Y en la vasta deriva de mi mente
es posible que te escondas
entre herida y llaga ardiente
es posible que no respondas
y es posible que te encuentre.
A ti que jamás te reconoces
en un verso,
que lleva tu nombre camuflado,
que se lee en un reverso
de tachones pintado,
que siente sin saberlo el universo
y que nunca se sintió amado.
A ti que te lees entre suicidio y amor, muerte, urgencia, elogios y lágrimas
A ti que no te identificas con rencor
a ti, que no leerás nunca estas rimas.
Y en la frondosa red de mis recuerdos
aún te tengo por mentira,
aún me queda saber que erro
y todo era parte de esta sátira.
