Insane [Stheo/Steo]

EPÍLOGO

2 años después...

—No sé si pueda hacer esto —dijo Theo tras bambalinas mientras se mordía un poco el cuero de los dedos, demostrando un poco el nerviosismo que tenía.

Era la primera vez que saldría en televisión nacional, tras haber publicado aquel libro titulado: "Como llevar una vida por delante, luego de haber vivido un infierno" que hablaba de su historia desde el momento en que había ido por un camino completamente erróneo y que lo llevó a un sitio al cual no hace mucho lo habían demolido y habían construido un hospital en su lugar. Miraba a la presentadora la cual estaba muy animada abriendo el programa y sabía que solo sería cuestión de minutos para que lo llamaran a escena. Una mano tomó su muñeca y observó unos ojos avellana mirándolo de forma fija mientras le regalaba una sonrisa.

—Lo harás bien, estoy orgulloso de ti —le recordó Stiles con una sonrisa mientras le besó los labios con total dulzura antes de separarse—. Tengo una sorpresa para ti después del programa, solo intenta hacer las cosas bien y de hablar con calma, ¿vale?

Theo asintió con una sonrisa, luego de aquel día en el consultorio de la doctora Martin comenzaron a conocerse cada vez mejor, empezaron a salir hasta que finalmente Stiles se lo había pedido, de ser su novio algo lo cual no pudo negarse. Luego habían empezado a tener trabajos comunes y corrientes, Theo empezó a trabajar como mesero mientras que Stiles se había dedicado a estudiar administración por internet, a los seis meses de haber empezado a salir se mudaron juntos. Y ahora estaban allí, gracias a un contacto también de Stiles en la televisión para que pudiera promocionar su libro, algo que hizo que Theo se sintiera feliz porque se había dado cuenta que había algo bueno y totalmente tierno en Stiles, algo que no había visto mucho cuando estaban en Eichen.

—Ahora por favor, denle una bienvenida al autor de este maravilloso libro... ¡Theo Raeken! —anunció la presentadora.

—Suerte —le susurró Stiles mientras Theo avanzaba hacía las cámaras.

...

La entrevista en televisión había sido totalmente tranquilizadora y también hizo sentir bien a Theo, ya que por fin pudo soltar todo lo que había sentido en esa experiencia y como podría darles un consejo a las personas que estuvieran en malos pasos. Luego del programa Stiles lo había abrazado tan fuerte y le había besado tantas veces la sien que escuchó como le repitió centenares de veces: "estoy orgulloso de ti", algo lo cual nadie nunca se lo había dicho jamás. Sus padres mediante un texto les habían enviado sus felicitaciones y que lo había hecho excelente a lo cual el rubio solo respondió con mucha emoción.

Luego del programa se habían ido a un restaurant de la ciudad donde Stiles había reservado una mesa para ambos, un tanto alejada de las demás por lo que estaban casi que solos a excepción del mesero que era la única persona que estaba cerca cuando se le ordenaba. Con un movimiento de su mano, el castaño le había pedido que se retirara estando ahora ambos solos.

—¿Por qué tanto secretismo? —preguntó Theo riendo mientras que tomaba del vino.

Había algo sospechoso en todo ello pero el rubio parecía no darse cuenta, el hambre hacía que no entendiera mucho lo hermoso que estaba siendo aquel momento junto con su novio.

—Solo quiero que sea nuestro momento, no quiero que nadie nos vea —los ojos de Theo se quedaron sobre los de Stiles sin comprender mientras este se levantaba del asiento—. Theo Raeken...

Algo en aquel tono hizo que su corazón empezara a latir, y poco a poco comenzó a armar el rompecabezas.

—...te conocí en un lugar de locos, y quizás nuestra relación ahí no era la más cuerda, pero hubo algo que hizo que yo volviera a ser la persona que era antes de eso, quizás fuiste tú, quizás haya sido el golpe no estoy completamente seguro de eso, pero sé que lo estoy de una cosa —hizo una pausa mientras se acercaba hasta el asiento de Theo— te amo, con todo mi corazón.

Entonces lo hizo: se había colocado de rodillas en frente de él y la emoción embargó a Theo quien solo abrió la boca, tapando esta con su mano mientras que Stiles del saco de su camisa sacaba una caja de terciopelo rojo y la abría enseñándole un hermoso anillo a Theo, sabiendo lo próximo que le preguntaría:

—Theo Raeken, ¿me harías el honor de ser mi esposo?

No tuvo que pensarlo dos veces.

—Si, Stiles, si quiero.

FIN