me respalde con una cantidad de dinero que no puedan rechazar y me presentaré como Ethan Solberg, llevaré a 3 de los nuestros, para que se den cuenta de que no soy amenaza para ellos. Y así pondremos en práctica lo ya mencionado.

—Tienes que llevarme, por lo menos en esa ocasión, ¿recuerdas los maestros particulares? soy la que puede manejar una negociación —eso no es del todo cierto, legalmente hablando, Ethan maneja mejor los negocios.

—Claro que no, te he dicho que entraré solo, te quiero fuera de esto, no quiero que pises ese maldito edificio, ¿me entiendes?

—No me provoques. Ni siquiera me has dado razones del por qué tengo que permanecer alejada.

—No planeo darte explicaciones —dice reticente.

—Escúchame bien Solberg —me mira asombrado sabe que sólo lo llamo así cuando estoy furiosa con él—. No sé por qué jodidos actúas así, pero tú y yo siempre hemos corrido los mismos riesgos, y esta no será la excepción donde estés tú, estaré yo, te guste o no y no me quieras dejar fuera de esto, ni te atrevas, creo que ya tengo la edad para cuidarme y tu estúpida actitud inmadura de querer hacer todo tú solo, va a causar más problemas, siempre hemos sido uno solo y esta vez no será diferente —le dije todo sin dejar de mirarlo a los ojos.

Estaba por marcharme cuando me detuvo:

—No es que quiera hacer esto solo, ni dejarte fuera, pero entiéndeme no quiero que te pase nada, ¿recuerdas dónde estabas hace ocho años? —sus ojos reflejaban total impotencia pero no iba a cambiar de opinión.

—Por lo mismo no pienso dejarte solo —su rostro cambió drásticamente de la desesperación a la furia.

—¡Siempre tienes que hacer las cosas difíciles! —grita despertado.

No quiero escucharlo más así que me giro y sigo, estoy por abrir la puerta cuando decide hablar.

—¿Por qué? —lo dice en un susurro pero lo suficientemente fuerte para que lo escuche

—¿Qué?

—¿Por qué no confías en mí?, ¿Por qué no me dejas cuidarte?

Antes de salir giro mi rostro para verlo—. Confió en ti más que en mí, y tú ya lo dijiste, si pasa algo en esta búsqueda suicida quiero estar ahí para intentar evitarlo, pensé que al menos de eso ya te habías dado cuenta... me equivoque.

Con eso salgo directo a mi habitación con un Ethan gritando tras de mí. Subo las escaleras y me encuentro a Gabriel que no me había dado cuenta en qué momento había salido del estudio.

—Gabriel sígueme —me dirijo a mi habitación, ya no me interesa Ethan en este momento. Entro con Gabriel pisándome los talones. Me avienta a la cama y él se sienta en el borde de esta.

—Necesito tu ayuda

—¿Es sobre Ethan?

—No quiero hablar de ese tema, ya está todo dicho, yo participare tanto como ustedes —suspira resignado.

—Bien necesito que tengas todo listo para hoy en la noche...

—¿Irás a la entrega? —pregunta parándose de un sopetón y sorprendido.

—Sí, ya sabes cómo es Ethan, seguirá enojado porque no me quiero hacer a un lado así que va a descuidar la entrega, por lo tanto quiero que te encargues que la carretera despejada de policías, que todo llegue tal y como tiene que ser —digo todo esto mirando al techo.

—¿Algo más? —niego con la cabeza.

Se me lanza encima y me trata de inmovilizar pero en dos movimientos invertimos papeles y yo estoy arriba de él.

—Sigues siendo más ágil a pesar de los años —se planta en su rostro esa sonrisa torcida.

—Como en los viejos tiempos Gabriel, ahora déjate de juegos y ponte a trabajar.

Me bajo de él y me dirijo al baño, sólo cuando escucho la puerta cerrarse me quito la ropa, entro a la ducha y una vez con el agua cayendo empiezo a recordar cuando el petardo que acaba de salir y yo nos conocimos....