(Cap. 8) No es tan solo un mal dia

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Continuamos bajando la montaña, en algunas partes se puede observar la parte inferior de la misma y lo alto que estamos, esa vista me provoca escalofríos pero considero que es un privilegio poder ver algo como esto.

Esto es divertido, la carretera es solo terraseria, esta llena de baches y piedras que provocan que la camiontema se tambale: Brinco que brinco una y otra vez. Abundan charcos y lagunas por resientes lluvias en la carretera, ojala no llueva por el camino porque vamos atrás y nos mojaremos.

Voy pegada a la orilla de la camioneta, disfrutando del verde paisaje. Árboles, plantas, monte, grandes piedras (Algunas incluso más grandes que la camioneta) y animales es lo que más he visto por el camino.

-¿Falta mucho?- Le pregunto a uno de los señores que van en la camioneta.

El responde en otro idioma y con un gesto se disculpa, no habla español.

Sonrió y giro para ver a los demás todos me dedican la misma mirada de confusión. Me acompañan dos mujeres, una con un bebe en brazos, tres hombres y un niño que no se con quién venga, todos indígenas y cada quién en su mundo igual que yo.

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Ya han pasado como 30 minutos, creo que este fabuloso viaje ya no me esta gustando tanto, me duelen las pompis de estar sentada en la orilla de la camioneta, por lo menos no me he caído. Aunque disfruto el fresco viento no contaminado que siempre esta presente y refresca mi interior cada vez que respiro.

Oh no, me dieron ganas de ir al baño, espero que no tardemos tanto en llegar además viajar asi es cansado, no se como los demás no han protestado.

Volteo a ver a mis compañeros que al parecer ni han notado el viaje porque tal parese que incluso ni se han movido un solo centimentro desde que comenzó el viaje, tal vez es solo cuestión de acostumbrarse.

Podria ser peor》Pienso a modo de consuelo.

No pasan mucho tiempo y el bebe comiensa a llorar y no de ese tipo de "¡uñaaaa! ¡uñaaaa!" que provoca ternura, de tipo ¡¡UÑAAA!! ¡¡UÑAAA!! que provoca querer arrancarte la cabeza después de tanto.

La señora que supongo es su mamá comiensa a arrullarlo y a querer dormirlo pero el bebe se resiste, sigue llorando. Quisiera tener mis audifonos aquí este niño nos quita a todos un viaje tranquilo, me gustan los bebes pero este pareciera que se le metió algo dentro.

Mis pompis estan adoloridas, de verdad necesito pararme ya de aqui. Pero la camioneta va muy rápido y me comienza a doler la cabeza, llorare.

Al parecer a los demás no les afecta el llanto del bebe pues siguen ajenos a todo en su misma posición, tal vez soy yo la exagerada: Solo es un bebe. No lo crei posible pero comiensa a llorar aún más fuerte.

Matenme》

Creo que ya pasaron otros 10 minutos, lo sabría con más precisión si tuviera un reloj o un celular. Y sigo en la misma situación y siento que mi cabeza se rompera en mil pedazos.

Llegamos a una tiendita y la camioneta se detiene ¡Gracias! El conductor y su mujer o acompañante salen del carro. Pregunta algo en otro idioma y algunas personas tambien bajan supongo que a comprar algo. Ojala tuviera dinero tengo hambre.

Aprobecho el momento para también pararme y estirar mis piernas.

-¡Ahh!- Exclamo al momento de pararme, me truenan los huesos.

Bajo de la camioneta y me dedico a caminar dando vueltas para desentumirme, se siente tan bien.

Tengo la sensacion de ser obserbada y eso me impansienta, muevo la cabeza de un lado a otro y regreso la mirada a la tienda.

Más allá de las estrellas (Sin editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora