Más allá de las estrellas (Sin editar)

(Cap. 40) Mi familia.

Una lluvia tenue nos cubre bajo el inmenso cielo estrellado. Las máquinas han sido destruidas en su totalidad dejando atrás sentimientos desagradables.

Una nave desciende lentamente, en un espectaculo de luces apagadas continúa bajando hasta quedar enfrente mio.

         - Estamos a salvo - Comunico con una tranquilidad incomparable.

En la entrada se deslizan puertas en las cuatro orientaciones y dentro se persiven luces claras. No obstruyen con mi vista pero si con las de mi familia y compañeros.

Una figura femenina, armada y con una alta aura de seguridad sale de la compuerta. Quedo boquiabierta e impresionada al reconocerla, Sisha.

          - ¡Que viaje! - Expresa al dar unos pasos a fuera, lleva ambas manos a su cara y retira una máscara de gas. -Es un planeta interesante, Ces-

         - ¡Sisha! - Suelto el aire tenso acomulado por tanto tiempo y por fín respiro con tranquilidad. Antes de darme cuenta mis brazos ya la rodean con fuerza. -¡Gracias! ¡No sabes como me alegra verte!-

Cuando la suelto, veo su cara de desconcierto y me disculpo. En Crizxell no se acostumbra este tipo de cosas, sin embargo no puedo controlar mi alegría.

         - Veo que me extrañaste- Afirma con una sonrisa fina, si analizara su mirada a profundidad identificaría el dolor de su alma, pero saturada por todo esto; decido creer lo que ella deja a la vista.

         - Gracias por ayudarnos - Digo nuevamente pero esta vez con más serenidad.

         - Se que nos tardamos, lo lamento.- Su expresión da un giro radical y mi sonrisa se desvanece.

         - Llegaron, es lo que importa- Intento arreglarlo pero un nudo en el fondo de mi garganta me impide hablar.

De pronto, mi espíritu cae al suelo a la par con mi cuerpo. Comienzo a llorar aún sin lágrimas, después de contenerme durante mucho tiempo finalmente me derrumbo.

Imágenes de todos los muertos aparecen en mi mente, algo en sus rostros me demuestra que permanecerán para siempre en mi memoria.

Después de una tristeza rotunda, siento algo en lo más profundo de mi ser. Una ligera llama de fuego que fluye en abundancia y en pocos segundos como si se alimentara de dolor, crece.

Fluye por mis venas hasta llegar a mi mente. El odio, la ira, el deseo tan intenso de justicia que se transforma en venganza y por supuesto que todo esto tiene un nombre, una palabra que perfora mi alma y la llena de odio.

Ciska.

¿Cómo pudo hacer esto? ¡Asesinó a casi todo el planeta tierra!

Me levanto del suelo tan rápido como me derrumbé, hasta hacerlo siento una mano cálida en mi hombro que se retira inmediatamente. No me giro, aunque siento que es de mi hermana.

         - Ella hizo esto. - Afirmo con amargura y una voz seca.
Sisha asiente con un leve meneo de cabeza y doy un paso al frente, quedamos a menos de 30 centímetros la una de la otra.

         - Quiero matarla - Exijo sin aumentar el volumen de mi voz, Sisha no responde y su gesto me preocupa de sobremanera. -¿Qué pasa?-

         - Ella hizo lo mismo con mi planeta, te entiendo. Pero te necesito como soldado y no como humana ¿de acuerdo?-

Su evasiva me molesta y repito la pregunta casi en un grito, sin embargo ella no parece molesta.

         - El centro galáctico está en nuestro control- Informa con el mismo gesto en el rostro.