NO TODO ES LO QUE PARECE

Una noche

¡POR FIN!

Muy bien chicos, hasta aquí ya esta corregida. A partir de hoy subiré 1 capitulo cada tres días, ya tengo lo siguientes capítulos. Voten y dejen sus comentarios. Besos :)

ADVERTENCIA

Este capítulo contiene escenas sexuales. De no ser de tu agrado pasa al siguiente; no se perderá el hilo de la historia.

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XXXIII

Todo mal, cierto cansancio se instala en mí, no es físico es más bien agotamiento mental.

Después de pelear con Ethan y Reydmon unas tres veces más sobre el guasón subí a darme una ducha, todo a estado tranquilo en esta casa de locos. Pasan de las once de la noche y desde la tarde nadie ha venido a molestar.

No he dejado de pensar en lo que ha pasado estas últimas 48 horas, siento que me volveré loca si me quedo en esta habitación y como escape lo único que viene a mi mente es Connor.

Salgo del cuarto en silencio, me topo con algunos guardias que me miran reticentes, otros ponen su mano sobre su arma. Se muestran expectantes a mis movimientos, no les presto demasiada atención mis movimientos son lentos y llenos de pereza así que se relajan.

Llego al cuarto de Connor y entro sin avisar, esta recostado con un brazo sobre su frente y el otro sostiene su reproductor de música. En cuanto me ve entrar se sienta erguido en la cama.

-¿Estas bien? ¿Pasó algo? Los demás...

-Todo en orden, sólo me preguntaba si quieres compañía esta noche -digo aun sosteniendo la manija de la puerta.

Asiente y hace un espacio para mí. Tome lugar enfrente de él, ambos permanecemos sentados y en silencio por un rato y sin previo aviso mis lagrimas comienzan a salir. Connor extiende sus brazos y me dejo consolar. Mi llanto sólo dura unos minutos; todo lo contrario, a lo que imagine.

Regreso a mi lugar cuando me he calmado; aún estoy sentada frente a él. Me sonríe honestamente, no es un juego o no es por hacerme sentir mejor; es honesta. La sonrisa más sincera que he visto en toda mi vida.

-¿Mejor? -inquiere.

-Mucho -le devuelvo la sonrisa-. Connor...

-Aquí estoy -su mano toma la mía.

-Todo siempre ha sido tan difícil, siempre problemas uno tras de otro. Venía a decirte que estos últimos tres meses han sido un caos, luego pensé que estos últimos cuatro años aquí en Rusia lo han sido, después retrocedí cuatro años más y ha estado igual. Toda mi vida ha sido así y estoy cansada, mucho... han sido 16 años en este mismo infierno.

-Estamos, no estás sola ni te dejare. Eso te lo juro.

Sus palabras sólo hacen que mis lagrimas resurjan, pasa lo mismo que con las anteriores; se van en un par de minutos.

-Aun así, antes las ganas de pelear ahí estaban; después de mi pérdida de memoria, después de la desaparición de Ashton, luego Dreck. A pesar de eso tenía fuerza para levantarme y seguir. Hoy no las tengo. No me da miedo morir, no me importa que venga el demonio mismo en persona por mí. Sólo le tengo miedo a una cosa; morir sin verla, sin conocerla. Los recuerdos de ella son cada vez más borrosos. Me da miedo que todo lo que he hecho sea por nada. Pensar que está pasando por lo mismo que pasó Ashton me mata...

-Shhh... tranquila. La vamos a encontrar estoy seguro.

-Connor...

-Lo sé; no soy bueno consolando y no olvido lo de Dreck aún me persigue la culpa, no debí dejarte sola. No sabes la impotencia que siento al no poder evitar que derrames esas lágrimas. Verte después de él ha sido lo más difícil y doloroso que ve vivido; tus gritos a media noche, las cicatrices en tu cuerpo. Todo me tortura.