YO ERA UN ANGEL

TREINTA Y DOS XXXII: EL ALTO MANDO

La formación que se había hecho ya no era la misma. Dos se habían quedado en el área del ascensor. Los demás fueron acomodándose en ciertas áreas mientras caminábamos a la sala de estar. Quien nunca se despegó del señor Koslov fue Ian, por ende yo no me había despegado de él. Note que el hombre que saludo al señor no dejaba de tirar miradas de curiosidad hacia mí.

El señor Koslov llegó hasta el mueble que estaba frente a aquel hombre desconocido, pero igualmente bien arreglado a aquella hora de la madrugada. Se dieron un saludo normal, un pequeño apretón de manos, a mi parecer no muy amistoso. Tomaron asiento, detrás de aquel hombre desconocido había dos hombres resguardando. Nosotros estábamos detrás del señor Koslov. El hombre que nos había recibido al ascensor abrirse se paró junto a Ian.

- ¿Ian?

- ¿Yussuff? ¿Cómo has estado?

- Todo bien y tú.

- No me quejo. – note por el rabillo del ojo que Ian sonreía de una manera un tanto extraña de descifrar. – Anda Yussuff pregunta, sé que estás loco por hacerlo. – una pequeña sonrisa se dibujó en el rostro del que ahora sabía se llamaba Yussuff.

- ¿Quién es la niña? ¿Ahora el señor Koslov entrena menores? Eso no es normal en él. – Ian sonrió un poco.

- Es mayor de edad aunque no lo parezca. Sabes que Koslov jamás tomaría a una menor de edad.

- Bueno ni a una mujer, me parece que es la primera vez que veo a una en su grupo.

- Tiene razón, pero esta es una ocasión especial.

- Bueno si lo dices por algo es.

Aquellos dos hombres mantenían una conversación amistosa, al parecer se conocían de hacía bastante tiempo. A pesar de querer escuchar más quería saber por qué había ido allí. Por eso intente prestar atención a la conversación del señor Koslov con aquel hombre. Al parecer había cometido una infracción en el área. Algo que no está permitido hacer según el reglamento del señor Koslov. Empezaba a comprender más la situación, el señor Koslov era el alto mando en toda esta área.