Entendimiento parte 2 y vídeo llamada.

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XVIII

Algo se activa en mí, no me había dado cuenta que mi otra pierna está libre, sin dudarlo estampo mi rodilla en su entrepierna, se tira a un costado y yo empiezo a toser, inconscientemente llevo mis manos a mí cuello.

Con el aliento que tengo me pongo encima de él y empiezo a golpearle donde sea, no tengo un blanco sólo golpeo.

Me toma del torso y empezamos a girar en la colchoneta, cada giro es una punzada en mi rodilla, nos detenemos y quedo sobre de él, hago lo mismo que él conmigo y ejerzo presión en su cuello pero no dura mucho cuando me avienta con sus piernas.

Ambos nos ponemos de pie, él está enojado puedo verlo en sus ojos, yo tengo pánico pero no le demuestro ni el más mínimo sentimiento, sólo me concentro en dejarlo dormido igual que a los demás, pero mis golpes no tienen la misma fuerza así que no estoy segura del resultado.

Una patada pasa cerca de mi oreja logrando que centre mi atención en él.

Vuelve a dar otra patada pero esta vez tomo su pierna y tiro de ella aunque no me funciona ya que me toma del torso y me estampa contra la colchoneta.

Va a volver a intentar lo mismo, tengo que hacer algo, en mi desesperación le doy una patada en el pecho haciendo que retroceda unos pasos dándome tiempo para pararme.

Viene hacia mí y giro sobre su eje quedando a su costado derecho dándome el ángulo perfecto para patear su muslo, se tambalea y aprovecho para tirarlo boca abajo, aguanto el dolor de mi rodilla y me hinco en la parte superior trasera de sus brazos para que no se pueda mover.

Una vez que lo logro hago un candado con mi brazo en su cuello haciendo que se asfixie con cada segundo que pasa, cuento 16 segundos y lo suelto.

Me pongo de pie como puedo y sólo me bastó mirar su cuerpo para ver en él a Dreck.

Salgo corriendo del gym, mando al carajo mi rodilla y voy a la salida.

Necesito salir de aquí pero con lo que no contaba es que todos están hablando en la sala, al verme se callan y fijan su vista en mí.

Barone centra su mirada en mi e inmediatamente su mandíbula se contrae, yo me observo y noto el porqué de su expresión;

Tengo parte de la blusa manchada de sangre y en las piernas igual, mi labio sangra por el golpe de Ángel, mi rodilla está hinchada, estoy sudando y sumándole que mi respiración es como la de un fumador cuando sube escaleras.

Barone se pone de pie y esa es mi señal para salir de ahí.

Intento atravesar la sala para llegar a la salida pero sólo en eso queda, en un intento.

Cuando voy a tocar la perilla de la puerta Barone me toma del torso y me levanta llevándome con él.

—Suéltala —dice Connor firme.

Barone no lo hace sino, que me pega más a su cuerpo, mis pies ya no tocan el suelo, prácticamente me ha elevado.

—¿Qué ha pasado? —vuelve a hablar Connor.

—Ve... ve... —no tengo aliento, sólo quiero salir de aquí.

Al ver la cara de Connor señalo al gimnasio.

—Ve a ver que ocurrió —manda Barone.

No tiene intención de soltarme, me vislumbra por lo tanto yo esquivo cualquier contacto visual, apoyo mi cabeza en su pecho cansada. Mi respiración sigue agitada pero poco a poco voy recordando lo que pasó, lo que hice... ¿Y si los mate?... no claro que no...

NO TODO ES LO QUE PARECEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora