Más allá de las estrellas (Sin editar)

(Cap. 13) El amor y la virginidad

-¡Estas viva! ¡Eres una perra suertuda! ¡Ya me veía en pleno funeral con el discurso de despedida!- Grito Samanta a travez del telefono.

-Hace falta más que un secuestro para desaserse de mi- Respondo con una ligera sonrisa. Se siente tan bien escuchar nuevamente a esta chica.

-¿Pero estas bien? ¿Te violaron? ¿Sigues siendo virgen?- Pregunta con tono preocupado, pero Sam no es la persona más prudente del mundo.

-Oye sigo siendo virgen pero no me hables de eso- Escucho un suspiro exagerado de decepción de parte de ella y lo ignoro - Tengo algo que contarte ¿Pueden tu y Brenda pasar la noche aquí?

-Eh, hoy hay fiesta en la casa de Fabián y es mi jale ¿No quieres ir?- Pregunta un tanto dudusa.

-No Sam, prefiero estar aquí. Luego vienen - Respondo algo triste. Mis amigas son mucho más sociables y atrevidas que yo, la verdad no se cómo somos tan amigas siendo tan diferentes.

-Esta bien bebe iremos a tu casa entonces, deja le aviso a Brenda que como ya anda con taquero se la vive cogiendo en su casa- Responde ella y no puedo evitar reir.

-Las extraño mucho- Mormuro y tras ella desirme lo mismo. Cuelgo.

Son aproximadamente las 5 de la tarde, el día de hoy todos acudieron a sus respectivas actividades a excepción de Mike que volvió a faltar para estar conmigo. Toda la mañana jugamos y reímos como antes hasta las tres pues a esa hora mi mis padres me llebaron a la policía para rendir mi declaración. Repeti lo mismo sintiéndome culpable pero en fín, si el mundo se va a acabar, ya que.

Acabamos de llegar y lo primero que hice fue hablar con Samanta. En realidad si quiero, tener intimidad con Mike ella es la que me puede aconsejar, más que nada por experiencia.

Estoy cómodamente acostada en el sillón de la sala comiendo una bolsa de papitas cuando escucho que alguien toca la puerta. Ilucionada de ver a Brenda, a Sam, o a Mike abro la puerta.

Decepcionada bajo la mirada y veo a un niño pre puberto con el cabello castallo mucho mas claro que el mio y un par de lentes obscuros. El me mira unos segundos y empuja la puerta para abrirla más.

-Vengo a ver a mi novia- Dice entrando a la casa y mormuro un pasale que el aparentemente no escucha.

- ¿Hablas de Belinda?- Pregunto un poco molesta.

- Obviamente - Responde sin verme sentandose en el sillón dónde minutos antes estaba tan comoda.

- No ésta y no volverá hasta mañana así que si me disculpas tengo cosas que hacer- Miento y abro la puerta que ya estaba entrecerrada indicándole la salida.

El niño que ya tan mal me cae me mira sorprendido y se quita los lentes dejando a ver sus ojos asules muy abiertos conjugando una expresión indignada.

《 Niño mimado 》

- Esta humillación no quedara sin castigo - Dice minimizandome con la mirada y se para.

- Niño has lo que quieras pero esta es mi casa y te vas- Anuncio molesta.

- Nefrodita - Dice caminando a la salida, estoy casi segura que ni siquiera sabe el significado de esa palabra.

- ¡Celeste! ¿Has visto mi blusa morada?- Grita Belinda y mi mentira cae al suelo rompiéndose en mil pedasos.

El chico voltea a verme y se ríe

- Gracias por la lección Ce les te- Dice y acto seguido sube rápidamente las escaleras en busca de mi hermana.

Me quedo estupefacta, si este niño es el famoso "Daniel" estoy perdida, más bien mi pequeña hermana lo ésta. No me muevo en lo minimo hasta que escucho el grito de mi hermana y de trancaso cierro la puerta para subir las escaleras.