A ti, corazón, por cada latido
tras empujar un torrente de sangre
te espera un profundo suspiro
y aceptar que nadie supo amarte.A ti, que tanto te has ausentado
que tantas noches pasé buscándote
a ti te he intentado
convencer, amándote.No te enamores, te dije
no caigas, sé razón
no eres piedra, ni eres molicie
pero no tienes caparazón.A ti, ¡qué tonto fuiste!
qué tontos fuimos los dos
cómo aprovechaste mi despiste
cómo me enamoraste, corazón.