Más allá de las estrellas (Sin editar)

(Cap. 26) Cambio de planes

No puedo creer que lo estoy haciendo, su pecho sangra y es la primera vez que veo que en un ser vivo por aquí que el liquido que fluye es rojo. Siento una puñalada de culpa, de alguna manera me identifico con el.

El primer golpe de la batalla aunque parezca increíble, lo di con los ojos cerrados. Ahora solo me dedico a correr por la sala, mientras el intenta perseguirme con una arma peligrosa que deje caer cuando ataqué.

De entre mis múltiples habilidades solo he desarrollado algunas, sin embargo en los pocos entrenamientos especializados en los que tuve oportunidad de desarrollarme aprendí a controlar uno que ahorita me esta sirviendo de mucho.

Mi propio control gravitacional. Aprovecho la distancia a mi favor que existe entre los dos para detenerme y concentrarme.

Cierro los ojos y trazo una escalera imaginaria en la que lentamente puedo subir por el aire. Sonrío, puedo hacerlo.

El se acerca, su velocidad a incrementado considerablemente sin embargo puedo calcular que estoy a una altura por lo menos quince veces su tamaño. Finalmente llega, lo escucho.

         - Baja, pelea - Exige, su voz es tan extremadamente rasposa y gruesa que niego con la cabeza.

¿Y si me quedo aquí y fín de la batalla? ¿No puede haber empate? Mis preguntas tienen como respuesta un grito desgarrador que me perfora el alma. Mike.

Lo siguiente susede muy rápido. Abro los ojos alterada y lo único a mi vista es mi contrincante con la boca abierta y la cara tensa. Caigo al instante al suelo y por toda la sala se escucha el sonido del impacto acompañando al grito.

El golpe no logra atontarme y lo veo cerrar la boca para después escuchar el silencio.

Tardo más de cinco segundos en entender que ha pasado, el mismo tiempo en el que el logra perforar el lado lateral de mi vientre dos veces, la primera no logro interferir con el traje y la segunda entro unos centímetros.
Grito pero porque esperaba dolor y al mismo tiempo recuerdo que eso es pasado. Me incorporo rápido, escabullendome para escapar.

Corro nuevamente a la arma más cercana, el tras de mi. Me impulso con las piernas y la tomo entre mis manos una vez que caigo al suelo, me giro rápidamente y el cae encima mio.

Sus ojos se abren mucho y me miran con súplica, bajo la mirada y veo mi arma clavada en su pecho. Oh no. Mi corazón se acelera y se hace chiquito, sentía su calor, es un ser vivo. Uno que yo acabo de asesinar.

Me altero, empiezo a temblar y suelto el arma para empujarlo a un lado. Cae en la misma posición, su cuerpo esta rígido, como congelado.

Me levanto y camino para estar enfrente de el. Su mirada vive y me mira solo alimentando mi culpa, mi tristeza.

         《 ¡Noooo! 》 Grita mi voz interna que desesperadamente intenta revivirlo.

Reviso con la mirada el arma y me percato de algo que provoca tanta paz interna que caigo al suelo con una sonrisa, no es un arma mortal. Recuerdo esa categoría, Joán me explico su funcionamiento: Congela al enemigo por unos momentos y después puedes asesinarlo de la manera que elijas o bien trasportarlo.

         - Celeste es necesario que termines con la batalla, lo has hecho muy bien. Continúa- Quien habla es nada más y nada menos que Ciska.

En el mismo instante la iluminación de la sala se enfoca en el arma que mi contrincante uso para erirme y que aún permanece sostenida por su mano.
        
Estoy de pie, inmóvil, incapaz de dar signos de vida. No se calcular cuanto tiempo he permanecido en esta condición.