25.

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Aveces las cosas tienen que tornarse graves para ver cuán equivocados estamos respecto a una situación. Y esto era exactamente lo que le ocurrió a Jimin.

Afortunadamente, el rubio se encontraba mejorando después de lo ocurrido, había sido casi un milagro que sobreviviera. No se arrepentía ni en lo más mínimo de su decisión, volvería a dar su vida por su madre si fuera posible. Y al darse cuenta de que la pudo haber perdido por culpa de Jungkook fue... impactante. No se había dado cuenta de la gravedad de la acción cuando ocurrió con MinHo, tal vez porque fue tan solo una persona que conoció unos cuantos días o tal vez porque estaba demasiado enamorado que lo dejó pasar; sin embargo, lo pensaba y pensaba pero no existía una buena justificación para poder haber dormido tranquilo en las noches y hacer como si no importara porque ¡estamos hablando de la vida de una persona! Pero su madre estuvo a punto de morir y eso no lo dejaría pasar, porque Jungkook casi lo hace y si no fuera por Jimin, Jungkook iba a matar a otra persona y tal vez lo volvería a hacer quien sabe cuantas veces más. Jimin tenía que alejarse, no debía seguir con una persona así, había soportado todo el daño, pero su mamá... no dejaría que nadie le hiciera algo.


Sabía que el también había hecho mal al no tratar de buscar ayuda para Jungkook y en vez de esto decirle que estaba en perfectas condiciones cuando era todo lo contrario porque sus acciones no eran normales. Pero es que Jimin no lo había querido aceptar, tan solo quiso una relación feliz con la persona que amaba. Ahora eso ya no podía seguir así.

Hyesun había retrasado su vuelo por Jimin. Le había dado una larga charla diciéndole que debía valorarse más, que estaba mal que alguien lo golepara, que no podía permitir que alguien le pusiera la mano encima nunca más. Por más de que Jimin le dijera que había entendido, ella siguió hablando y hablando, se preocupaba mucho por su amigo. Después de unos días de que a Jimin le dieran de alta HyeSun más tranquila de que su ChimChim estuviera mejor, se fue tal y como había planeado antes.

El rubio como cada mañana miraba por su ventana el garage de su casa ya que su madre le había cambiado de habitación por precaución y ahora tenía que conformarse con aquel anodino paisaje, se preguntaba donde estaría Jungkook y es que por más que ya no quisiera tener nada que ver con él, le preocupaba. Aquel día que ocurrió el incidente Jungkook, se había quedado en shock, sabía que Jungkook tenía un problema y deseaba que encontrara ayuda aunque él no pudiera dársela. No sabía nada de Jeon Jungkook desde lo que pasó, tan solo se había esfumado, todos lo buscaban para que pagara su crimen pero nadie lo vio desde aquel día.

Y al parecer Jungkook no era el único con problemas porque a Jimin también le habían diagnosticado Dependencia Emocional, algo que daba muchas razones para su comportamiento; sin embargo, él ya se encontraba en tratamiento. Durante toda su estancia en el hospital, muchos de sus problemas se habían solucionado, se sintió bien al ver que tenía muchas personas que lo querían a su lado, se amistó con Taehyung y ahora parecían más unidos que nunca, algo que le daba una alegría increíble.

El timbre de la casa de los Park sonó y Jimin escuchó los pasos de su madre acercarse a la entrada así que antes de que ella abriera gritó un "¡yo voy!", Últimamente su mamá lo trataba como un niño pequeño, hacia muchas cosas por él y ya exageraba con algunas cosas que claramente el podía hacer por sí mismo. También se había vuelto muy sobreprotectora, demasiado.

Aquel momento le recordó cuando hace meses Jungkook tocaba su puerta para disculparse, por un loco momento creyó que seria él realmente pero sus sospechas quedaron totalmente descartadas cuando abrió la puerta.

- Hoseok...

Jung Hoseok estaba allí en su puerta, con un gorro negro, una chaqueta de este mimo color, uno jeans clásicos y una zapatillas blancas con rojo. Se veía igual que la última vez que lo vio solo que esta vez estaba un poco más serio, llevaba las manos en los bolsillos y a pesar de no mostrar ninguna emoción en su rostro, sus ojos parecían algo tristes.

Tantas cosas cruzaron por su mente, tantas palabras, tantas preguntas, pero el muchacho de su enfrente tan solo sacó una carta de su bolsillo y estiró su mano dándosela pero al ver que el rubio no reaccionaba después de varios segundos, tomó su mano y puso el objeto allí.

- Gracias por no delatar a Jungkook ni a mí sobre nuestro "trabajo", no puedo decirte datos sobre él si es que quieres saber pero por favor acepta y lee está carta que viene de él.— Hoseok dió un suspiro— Cuídate, Jimin.

Sin más que decir giró y se fue dejando a Jimin mirando la carta que yacía en su mano. Cerró la puerta y escondió rápidamente la carta dentro de su sweater cuando escuchó la voz de su madre acercándose y preguntándole quien era. Le respondió que tan solo era un amigo de su nuevo instituto porque su madre le había cambiado del anterior también por precaución.

Subió a su habitación cuando estuvo seguro que convenció a su madre por completo, se sentó en su cama con una tranquilidad asombrosa y observó la carta detenidamente. Era blanca y no ponía para quien o de quien, no podía nada, algo que no era necesario para él ya que sabía de quién venía. Cuando estuvo a punto de abrirla un escalofrío recorrió por todo su cuerpo, el miedo le entró, ¿y si Jungkook...?
No quiso que su mente hiciera teorías que podían no ser ciertas así que la abrió y comenzó a leer.

Lágrimas empezaron a caer de sus ojos pero el no hizo ni el más mínimo intento de detenerlas porque ni siquiera había notado que estaba llorando. Poco a poco las palabras se volvieron borrosas por sus lágrimas y sus ojos apenas pudieron leer la última palabra ya que estaban llenos de lágrimas. Jimin también sabía que lo que sentía el mismo era amor aunque había una gran posibilidad que no. También opinaba lo mismo, también esperaba verlo aunque fuera como amigos, también quería mejorar, también le deseaba lo mejor, también lo amaba.







FIN

Posesivo《KOOKMIN》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora