Más allá de las estrellas (Sin editar)

(Cap. 30) Tentación peligrosa.

          - No me intimidas Darío - Aseguro con paso determinante, motivada por una atracción indescriptible que me jala hacía el.

         - Entonces ven, te estoy esperando- Detiene su paso y con su dedo índice me invita a avanzar.

Desvío la mirada, sus ojos me confunden. Se que esta mal pelear con el en su condición pero no deja de hacerme sentir inferior y no puedo permitirlo. Giro los hombros hacía atrás y me acomodo el cabello de modo que no estorbe.

Corro a gran velocidad para interceptarlo, cuando estoy a una distancia de aproximadamente dies metros, me impulso con las piernas y giro en el aire encima de el. En unos de un segundo caigo de pie a su espalda y corto con la daga su traje en forma de una "C".

         - Uau muy bien Celeste ¿Ya pasaste el nivel de principiantes verdad?- Dice con una sonrisa pícara y respondo con una mirada indignada. Estamos de espaldas visualmente comunicados por el audio.

         - En mi primer entrenamiento, gracias. Soy categoría neutro avanzado- Me defiendo, deacuerdo a mis estadísticas; para mi número de sesiones es una categoría digna de un reconocimiento.

         - Yo tengo mi propia categoría, se encuentra después del nivel experto- Sonríe vanidoso, ese "nivel" no existe estoy casi segura.

         - Hablas mucho y no te he visto hacer nada- Replico molesta y me giro para verlo.

No se si esta jugando o todo lo que dice es verdad, por alguna razón mi mente permanece bloqueada y no puedo pensar con claridad.

Cuando me percato, Darío ya no esta enfrente mio y de pronto siento un golpe en la cabeza al caer de espaldas y posteriormente soy elevada pero solo para girar sobre mi misma en el aire y caer nuevamente.

          - ¿Eso te convence? - Sonríe, lo veo por medio de su voz pero no logro identificar donde esta.

         - Me tomaste por sorpresa- mormuro con jaqueca mental.

Mi cabello choca en mi cuello provocado por un fuerte viento, veo a Darío enfrente de mi sin un solo detalle fuera de lugar, casi podría jurar que se teletransportó pero se que corrió por el viento que dejó a su paso.

         - ¿Cómo hiciste eso? -

         - Se llama rayo finito -

Corro nuevamente y me deslizo con suavidad para tomar una arma más potente, regreso con tres maromeras de mi parte y con fuerza corto el aire del sitio donde estaba su cabeza. Me esquiva con facilidad y con destreza provoca que caiga al suelo.

No duro mucho y me levanto, usando la máxima velocidad que mi cuerpo me permite, lo persigo con un esfuerzo que sobrepasa lo normal, pero Darío sin cuidado corre hacía atrás viendome a los ojos.

         - Eres un vanidoso - Acuso con los ojos entre cerrados.

         - Y tu muy predecible - Responde Darío jugando en su pose de retroceder.

Hago un exfuerzo más grande por atraparlo pero no me imaginé que haría lo siguiente.

Darío se detiene en seco sin previo aviso, provocando que tropiese y lo tumbe en el suelo, el hace que nuestros cuerpos se giren y un instante después el queda sobre mi, dando como resultado dos cuerpos agitados juntos.

Estamos terriblemente cerca, nuestras respiraciones aceleradas se escuchan por toda la sala. Darío me observa, su mirada perfora algo dentro de mi. De pronto, siento un deseo imposible de controlar, inexplicable, una tentación peligrosa.

Antes de que mis pensamientos racionales se opongan, ocurre lo predecible ante los ojos de todos menos los mios; Darío se acerca un par de centímetros más a mis labios y nos fundimos en un interminable beso.

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