El dragón y la sirena relatos de la llave siniestra

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Entre sus cabellos y sus ojos multicolor resalta un turquesa precioso duro el instante de luz al volver la oscuridad. Inari saca la cabeza del agua sonriendo con mucha alegría, aplaude enérgicamente, mueve su cuerpo dando giros bailando de felicidad su mirada alcanzó a ver la identidad de la chica.

Nuevamente Keylán es sujetado por ella, el tentáculo fue desintegrado en ese pequeño momento de luz... De repente los pilares de la isla son expulsados de lo profundo y la nueva isla queda perfectamente ordenada en la superficie, seguida de una explosión de oscuridad, la peculiar pareja es disparada por los aires ella se aferra a él para caer juntos pero múltiples rayos oscuros los golpean a ambos causando daño en sus cuerpos, sin darse cuenta disminuye la presión ejercida en él y acaba por soltarlo...
É

l cae primero su cuerpo sigue dormido a unos cuántos metros cae la silueta de está desconocida sirena.

Una gran ola rodea la ínsula, es mil veces más grande que la isla, si fuese un tsunami arrasaría la mitad del mundo, el agua cambia la claridad pasa a ser traslucida deja en el olvido su tono azulado marino y se vuelve transparente como cristal, excepto por una deforme mancha que sigue igual de oscura en medio de la enorme ola....

Su cabello y sus ojos se tornan por un segundo pálidos para pasar a ser castaños... Unas gotas de sangre caen de su hombro derecho, al sentarse su cola está lastimada varios colmillos oscuros la han cortado y atravesaron su cuerpo, en su mayoría solo son rasguños a excepción de tres heridas bastante grandes, en su hombro de donde proviene la sangre hay un agujero, en su abdomen se ven unas cuantas costillas y en ambos muslos tiene un tentáculo qué los atraviesa por el frente y se une atrás en un tipo de atadura que le impide mover su cola, la sangre mancha la arena cada vez más haciendo un charco rojo bajo ella, el dolor comienza a escalar en la chica, arañas de dolor suben sobre su piel hasta llenarla por completo de sufrimiento...

- Te dije que aquí eres menos que nada, aquí tu poderoso padre no es nadie ni si quiera el apellido de tu madre, así que tomare tu vida - Replicó un coro de múltiples voces salientes de la gigantesca ola, ella solo cierra los puños y apretando los dientes observa cuatro enormes colmillos formados en las olas, es como si quisieran hacer una cruz o una x con ella en medio.

- Ningún mortal podría resistir al impacto de mi profundidad oscura - Exclama la criatura, dos manos salen del agua estás son completamente negras, en ambas palmas hay un tipo de agujero espacial, trae esa oscuridad de otra dimensión u otro mundo, al menos eso parece.....
Al cerrar las manos quedan verdes en tono musgo pero muy escaso siguen pareciendo negras, la señal para iniciar fue guardarlas nuevamente en el agua.
Del tentáculo atorado en su cola crecen más dando el nacer a una enredadera para evitar que esquive el ataque, incluso a tapado sus ojos y su boca, sea extendido por todo su cuerpo.

Los cuatro taladros buscan toparse sin importar cuantas vidas arrastran consigo o lo que destruyan con tal de alcanzar su objetivo, todos se acercan a una velocidad insuperable, ella siente la brisa alterarse a su alrededor, sabe que sé aproximan y no esta segura si podrá resistir... El espació se agota más entre ella y está parte materializada de profundidad.
Sus oídos se llenan con un sonido de gotas al caer en la arena, su nariz reconoce el aroma a sangré y siente una presencia casi tocando su cuerpo.

Keylán está frente a ella con el ojo derecho cerrado y el izquierdo entre abierto, la mente de ambos aún duerme junto con sus cuerpos, la simple inercia causo su movimiento para ayudar a la extraña que los salvo, de una forma inconsciente el deseo de parar el golpe impulsa a los dos a actuar.
Dos puntos se unen en su pecho atravesando el lado izquierdo de su espalda alta mientras otra parte lo intercepta en su pecho rozando su corazón, con sus manos detiene las otras dos líneas pero su fuerza es escasa a pesar de no sentir dolor por su estado, él cuerpo pierde sangré y vitalidad, siendo abandonado lentamente por su resistencia. Unos segundos bastan para que caiga de rodillas ante la presión ejercida por los colmillos, de repente los que sostiene con las manos se quiebran y de si mismos crecen agujas negras, delgadas y afiladas estás perforan los brazos, los hombros y las piernas de él, orillándolo a ceder ante la presión.

De su garganta sale una débil tos diminuta y seca en ese mismo segundo los corazones de ambos laten de una forma distinta, la pupila izquierda de Keylán se hace pequeña devolviendo el sentir de si mismo, el dolor se posa por todas sus heridas, la ligera tos se convierte en un gran gemido aterrador de dolor, sus gritos emiten un gran eco el cuál despierta a Ziriam y Galleon, la princesa trata incansablemente de liberar se de su atadura pero al luchar más fuerte se vuelve y se multiplica aún más generando más y más capaz sobre ella...

De repente la espalda del chico desprende humo, en un parpadeo la piel de su espalda a desaparecido, su ojo derecho es rojo tal cuál sangre y el izquierdo es completamente negro.
Su aullido calla y da paso aún grotesco gutural en forma de rugido, junto con un grito de guerra lleno de irá, las voces de ambos se pueden diferenciar de alguna forma se escuchan ambas pero también se han combinado para sonar como una sola vos....

Algo pasa en su interior de alguna forma sus espíritus se están vinculando por primera ves en todo este tiempo, algo nuevo está tomando forma por medio de los dos, por un segundo sus manos dejan de luchar a causa de esto sus hombros logran ser atravesados uniendo las líneas, al tocarse las cuatro llenan de una increíble presión su interior es casi como la gravedad...
El gran rugido y el grito se convierten en dos tempestades fusionadas en una.
Una enorme nube de ceniza negra cubre a Keylán y a la sirena, debido al ataque de la bestia el vinculo a sido fracturado, ahora nadie sabe lo que saldrá de estas tempestades...