<<Soy Diferente>> <Zed Y Tu> <<Basada En La Película De Zombies Disney>>

<<Chapter III>>

"Chapter III"

"Una Noche En Ciudad Zombie"

"A veces, me gustaría poder olvidar el pasado, y creer que todo estará bien en un futuro"

    Una vez dentro de la casa seguí al padre de Zed hasta lo que parecía ser el comedor. Ahí se encontraba la pequeña de hace un rato quien me sonrió amablemente. Antes de nada tomé y me puse mi chamarra negra.

    ----Lamento decir que no tengo comida para ustéd señorita, solo tengo comida para zombies ----sonreí.

    ----Dudo que sea muy distinta a lo que comía en mi antigua ciudad ----me devolvió la sonrisa, sirvió en un plato comida y la puso frente a mí. Después todos nos sentamos en la mesa a comer----, debo decir que cocina muy bien señor ----dije una vez que terminamos.

    ----Gracias, dormirás en mi cuarto y yo dormiré en el sillón ----negué.

    ----Yo soy la invitada y no es justo sacarlo de su habitación por ser amable, yo dormiré en el sillón ----abrió la boca para protestar pero lo interrumpí----, y no aceptaré un no como respuesta ----ambos reímos.

    ----De acuerdo, iré por una cobija y una almohada ----asentí y el señor entró a una habitación.

    ----¿En serio dormirás en el sillón? ----entrecerré los ojos.

    ----Claro, ¿por qué no? ----se encogió de hombros.

    ---No me parece justo que una señorita duerma en el sillón ----sonreí ampliamente.

    ----Bueno, creo que no importa si sea justo o no, lo haré ----se acercó a mí.

    ----Tú eres distina a todas las chicas que he conocido.

    ----Claro, porque las únicas chicas que has conocido son zombies o una animadora rubia ----se acercó hasta quedar sólo a un par de centímetros.

    ----Sabes que no me refiero a eso ----lo ví fijamente a los ojos y sentí como si algo dentro de mí se moviera.

    ----¿En serio lo sé? ----pregunté algo nerviosa, él pasó un mechón de cabello por detrás de mi oreja y dejó su mano en mi mejilla.

    ----Seguro que sí ----se acercó aún más.

    ----Chicos! ----Zed se alejó de mí y giramos hacia la puerta por donde se había ido el padre de Zed hace unos segundos, justo estaba entrando con una sonrisa----, creo que encontré algo que te puede servir ----me extendió algo y lo tomé, era una cobija.

    ----Claro, gracias señor.

    ----No me digas señor, me haces sentir viejo ----reí----, me llamo Zevon.

    ----En ese caso, gracias Zevon ----asintió.

    ----Deberían dormir, mañana deben ir a la escuela.

    ----Claro, yo ya me acostaré para dormir.

    ----De acuerdo, descancen ----Zevon entró a su cuarto.

    ----Que descances ----Zed acarició mi brazo y después se fue a su habitación.

    No pude evitar sonreír hacia la nada. En un principio creeí que jamás podría ver a un zombie ya que me recordarían a mi pasado, pero ahora, con ayuda de Zed, había comenzado a superar eso, quizá dentro de poco podría conseguir olvidar todo mi pasado, y ser nuevamente felíz, sonaba algo imposible, pero ahora ya no lo era tanto.

   
    ----Hey! ---- aquella voz sonaba como un murmullo----, despierta ----intenté hacerle caso a esa voz, y después de un par de segundos abrí los ojos.

    ----¿Zed? ¿qué pasa? ----pregunté con voz débil mientras tallaba mis ojos.

    ----Acompáñame ----tomó mi mano y me hizo levantarme. Abrió la puerta, antes de salir tomé mi chamarra negra y me la puse.

    Comenzamos a caminar en completo silencio, Ciudad Zombie era sorprendente y me encantaba. Todas las luces alumbrabran las calles, esto podía ser perfectamente una ciudad en donde todos convivían en paz y amistad, como Seabrook, pero la realidad era completamente distinta. No conseguía entender porque la gente no podía aceptar a los zombies como alguien más.

    Después de unos minutos caminando llegamos a un kiosco de lo que parecía ser antiguamente un parque, pero ahora claramente ya no lo era. Subí hasta el centro del kiosco creyendo que Zed estaba detrás de mí, pero al girar pude ver que ya no estaba. Comencé a buscarlo con la mirada por los alrededores pero no conseguía ver nada por la oscuridad. Entonces las luces del kiosco se encendieron iluminando el centro y Zed subió quedando frente a mí.

    ----Todo aquí es muy hermoso ----se acercó nuevamente.

    ----Sé sincera, ¿qué veniste a hacer? ----suspiré.

    ----Como ya debiste de haberte dado cuenta entré al grupo de animadores, teníamos que hacer una iniciación pero no sabía de qué se trataba hasta que me dijeron que debía lanzarle huevos a tu casa ----desvió la vista y eso me hizo enojar----, ¿crees que sería capáz de hacerlo? ----devolvió su vista a mí----, ¿es en serio Zed? No puedo creerlo.

    ----Lo lamento, pero creo en tí, y si tu lo dices, sé que no ibas a hacerlo ----esta vez yo desvié la vista----, por favor, en serio lo siento ----tomó mi barbilla y me hizo verlo----, prometo no volver a desconfiar en tí ----sonreí un poco.

    ----A veces, me gustaría poder olvidar el pasado, y creer que todo estará bien en un futuro ----él sonrió y me vió de una manera que me hizo sentir segura.

    ----Tal vez nosotros podamos hacerlo ----una gran sonrisa se hizo presente por mi parte.

    ----¿Cómo pretendes hacer eso?

    ----Un placer, mi nombre es Zed, y soy un zombie ----extendió su mano. Después de pensarlo un poco la tomé.

    ----Un gusto, yo soy una animadora ----respiré profundamente----, y mi nombre es __________ ----nuestros ojos se conectaron. Zed se acercó y quedamos a pocos milímetros. Nuestras respiraciones se mezclaban. Estábamos a punto de besarnos.

    ----Zombies, ya es el toque de queda, dense vuelta y los llevaremos a casa ----una luz de linterna nos iluminó. Intercambié miradas con Zed y entendí su plan.

    Zed tomó mi mano y comenzamos a correr con los policías detrás. Llegamos hasta un supermercado abandonado y nos ocultamos dentro. Los policías pasaron corriendo a un lado del pasillo y continuaron recto. Una vez se fueron comencé a reír junto a Zed. En la vuelta a casa no paramos de hacer bormas y reír. Zed era un chico único, Zed era un zombie único que había hecho que algo dentro de mí que creeía que había perdido volviera a mí, Zed había regresado la felicidad a mí, y algo más que eso.