A veces creo que
podría enviarte mi carta de suicidio
escribirte con rabia,
que no iba a dejar que fueras tú la causa,
ni tampoco te suplicaría auxilio.En el fondo creo que no lo hice por vivir
sino por no darle el gusto al mundo
de privarlo de mi existir.A veces te recuerdo con ternura
toda aquella esperanza que me dabas
entre la tempestad
toda esa dulzura
cinematográfica, de verdad...Y es que dios,
por ti habría dejado de ser atea
por ti me habría vestido de buena
y hubiera cuidado de mi cuerpo
procurando ocultarlo de la pena.Por ti. En realidad creo que fue por ti,
por ti o por no darte la razón,
por ti el acabar de mi sufrir
por ti el sufrir el doble y fingir que no.