XV

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Aquella revelación hizo que Theo solo hubiera abierto la boca completamente. ¿Síndrome de Estocolmo? ¿Qué significaba esa mierda? ¿Qué se había enamorado de Stiles solo por haberlo violado y después ayudado a escapar de aquel lugar por tan solo unas horas? Un bufido y una risa sarcástica salieron de los labios de Theo para mirar al contrario con diversión.

—¿Así que ese es todo el problema?

—¿A qué te refieres, Theo? —Stiles había alzado una ceja luciendo en su rostro una mirada bastante confusa.

—¿No te das cuenta? Hacen toda esta mierda para separarme de ti, porque ellos creen que si estoy contigo haría cualquier cosa estúpida para hacerles daño a ellos, o que me sacrificaré por ti ¿y todo para qué? Para recibir una golpiza, es por eso que hacen que no nos veamos porque quieren probar que mientras más tiempo alejados estemos, probablemente yo haga algo para ir a buscarte.

—Eso es lo que ellos piensas exactamente.

—No les daré ese gusto —sentenció Theo para mirar al Vacío quien en sus labios ahora tenía una sonrisa algo triste—. ¿Eso explica por qué luces como si hubieras perdido tu esencia?

El semblante de Stiles cambió un poco, volviendo aquel rostro que había conocido; apagado, sin vida, como un completo vacío debía de lucir.

—¡Esos cabrones me han inyectado muchos analgésicos y cosas para dormirme! Mi nuevo compañero dice que le aterra ver mi rostro y solo quiero romperle el rostro a puñetazos, esos hijos de puta me han noqueado tantas veces que ahora despierto en medio de gritos... ¡Porque las putas pesadillas están llegando!

Aquella manera de expresarse, y aquella furia encarnecida, sin duda era El Vacío que Theo había conocido en aquellas semanas que había pasado junto a él, y que sin duda había dicho que lo rescataría y que se lo llevaría consigo. Stiles notó la mirada de Theo sobre la de él regalándole una sonrisa con mucha suficiencia para después juntar sus rostros y volverse a besar con mucha furia y pasión.

—Prométeme que harás lo que te pedí —susurró El Vacío frente a sus labios.

—Recuérdame que era lo que querías que hiciera...

—Compórtate, por mucho que estos cabrones no nos quieran juntos, necesito que no digas o hagas algo que tenga que ver conmigo, si nos cruzamos en pasillos no me mires ni nada, con tan solo una mirada podrían darte una paliza y darte mucho más tiempo aquí, averigüe que la única manera en la que puedas salir de aquí es trabajando, haciendo tareas sucias que ellos te obliguen hacer, hazlo...por nosotros.

Ese último énfasis hizo que las piernas del rubio temblaran un tanto por la emoción y que del mismo modo sonriera, era algo que si podía hacer, quizás llevase algo de dificultad porque los guardias eran unos completos cabrones, pero si era el único método de salida; lo haría.

—Cuenta conmigo.

Stiles sonrió ante la aceptación y después lo volvió a besar, no por mucho tiempo sino como un pequeño roce de sus labios.

—Es mejor volver —fue lo único que dijo Stiles tras abrir la puerta.

Se acomodaron un poco la ropa para que esta no luciera tan desordenada y no levantaran nada de sospechas, el pasillo seguía completamente vacío y al volver al comedor seguía repleto de personas, pero nadie se fijo que estaban volviendo de un lugar sumamente "prohibido". Theo caminó hasta la luz para dar una vista de su cuerpo y después camino hasta los guardias para que lo esposaran y se lo llevaran de nuevo a su celda. Al llegar a esta fue empujado al suelo luego de que le quitaran las esposas.

—¿Qué tal el almuerzo? ¿Una mierda como siempre? —preguntó Liam quien todavía lucía algo magullado contra su cama.

—No te imaginas cuanto —respondió Theo sin levantarse todavía del suelo, manteniendo una sonrisa de felicidad en su rostro, ahora ya sabía una manera de salir de ahí.

Insane [Stheo/Steo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora