Insane [Stheo/Steo]

V

Advertencia: Este capítulo puede contener escenas y lenguaje no aptos para menores de 18 años, que conste que les estoy advirtiendo. No quiero luego alguna queja al respecto.

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—¿Estas loco? —dijo Theo—. No hay ningún modo de salir de aquí.

El contrario hizo un ligero movimiento de su cuello, por un segundo el joven pensó que se abalanzaría contra él y trataría de apuñalarlo, por algo había puesto cerca la almohada para sacar el cuchillo y apuñalarlo, o quizás matarlo si se le presentaba la ocasión, ese sujeto estaba completamente loco podía pasar de todo por aquella lunática cabeza.

—Debe de haber una manera de hacerlo ¿nadie lo ha intentado?

—No —respondió el rubio—. Es básicamente que imposible.

Stiles hizo una ligera mueca como si no le creyera a Theo, este no le importo que el otro creyera o no en su palabra, era verdad, ningún interno lo ha intentado, ni siquiera sabían donde estaba la sala de control o eso era lo que pensaba el rubio. ¿Por qué querría su ayuda? Ni siquiera eran amigos, si bueno, el castaño dijo que era lo más cercano que tenía a un amigo, entonces recordó al Vacío besando sus labios lo cual le resulto algo repugnante ¿por qué él había hecho eso? Simplemente para Theo todo le parecía un completo enigma.

Lo vio regresar a su cama notando entonces como las sabanas quedaban manchadas de un color marrón, la sangre del rostro estaba empezando a secarse. Volvió a recordar cuando él mismo fue golpeado por aquellas porras, toco como acto de defensa su hombro derecho ahí fue donde había recibido la mayoría de los golpes la primera vez, pero en Stiles no se notaba algún golpe sobre su cuerpo era como si se hubieran encargado de golpear varias veces su rostro hasta dejarlo magullado ¿así también había quedado Valack? Se pregunto a si mismo y la verdad no quería siquiera saber la respuesta de esa pregunta, o aún peor, el saber porque el castaño lo hizo.

—¡Eh, Raeken! —escucho Theo a lo lejos, sabía que era un interno quien lo llamaba así que movió su cuerpo hasta la puerta encontrándose con Ramírez quien le devolvía la mirada desde su habitación—. ¿Es cierto lo que dicen los guardias? ¿tu compañero golpeo a Valack? —en el latino se notaba una sonrisa de completa diversión, sabía que dijese lo que dijese Theo se escucharía por todo el reformatorio.

Trago saliva un poco y su mirada se dirigió a Stiles quien lo miraba con completo interés como si le importara que hablaran de la gran obra que el joven hizo. Nuevamente su mirada se dirigió hacia el otro interno y soltó un suspiro, daba igual decirlo o no, de todas maneras todos se iban a enterar tarde o temprano de tal hazaña.

—Si —confirmo y se escucho entonces el sonido de varios internos los cuales habían acercado el oído lo más que podían para saber tal respuesta.

—Cinco veces golpee su maldita cara contra la mesa, realmente se lo merecía ese hijo de puta —dijo Stiles acercándose igual hacia la puerta, en su rostro se veía (a pesar de las magulladuras y la sangre) una sonrisa de orgullo.

Varios internos comenzaron a golpear las puertas ante tal emoción, tal parecía que a nadie le importara que un hombre hubiese salido lastimado ellos solo deseaban verlo muerto. La mirada del castaño se dirigió hasta Theo notando este los perfectos dientes del ojimiel.

—Gracias, Theo por decirles a todos de mi hazaña —lo notó entonces como lo jalaba del pantalón alejándolo de la puerta para dejarle un beso en sus labios, a lo cual el rubio se separo ante la sensación de la sangre en sus labios, agradeció que nadie les hubiese prestado atención, lo único que Theo escuchaba era como contaban algunos sus anécdotas de querer hacer más que solo quebrar el rostro de Valack contra la mesa.