Más allá de las estrellas (Sin editar)

(Cap. 21) Mi doloroso cambio.

El ruido de mis pies descalzos retumban por una enorme habitación, estoy sola un gran espacio que se torna color lila. Avanzanso intentando buscar alguna irregularidad sin embargo mis esfuerzos son en vano, no logro ver ni siquiera el final de esta sala,daría lo que fuera por que Joán estuviera aquí conmigo.

- Celeste, empezaremos el proceso. Trata de estar tranquila para que todo salga bien, esto tardará algunas horas- Dice una voz que se escucha por toda la sala.

¿Así? ¿Sin cables ni nada? ¡Oh Dios en que me vine a meter! Los latidos de mi corazón empiezan a acelerarse y respiro con tranquilidad para relajarme.

Pasan unos minutos y en la misma situación sospecho que algo anda mal, tal vez solo son figuraciones mias pero no pasa nada.

《 ¿Qué Celeste? ¿Tan ansiosa estas por empezar? 》

"No" me respondo a mi misma.

Después de un tiempo más de espera, algo.... diferente empieza a invadir este gran espacio. Ya no me sorprendo o me paralizo, entiendo que aquí si lo hago podría hasta morir de un infarto.

Veo un diagrama de mi misma enfrente de mi, vestida con una bata negra, descalza, con el cabello castaño suelto casi a la cintura. El mismo tono claro de mi piel, incluso mis ojos se reflejan perfectamente idénticos.

No imita mis movimientos (Al cielo gracias) Sin embargo en poco tiempo dejamos de ser la únicas Celestes en la habitación, ahora aparecen más y más diagramas mios.

Me acerco a la primera yo, levanto la mano e intento tocar su mejilla. Al instante siento una descarga eléctrica recorrerme por todo el cuerpo. Me quejo pero no grito.

El espacio se llena completamente de diagramas de Celeste, si separo los brazos apenas logro tener un espacio para mi.

- Hola Celeste- Escucho por toda la habitación y sonrío. Esa voz la conosco.

- ¡Joán! Que gusto me da escucharte- Digo emocionada.

- No puedo oirte Celeste pero a mi también me da gusto hablarte- Mormura y escucho que rie.

- Que tonto eres ¿Ni dijo tu ama que no podías...-

- Olvidalo, solo yo puedo hacer esto- Me interrumpe.

- Gracias - Sonrío.

- Sera doloroso y lamentablemente aquí no puedo darte algún tipo de anestesia, es parte del proceso- Confiesa serio, adentrándose a su papel de... ¿Químico? ¿Doctor? Algo así.

- De acuerdo, empecemos ya- Confirmo y tengo mi vista clavada a los ojos del diagrama, el mismo tono gris.

- Un consejo para el primer paso, cierra los ojos- Dice y al mismo tiempo una especie de neblina color blanco empieza a invadir el salón.

Sigo su consejo, cierro los ojos y trato de pensar en algo agradable, sin embargo a mi cerebro le da un ataque de amnesia y olvido todo lo positivo de mi vida. Los únicos recuerdos que tengo a mi alcance son de desgracias..

- Celeste trata de tranquilizarte, tus latidos estan acelerandose- Dice la voz de la sala. Esta vez trato de poner la mente en blanco.

Siento una suavidad agradable en mis pies y con cuidado va subiendo hasta mis piernas, cadera, cintura, pecho y finalmente mi rostro.

Todo es tranquilo hasta que la neblina llega a mi naris y sin querer la exalo.

- ¡Ahhh!- Grito de dolor y caigo al suelo.

Intento expulsar la neblina de mis pulmones, pero por más que lo intento no puedo. Me limito a contener la respiración, el ardor que me provoca por dentro es insoportable. Siento que me quema todo mi interior, no solo mis pulmones.