(Cap. 41) En nuestro puente.

380 19 14
                                    

 

Sin darme cuenta llego a un rio, mi corazón se estremece, hay cuerpos sin vida flotando es cierto, pero aún con un escenario sangriento, apocalíptico y destructivo, quién toma el protagonismo en mi mente, es un viejo puente de piedra que pese a lo ocurrido permanece intacto.

En el, no cruzaban los carros. Solo de vez en cuando una que otra persona.

Los bloques de piedra se conjugan formando un hermoso puente ligeramente curveado. En las extremidades, descansan sobre el suelo grandes toneladas de piedras lisas.

No solo es un bello paraje para pasar el rato, tiene tatuadas miles de historias de amor en el fondo del rio, puesto que el y el puente son uno mismo.

En lo más profundo del agua, hay infinidad de iniciales tatuadas en roca que ocultan historias de almas gemelas que decidieron expresar su amor con gran dedicación en una piedra.

El corazón que guarda la historia del amor de Mike y Celeste, también es cuidado en el fondo del río. 

En este puente, nos conocimos por casualidad y nuestro primer día de noviazgo acudimos a el para fundir en piedra lo nuestro.

Recuerdo nuestro primer beso, mi corazón latía rápido y mi cuerpo se estremecia ante el contacto con sus labios. Un beso suave, cálido y dulce.

Juramos amarnos para la eternidad, juntos formamos un lazo que nos unía y nuestro amor quedo plasmado para siempre.

Nuestra promesa. Lejos, juntos, vivos. Lejos de una sociedad cruel, siempre juntos en un mundo de sueños,  ilusiones, cariño y sobretodo amor. Poder vivir realmente, sin barreras y sin miedo para poder disfrutar plenamente el uno del otro.

Un lugar, un sentimiento. Suspiro. Mike ¿Qué no vivimos juntos? Si a tu lado, lo viví de todo.

El recuerdo me conmueve pero detiene mis objetivos. Debo cruzarlo para seguir buscando vidas pero temo que al hacerlo me derrumbe.

Tranquila, me consuelo a mi misma, respiro profundamente y avanzo con tranquilidad.

Sin embargo el recuerdo me inunda una y otra vez, volteo a los lados, intento sacarlo de mi mente pero finalmente me rindo y olvido la situación en la que me encuentro.

Vivo nuevamente las sensaciones que experimentamos juntos, siento con cada centímetro de mi ser, la calidez de nuestro amor.

Besos, palabras, caricias, abrazos, sonrisas, amor, cartas, juegos, conversaciones, poemas, canciones, sentimientos, murmuros, risas, aventuras, viajes, lágrimas, aprendizajes, emociones, latidos del corazón, una noche de amor, suspiros, promesas...

Toda nuestra historia.

Esa mirada tierna, sincera, enamorada, piel serena y suave, labios dulces y muy cálidos, brazos perfectos para un abrazo, cejas desordenadas en un gesto gentil y un corazón palpitante.

De pronto, mi cuerpo está incompleto y es inestable, me acerco a la mirada dulce, atraída como magneto. Mis brazos rodean su cuello y por un momento, la vida regresa a mi.

Solo un momento, unos cuantos segundos, un instante casi insignificante pero el que me siento viva. Con un tiempo extremadamente corto, mi alma se siente rejuvenecida y sonrío.

Pero el momento finaliza por una fuerza desconocida que me aleja. Abro los ojos y me percato de la realidad.

No es un sueño, Mike, mi Mike, ésta frente a mi y me observa con un sentimiento que no logro descifrar.

Más allá de las estrellas (Sin editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora