DIECIOCHO XVIII: SOFI

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Sin decir más el señor Koslov me ordenó que me retirara de la habitación para llevarme a otra. Seguí a Ian muy de cerca para no perderme. Llegamos a una habitación que parecía más un salón de belleza, completamente blanco y muy bien iluminado con tres asientos negros y espejos frente a ellos, en definitiva era un pequeño salón de belleza dentro de la casa. Ahí había una dama vestida completa de negro, muy bien arreglada. Me miró y su rostro se iluminó.

- ¿Esta es la chica que tengo que preparar? – le preguntó a Ian muy animada. Yo me acerque a ella para presentarme antes de que Ian le contestara.

- Un placer, soy Enyel Lux. – le extendí la mano y ella me saludo muy educada.

- Eres una chica muy bonita Enyel. Buen físico, una voz muy bonita, buen cutis. Debes tener a muchos detrás de ti cariño. – me dijo guiñandome un ojo.

- Eso no lo sé. – le contesté algo sonrojada.

- Eres de la que no se da cuenta, que divertido. Hay discúlpame cariño ¿y mis modales dónde están? Soy Sofía Alemán, pero dime Sofi.

- Encantada Sofi.

- Y bien. ¿Ian, cariño? ¿Ella es la que tiene que lucir menor? – le preguntó con un brillo de diversión en sus ojos.

- Así mismo es Sofi.

- Bien pues manos a la obra, puedes retirarte Ian.

Ian se retiró dejándome a Sofi y a mí, solas en aquella gran e iluminada habitación. Sofi me explico que no me vestirán de gala ni nada por el estilo, pero si tenía que maquillarme un poco, y me dijo que solo un poco, porque yo luzco más joven de mi edad. Pero para llegar a la edad que quieren sin que hagan a la persona dudar debía dar uno que otro toque de inmadurez en el maquillaje y la ropa. Terminó mucho más rápido de lo que imagine y llamó a Ian. Él entró a la habitación y quedó un tanto asombrado.


YO ERA UN ANGELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora