Más allá de las estrellas (Sin editar)

(Cap. 17) ¿El qué se enoja pierde?

- Es un implacable placer verte nuevamente querida- Dice con toque de sobre confianza en si misma que me incomoda.

- Lo mismo digo- Respondo intentando no sonar molesta -Señora.

Ups, creo que no soy buena ocultando mi estado de ánimo. Pero tengo que esforzarme si quiero conseguir mi propósito.

- ¿Serás un Kadrox?- Pregunta sin anestesia, uau esta mujer no se anda con rodeos.

- Señorita Ciska, entenderá que es muy difícil para mi el aceptar ayudarlos en la destrucción de mi mundo- Digo simulando un tono dulce pero me detengo para no regarlo.

- Entiendo claro, más sin embargo también entiende que su falta de humanidad solo nos impide al resto- Dice con tranquilidad pero se atora en la última palabra -Progresar.

- Sus informes y pruebas contra nosotros pueden no estar del todo correcto- Debato.

- ¿Cómo podrían estar equivocados Celeste?- Interroga y dice mi nombre como lo hace mi mamá cuando se enoja, con voz seca, alta y dura.

- Solo es una opción, nada es cien porciento seguro y sus informes pueden estar equivocados- Digo y bajo la mirada, demonios tan bien que iba.

- Ok, pero es por mucho la mayoría y esas pruebas me bastan para tomar esta decisión- Dice olvidando mi intervención - ¿Aceptas? Recuerda que podras salvar a una persona contigo-

¿Una persona? Obviamente salvar a alguien es mucho mejor a todos mueran pero no podría escoger a solo uno, los quiero a todos. ¿Porqué permito que esta mujer me intimide? Si en mi vida cotidiana lo permitía ahora no puedo hacerlo, porque no se trata solo de mi y mi inseguridad estupida, se trata de todas las personas y más de mis seres queridos.

- Aceptaré con una pequeña condición- Digo por fín mirándola directamente a los ojos.

- No puedes pedir más Celeste- Responde al instante y yo solo le mantengo la mirada, si no acepta todos moriremos.

- No le afecta en lo más mínimo- Pido aferrada a mi última esperanza.

- Lo siento Celeste pero no- Rechaza mi petición y mi alma cae al suelo hecha pesazos.

- ¡Entonces adelante, matame!- Grito enojada ¿Qué más puedo perder? -Porque no te apoyaré si no me permites hacer el intento por demostrarles que ¡No todos somos la mierda que dicen!-

- ¿Estás loca? No me ensuciaré las manos contigo, moriras con ellos, es tu planeta- Dice y no logro contenerme, la sangre me hierve dentro de la rabia.

- ¡¡¡HIJA DE PUTA!!!- Grito a todo pulmón con lágrimas en los ojos.

Rápidamente dos guardianes me toman de los brazos e impiden que le parta la cara, ella me mira muy soprendida y no puedo evitar que de mi bocan salgan víboras de tanto que empiezo a maldecirla.

Ellos solo escuchan esperando alguna orden de la perra esa que solo se queda muy quieta mirándome.

Un gran nudo en mi gargata es el que me detiene y las víboras dejan de salir de mi boca. La miro furiosa, oh si mis ojos fueran pistolas que gustosa estaría.

- Encierrenla- Ordena por fín.

- ¡¡¡Dices que nosotros somos la mierda pero tu lo eres mil veces más que todos nosotros juntos perra!!! - Grito mientras me sacan a jaloneos de la habitación.

Apenas estamos afuera uno de ellos me suelta y me da una gran bofetada que me hubiera tirado al suelo si el otro no me estuviera agarrando del brazo.

Me duele mucho y mis lágrimas inundan mis mejillas pero aquí he sufrido mas dolor que eso y me levanto porque solo alimenta mi rabia. El se empieza a reir y se arrodilla enfrente mío, reúno saliva en mi boca y con mucha fuerza le escupo en la cara.