(Cap. 16) Regreso parte 2

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Poco a poco intento abrir los ojos pero la luz es muy fuerte y se me dificulta, estoy mareada y me duele la cabeza.

No soy capaz de distinguir alguna forma a mi alrededor, solo puedo ver manchas de colores muy brillantes.

Intento levantarme pero mis piernas no tienen la fuerza necesaria y caigo al suelo. Pido ayuda pero mi boca no puede articular ni una sola palabra.

Decido usar lo único que tengo, el tacto. Cierro los ojos para comprobar si es verdad que cuando te falta un sentido los otros se agudizan.

Comienzo a tentar a mi alrededor pero no logro tocar nada, estoy en el piso semi sentada.

El suelo es muy liso, como un azulejo enorme sin figuritas. Porque no siento el límite ni nada irregular.

《 ¿Dónde estoy? 》

Gateo lentamente hasta toparte con algo, es pequeño y tiene cuadritos y rectángulos por todas partes. Lo tomo entre mis manos y ya tengo la idea de que es, pero intento abrir los ojos para verlo.

La luz me cala, por lo que cubro mis ojos con ambas manos. Veo lo rojizo que se transpasa entre los dedos y poco a poco retiro mis manos.

Ya puedo ver lo que tengo en mis manos y efectivamente es el mismo brazalete que les he visto puesto a todos en el centro del universo.

Mi vista se aclara completamente y ya puedo ver a mi alrededor, estoy en el mismo lugar en el que desperte hace un tiempo.

¿De nuevo dormi dos días? 》

Mis piernas estan bien, solo que muy cansadas. Me pongo de pie con dificultad y me siento en la cama ¿Me caí mientras dormía o qué?

Dejo pasar unos minutos de recuperación, se que deberia esperar a que vengan por mi pero ellos no esperaran para matarnos así que pongo el brazalete en la cama y camino para la pared.

Los mismos símbolos, presiono el boton con una ¥ invertida y aparece el cilindro transparente.

- Hola cilindro-Mormuro.

Presiono algunos botones a lo tonto y entro a el cilindro, comienza a girar y sube, oh que bien.

Lo mismo otra vez, pero ahora dura poco el viaje, se detiene en una sección plateada y salgo, estoy en un mini cuarto plateado y las puertas se abren.

Apenas salgo del mini cuarto, entro al cuarto de las estrellas y me provoca una ligera sonrisa, pese a todo admito que las estrellas me gustan y me tranquilizan.

Frente a ellas, veo a un par de personas sentadas en los "muebles" platicando tranquilamente.

Camino con rumbo a ellos sin saber precisamente que les voy a decir.

- Hola- Mormuro, ambos voltean y me miran sorprendidos pero la más sorprendida soy yo.

《 ¿Que demonios pasa aquí? 》

- ¿Darío? - Pregunto con los ojos muy abiertos y mi mandíbula en el suelo.

Está diferente, viste de negro con muchas armas extrañas en los costados de las piernas y se ve más alto, su pecho es mucho mas ancho y sus piernas tambien, no esta gordo, solo es más grande. Sus ojos son profundos y dorados, tiene la cara más delgada con pequeños puntitos anaranjados en las orillas. Claro que está diferente pero es el, si es el.

- Celeste ... yo ¿Qué haces aquí?- Responde nervioso y voltea a ver a Joán, lo que me provoca doble confusión.

- ¡Tu que haces aquí!- Le grito a Darío.

- Celeste, tranquilizate- Dice Joán en voz baja.

- ¡No! ¡No quiero!- Grito pero enseguida de hacerlo me arrepiento porque me escuché como niña berrinchuda.

- Te explicaré, lo prometo. Pero deja de gritar- Pide Darío.

- No te creo, estuvimos juntos mucho tiempo y no me dijiste que sabías sobre todo esto- Insisto pero esta vez sin gritar, bueno solo en al final -¡Me mentiste!-

-No, no te mentí...- Se defiende con seriedad -Solo te lo oculte-

- Como sea, Darío los estas ayudando y ¿Sabes lo que planean hacernos? ¡Quieren matarnos!- Digo enojada.

- El no es una persona- Suelta Joán de golpe y mi expresión cambia totalmente.

- ¿Qué?- Mormuro seca, confundida y sintiéndome traicionada.

Darío le da una mirada asesina a Joán y luego voltea a verme con los mismos ojos apenados de la primera vez que nos vimos.

- Siéntate y te lo contaré todo ¿Si?- Ofrece Darío e incrédula lo hago.

**♡**

**♡**

- Entonces. .. Eres uno de ellos- Mormuro triste.

- Soy un Kadrox y tuve que vivir en tu planeta por un par de años- Dice sin darle crédito a sus palabras.

- Entiendo- Digo seca, muy seca y fría.

- Celeste ¿Qué decidiste? ¿Serás un Kadrox?- Pregunta Joán.

- ¿Tu también lo eres?- Ignoro su pregunta y contrataco con la mia.

- Si, pero sedentario, trabajo desde aquí adentro- Responde

- ¿Seras Kadrox?- Vuelve a preguntar con firmeza.

- No te importa- Respondo con la misma firmeza y salgo de la habitación.

Me siento traicionada por las únicas dos personas que me agradaban e inspiraban cierta confianza. Ahora estoy más sola de lo que estaba hace algunos minutos, tengo que enfrentar esto con mucho valor y confianza en en mi misma.

Hay muchos pasillos y solo camino por la ruta más cercana, a pesar de que me siento sola se que no puedo permitirme llorar o debilitarme.

Sin embargo bajo la mirada, me recargo en la pared y poco a poco caigo para reunir mi cuerpo en el suelo.

Pongo las manos en mi cabeza y la cara en mis rodillas, no lloro solo quiero tener un momento para mi misma, en mi propia frustración.

Escucho unos pasos acercarse a mi, levanto la mirada y abro la boca para gritarle a Darío y Joán que no quiero verlos.

Pero no son ellos, es otro hombre desconocido para mi.

Cierro la boca e invadida por un ataque de orgullo me enderezo para verlo a los ojos.

- Ciska quiere verte- Dice con voz muy dura.

- También quiero verla- Respondo con firmeza y orgullosa de mi misma por lo segura que sono mi voz sonrío internamente.

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Más allá de las estrellas (Sin editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora