(Cap. 34) Secuestro amigable

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Los sueños inundan mi cabeza de vez en cuando, pese a que no duermo. Y hoy me tocó soñar.

Es increíble el giro que dio mi vida. Aquélla jovencita delicada, vulnerable, apartada, triste, vivió muchos años de su vida buscando una salida a su dolor, una vida diferente. Y lo consiguió, pero aún así no está felíz. ¿Entonces qué necesitaba para serlo?

En su vida era felíz cuando su hermano la cargaba y corría con ella en hombros, después seres humanos le arrebataron a su héroe y a ella la lastimaron.

Pero al paso de los años volvió a sonreír, cuando conoció a Mike, quién la salvó de la depresión y juntos vivieron la mejor historia de amor, pero perderlo fue el precio que tuvo que pagar para mantener a su planeta con vida y tener la tan deseada vida diferente.

Cometida a ser quién no es, sufría mucho. La cambiaron físicamente para utilizarla a conveniencia y es cierto que fue cambiando de pensamiento pero nunca lo suficiente para ser como ellos.

Aparecieron dos personas que la ayudaron, que ella apreciaba. Un hermano del corazón y un amigo que empezó a desear. Sus sentimientos hacía el segundo le traían un poco de alegría pero nunca a plenitud y solo la confundía.

Su felicidad plena la volvió a vivir con la hija de la responsable de su dolor, vaya ironía. Una niña inocente que logra darle paz y felicidad.

Pero ahora incluso ella, tal vez pueda correr peligro.

Mis ojos se abren de par en par tras el pensamiento y sin vacilar entro a un cilindro para ir al cuarto de Joán.

Su habitación es enorme, amueblada y decorada con tonos obscuros. Mejor que la mia, por supuesto, ¿por qué no nos reuníamos en la suya? ah, ya lo recuerdo. Esta moritoreada.

- ¡Joán! - Grito apenas lo veo durmiendo en la cama y lo muevo bruscamente hasta que gira para verme con el ceño fruncido.

- ¿Qué? - Pregunta y se incorpora.

- Tengo muchas ansias de que me ayudes a entrenar, quiero ser la mejor Kadrox ¿recuerdas?- Miento de improviso pero el parece entenderme.

- Ya te dije que también debes descansar- Bufa y se cubre los ojos con ambas manos -pero bueno vamos- Acepta.

Salimos directo a mi centro de entrenamientos pero apenas llegamos, nos dirigimos a mi habitación.

- Eres una impaciente ¿Ya está aquí Brisa o que pasa?- Pregunta desorientado y niego con la cabeza.

- No, pero... ¿Cres que le hagan daño?- Pregunto muy nerviosa, dispuesta a escapar con Brisa al fín del mundo.

No permitiré que me arrebaten a la pequeña que me tanta felicidad me ha causado.

- ¿A Brisa? Claro que no, tranquila- Contesta y se deja caer en mi casa.

- ¡Eso no me convence Joán!- Gruño y lo tiro de la cama. Da dos vueltas en el piso antes de regañarme.

- ¡Celeste! ¡Ah! El hechizo te prohíbe decir mentiras pero a ellos también ¿Ya?- Dice frustrado y con pereza se levanta.

- ¿Encerio? - Mi rostro se ilumina y lo abrazo.

- Pero Kadrox ¡No me despiertes así! ¡Yo si duermo recuerdalo!- Se queja y después me corresponde el abrazo.

- Lo lamento Joán, estaba tan preocupada- Mormuro un tanto apenada.

- Ya, olvidalo hermana. Hoy empezamos con un trabajo especial, vez por Brisa y yo prepararé la nave.- Ordena y camina apenas despertando totalmente.

Más allá de las estrellas (Sin editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora