XIV

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Tuvo unas enormes ganas de lanzarse contra el contrario y abrazarlo y besarlo ya que nadie les prestaba atención, todos estaban en lo suyo pero sin embargo aquel chico lucía un poco más ensombrecido de lo habitual, cargaba un semblante más oscuro, más frío, más vacío. Pudo notar como estaba un poco más delgado ¿estaría comiendo bien? De pronto notó algo bastante curioso en él, lo cual lo había sorprendido aún más, en sus ojos ya no se notaban tanto las ojeras, ya no existían en sus ojos. Le parecía extraño ver a Stiles de una manera tan normal ¿Qué le habrá ocurrido que ahora lucía tan normal?

─Stiles...tú...

─¿Luzco distinto? Lo sé, pero aquí no es un buen lugar para hablar de eso ─Tras haber estado un tanto agachado se levantó para mirar al rubio regalándole una sincera sonrisa, el solo ver aquel gesto hizo que las piernas de Theo temblaran─. Ven, no nos notaran por un tiempo.

Stiles tenía razón por lo que se levantó con cuidado de la banca y tomo la mano que le ofrecía el contrario para salir por una puerta de emergencia, la cual nunca estaba custodiada. El pasillo era otro lugar que no estaba custodiado de guardias o de gente llevando más comida hacia el comedor por lo que fue un gran alivio de parte de Theo tener por un momento a solas con Stiles. Ambos entraron a un cuarto de limpieza cerrando la puerta detrás de ellos.

Lo siguiente que Theo supo es que su cuerpo estaba contra la pared y los labios de Stiles lo besaban con mucha hambre y necesidad, era un beso bastante distinto a los otros que se habían dado aquella vez en el callejón, en este se buscaban la necesidad del otro, los labios y la lengua mientras se intensificaba aquel beso, el rubio ni siquiera estaba seguro si era buena idea de hacerlo en un lugar tan pequeño, la idea, a pesar de que a Theo lo estaba excitando después de pasar mucho tiempo sin su Vacío, sentía que no era la mejor idea hacerlo, no justo ahora. Como si el castaño lo hubiera escuchado sus labios se separaron y a pesar de la tenue luz podía seguir observando aquellos ojos de la misma manera que siempre, lucía totalmente relajado y algo ¿alegre? El rubio no estaba totalmente seguro, ya que, nunca había visto sonreír de una buena manera al contrario.

—¿Qué ha pasado? ¿Por qué ahora no puedo verte? —cuestionó Theo buscando una necesidad de saber que era lo que estaba pasando.

El contrario soltó un suspiro mientras que sus dedos acariciaban el cabello del rubio formando una especie de rulos con estos.

—Se rumorean muchas cosas, Theo. Cosas sobre ti, solo que nadie se atreve a decirlas en frente de ti ¿no has notado que a veces se te quedan mirando?

Era cierto, a veces cuando entraba en el comedor algunas miradas se quedaban sobre él como si tuviera una araña en el rostro o algo, y cada vez que Theo iba a preguntarles con algo de fastidio que sucedía los demás reos preferían voltear la mirada hacia otro sitio, como si nada hubiera pasado. Aquello no le decía nada, solo lo dejaba todavía más confuso.

—Pero... ¿qué significa todo eso?

—¿Cuándo fue tu última cita con tu psicóloga? —cuestionó Stiles.

—Hace unas semanas, pero ¿qué tiene eso que ver?

Nuevamente un suspiro y por primera vez Theo sintió la necesidad de golpear a Stiles ¿por qué se callaba? ¿Qué era lo que todos rumoreaban de él que El Vacío era incapaz de decírselo? ¿Por qué le importaba la última vez que vio a la doctora Martin?

—Stiles...

—Necesito que me prometas algo, y por favor necesito que lo cumplas porque siento que es la única manera en la que podamos salir de aquí juntos.

—¿¡Qué mierda ocurre!? —sentenció Theo alzando la voz, lo cual sorprendió un poco a Stiles, ya estaba harto de que le diera tantas vueltas al asunto.

Finalmente el castaño se rindió y miró a los ojos al rubio listo para decirle lo que él había escuchado:

—Desde tu cita con tu psicóloga escuché como ella hablaba con mi nuevo psicólogo (su nombre es Peter Hale), quien parece aún más loco que todos los que estamos aquí, y dijo que necesitaba alejarnos a los dos, tal parece que tu nuevo comportamiento se ha debido por lo acontecido hace unos días tras la revuelta y lo que le hiciste a Parrish, quien ya sabes que ahora esta aquí con nosotros como reo, está en una habitación solitaria por tener una clase de "enamoramiento" con uno de los reclusos, o sea tú. Agregado eso, dijo que tras habernos encontrado a los dos en una posición bastante sexual en un callejón como si todo estuviese planeado por los dos, más tu manera de responderle a tu psicóloga, ella indicó que estas sufriendo de una enfermedad que se puede curar.

Theo estaba totalmente sorprendido, aquel chico había dicho todo aquello de una manera tan veloz que le costaba en momentos entender todo lo que le estaba contando, así que fue tomando su palabra por la marcha, pero sin duda, en todo aquello había una respuesta; la única que Theo quería saber porque ahora los dos los habían alejado totalmente.

—¿Y qué enfermedad es esa, Stiles?

—No te has dado cuenta, ¿verdad?

Theo solo negó con la cabeza.

—Padeces de Síndrome de Estocolmo.

Insane [Stheo/Steo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora