Casimiro.

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XX

Voy a caer en cualquier momento, he ganado ¿pero a qué costa?

Un casimiro que se encuentra en el parque me ha hecho ganar, veo a todos desde aquí.

Jugamos a las escondidas, gane, nadie me encontró, me he sentado a esperar que me buscarán. No fue hasta el atardecer que empecé a preocuparme, ¿y si no me encontraban? ¿se olvidaron de mí?

No esperé más, empecé a bajar pensado en que al encontrarlos les daría la tunda de su vida por olvidarme. Al ir bajando una rama aparentemente resistente se parte a la mitad.

Mi corazón se acelera e intento agarrarme de lo que pueda hasta que lo logré, me aferro a otra rama, está sí parece resistir, una vez que consigo el equilibrio miro hacia abajo.

Miedo, el aire que entra a mis pulmones se atasca, por un momento pensé que estaría a centímetros del suelo pero sigo a metros de el.

Instinto, el primitivo, el que te trae consecuencias o te libera.

Ese instinto gobernado por el miedo hace que empiece a gritar, tal vez no tienen lógica o son inteligibles pero grito, con todas mis fuerzas, con la desesperación de caer o quedarme sola.

Al punto de llorar veo una luz apuntar y buscar por todo el tronco para llegar directo en mis ojos, no puedo ver, me han dejado ciega, con la mano sobre mis ojos grito auxilio, la luz deja de apuntarme permitiéndome ver hacia abajo.

Los rulos rubios de Gabriel son inconfundibles, un suspiro emana de mis labios al saberme salvada.

Puedo verlos moverse, hacer señas, gritan mi nombre pero apenas y los alcanzo a escuchar. Cuando menos pienso Ashton está subiendo, Connor mueve las manos como loco y Ethan acompañado de Marck buscan una especie de escalera, Gabriel salió corriendo por dónde venían.

Lya tienes que bajar —habla Ashton dos ramas más abajo que yo.

No puedo, me voy a caer, ¡voy a morir!

No seas tonta, no vas a morir tienes que bajar.

Ashton ya se rompió una, ¡no puedo!

Malia no puedo subir más, mientras más arriba este más delgada es la rama, si subo contigo nos caeremos, esta es segura, nos podrá a los dos y yo te ayudare a bajar.

Cierro los ojos tomando valor y empiezo hacer lo que dice, segundos después los dos nos encontramos en la misma rama, empiezo a bajar a la siguiente cuando en la que estamos parados comienza a tronar.

Ashton se paga al tronco dejándome en la orilla, mi fisonomía cambia totalmente, en cuestión de segundos caigo, cierro los ojos esperando la caída pero un tirón me hace abrirlos... Ashton me tiene del antebrazo.

¡No me sueltes, por favor no lo hagas!

Tranquila, todo va a estar bien.

¡Ayúdame a subir!

La rama vuelve a tronar y las lágrimas amenazan con salir.

Voy a soltarte...

¡No! ASTHON NO

Connor te atrapara estarás bien.

Ashton por favor no... no me sueltes por favor —una lágrima sale de mi ojo incitando a las demás a hacer lo mismo.

Ashton ignora totalmente mi súplica y me deja caer. Esa marea que lo caracteriza me mira, sus ojos, esos que no despega de los míos hasta que los cierro esperando el golpe, esperando mi muerte.

NO TODO ES LO QUE PARECEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora