Más allá de las estrellas (Sin editar)

(Cap. 25) Demostración final.

Todo empieza a dar vueltas en la profundidad de un oscuro color negro sin vida, sin luz.

Por fín puedo observar una imagen completa; Un par de ojos color grises cerrados en el rostro de una chica acabada.

La conosco, claro que la conosco, esa chica vulnerable soy yo: La verdadera Celeste dormida profundamente... Pero en un ataúd, rodeada por mis padres, Belinda, mis amigos y Mike; vestidos de negro con un puñado de tierra que arrojan a ella pronunciando esa palabra.

Fargoz.

Mi corazón late muy rápido y me inunda el pánico, grito, suplico pero nadie me escucha. Lentamente desciendo lejos de ellos y por más que pido ayuda se que estoy sola. Muy sola.

Mi cuerpo tiembla y se tambalea muy bruscamente en movimientos que no puedo controlar, escucho voces pero no logro distinguirlas, no se que hacer me siento perdida.

De pronto, abro los ojos. Pero aún teniéndolos abiertos sigo viendo oscuridad, sigo soñando.
Una descarga eléctrica inunda mi ser y me obliga a contraerme.

         - Celeste, regresa - Escucho a Joán con una gran pena en su mirada.

No entiendo que esta pasando ¿Dónde estoy? Estoy corriendo a mi máxima velocidad sin embargo no avanzo y no distingo una imagen concreta.

Por fín una muestra de paz.

Me dentengo para observar el cambio de tono del ambiente, nunca me había causado tanta tranquilidad el color blanco. Es muy bello, poco a poco entro a el y me hacerco a la persona que extiende la mano para apoyarme, levanto la mirada y al instante me arrojo a sus brasos con un profundo sentimiento.

Mil preguntas, un millón de palabras pero únicamente una acción que lo demuestra todo: Un profundo abrazo.

Su piel es muy calida y con la suficiente suavidad para acorrucarme en su regazo.  Me siento tan protegida.

         - Me has hecho tanta falta - Mormuro con lágrimas en mi rostro.

         - Lo se pequeña - Al escuchar su voz lo abrazo todavía mas fuerte y me desahogo completamente.

         - No vuelvas a dejarme- Suplico aferrandome a el como si de eso defendiera mi vida.

         - Nunca te he dejado Celeste, te lo prometí- Me separa para dedicarme una mirada protectora.

         - No te vallas - Presiono su mano.

         - Tengo que hacerlo hermanita, así tiene que ser-

         - ¡Pero te necesito! Por favor Julián Llévame contigo-

         - Eso no es posible, todavía debes vivir una larga vida de felicidad. Celeste eres muy especial y tienes muchos objetivos que cumplir- 

         - No eres real ¿Cierto?-
Mormuro destrozando mi corazón y pisando los pedacitos en el suelo.

         - Soy tu ángel, pero se te acaba el tiempo; Vamos bebe. Despierta-

Presiono su mano pero únicamente para darme cuenta que se desvanece lentamente.

         - ¡No te vallas! -

         - Te amo hermanita-

         - Yo también- Me trago el nudo de mi garganta y cierro con todas mis fuerzas mis ojos.

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Otra descarga eléctrica recorre todo mi cuerpo y doy una gran bocana de aire que me regresa a la vida en una mínima fracción de segundo.