Insane [Stheo/Steo]

VII

Lo que supo Theo antes de quedar inconsciente fue que la puerta de su habitación fue abierta y como entre dos guardias lo sacaban arrastras, subió un poco la vista notando como alguien no reconocible para el rubio golpeaba en la cara a Stiles quien aún se reía hasta que este cayo al suelo, luego Theo se sumió en la oscuridad.

Fue abriendo los ojos lentamente y lo único que llego a ver fue una pared blanca y el techo del mismo color ¿acaso todo en ese sitio tenía que hacer juego? Sabía que no había muerto, ya que sentía su propia respiración subir y bajar lentamente. Imagino que por el estilo del lugar se encontraba en la enfermería del reformatorio, trato de incorporarse pero un dolor agudo hizo que se volviera a recostar de la cama, subió su camisa notando como tenía vendada el costado donde antes había sido apuñalado. Una enfermera apareció entonces acercándose hasta la cama de Theo obsequiándole una amplia sonrisa.

—Por fin despiertas, creí que no lo harías…aunque ha sido bueno cuidar de ti —confeso la muchacha ampliando un poco más su sonrisa.

—¿Cuántos días llevo en cama? —pregunto Theo notando como la chica chequeaba algunas cosas en el monitor y la bolsa de suero que estaba al lado de su cama, algo que le resulto bastante exagerado.

—Solo dos días, pero todo esta bien, solo tienes un corte algo profundo pero luego mejoraras —le aseguro la enfermera, en su mente Theo se preguntaba si tener un corte semi-profundo en un costado era estar “bien”—. Sin embargo creo que necesitas descansar un poco más, guapo.

Y sin decir más la joven enfermera se retiro por donde se había ido dejando al rubio solo, y la verdad era que lo estaba, era el único paciente en la enfermería lo que le hacia pensar que casi nunca habían “accidentes” como el que él tuvo con El Vacío. Stiles. El tan solo recordar al joven violándolo y apuñalándolo después hizo que la sangre le hirviera por la rabia que estaba teniendo en ese momento, realmente deseaba con todas sus fuerzas matar al joven con sus propias manos “tranquilo, Theo. No vale la pena derramar sangre y tampoco vale la pena” se dijo a si mismo mientras soltaba un suspiro, así que lo único que hizo fue acomodarse en la cama y acostarse a dormir.

(…)

El sonido de unos disparos hicieron que se levantara de golpe, no sabía que estaba ocurriendo ¿a quien se le había ocurrido la idea de armar un alboroto para terminar todos muertos? El corazón de Theo latió con fuerza saliendo de la cama como podía, se quito con cuidado los cables conectados a él y lo que le transmitía el suero caminando hacia la puerta, sabía que el ruido venía de abajo mientras escuchaba algunos gritos y disparos. Al abrir la puerta este ruido se intensifico un poco más y al tratar de dar un paso hacia adelante sintió un cuerpo que lo trataba de regresar a la enfermería.

—¿¡Qué haces aquí!? Vuelve a la cama o te meterás en problemas —le dijo la misma enfermera de hace unas horas con un tono de angustia en su voz, Theo apretó un poco sus dientes al sentir nuevamente como la mujer trataba de devolverlo hacia adentro.

Theo tomo a la mujer de un brazo empujándola hacia un lado demostrando en su rostro una expresión de rabia.

—¡Estoy cansado que todo el mundo trate de protegerme! —rugió furioso y sin hacer caso a las palabras de la enfermera bajo las escaleras hasta el piso inferior.

La escena era como una de esas masacres que solían comentar donde había mucha muerte a su alrededor, en este caso no se sabía si habían más cuerpos de internos en el suelo cubiertos de sangre o de guardias, cada uno de ellos tenían la mirada perdida, todos estaban muertos. Estiro los pies para no tocar alguno de los cuerpos en caso de que alguno aún se encontrase inconsciente y se movió hacia la sala principal donde siempre los internos pasaban sus ratos libres entre horas, no había nadie alrededor lo que hacia pensar que Eichen estaba inhabilitada. Sin embargo no fue así, un disparo se escucho cerca de Theo lo cual hizo que este se agachara de inmediato.