Antes de que pudiera terminar, una dama con vestimenta formal irrumpió por la puerta exclamando.
- ¡Buenos días estudiantes!
Al escuchar esto Luca inmediatamente volvió a su lugar.
-Buenos días- respondieron algunos con una voz desganada.
- ¡Venga chicos anímense es su primer día!... - después de esa frase ella apaciguó su voz. -Buenos días a todos, mi nombre es Ximena Altamirano, espero de todo corazón que este humilde instituto sea de su completo agrado, será un auténtico placer compartir mis escasos conocimientos con ustedes. Yo les impartiré la materia de Química, anhelo que mi forma de trabajo sea realmente adecuada para ustedes, además espero que den su mejor esfuerzo para sacarle el máximo provecho a esta hermosa asignatura...
Durante la clase con la profesora Altamirano, me la pase observando a todos mis compañeros, dándome cuenta que aquellas caras con las que me gustaba convivir durante la secundaria simplemente había quedado como un recuerdo. Este era el momento perfecto para comenzar de nuevo, el momento de ser alguien más, el momento de cambiar.
Después de tres largas y pesadas horas con aquella profesora, una campanilla comenzó a sonar en todo el colegio indicando el comienzo del recreo. Me levante del pupitre y avance con pasos lentos hasta la puerta abandonando el salón de clases, intentando pasar inadvertido, cosa que no era tan difícil pues todos estaban pegados a su celular.
Al salir finalmente del aula, revise una vez más el mapa del instituto para encontrar la cafetería, al localizarla me dirigí hacia ella. Abrí nerviosamente la puerta, dejando revelar un colosal establecimiento, en el cual se encontraba desde maquinas arcade, hasta expendedoras de refresco, era algo que yo no había visto antes, así que mi estado de sorpresa podia verse fácilmente.
Avance hasta la barra donde me recibió una mujer obesa, de mala cara y con un cabello mal pintado de rubio, intentando ocultar su edad.
- ¿Qué quieres niñato? - preguntó en un tono molesto.
-disculpe, me daría un sándwich por favor.
-Déjame ver si aún tenemos, aunque lo dudo- susurró esto último antes de ir a revisar a su cocina.
Al cabo de unos cuantos minutos, la señora salió con un plato verde de plástico el cual contenía un sándwich con unos pocos ingredientes, incluso unos fuera del dudoso pan.
-aquí tienes mocoso... ¡plata! - grito junto con un chasquido de dedos.
Entregué mi dinero a aquella molesta mujer y me dispuse a ir a una de las desgastadas mesas de madera que se encontraban en aquel lugar, encontrar una libre no era problema, pues la cafetería hasta muy vacía para ser el horario de descanso.
Coloqué mi aperitivo sobre la mesa, y desenfunde mi teléfono para revisar mis redes sociales. Al navegar en la red por unos momentos, me encontré con un informe acerca de las desapariciones de hace un año aquí, en el condado Olive...
Estaba tan entretenido leyendo el informe cuando de repente, la campanilla volvió a sonar indicando el regreso a clases «maldición».
Rápidamente comencé a darle gigantescas mordidas a mi emparedado, intentado terminar lo antes posible, una vez que di el ultimo bocado salí corriendo al salón.
Algunos minutos después de entrar al aula, un sujeto de aproximadamente unos 55 años, entró con un cansancio bastante notorio en sus ojos.
-Hola alumnos... soy... Ulises Castillo... su profesor de Geometría- con palabras que apenas y salían de su boca. -bien saquen su libro de Geometría Analítica y busquen la pagina 3... puntos en un plano
Seguido de cuatro incomodas y molestas horas de números, operaciones, figuras geométricas y demás basura; el timbre de salida rezumbo por última vez en los oídos de todos, librándonos al fin de la aburrida clase de aquel tedioso hombre.
- ¡Por fin!
- ¡Si!
- ¡Genial, ya quería irme!
- ¡Se acabó esto!
Muchos comentarios sarcásticos y un poco incomodos se hicieron presentes por parte de mis compañeros segundos después de que aquella chicharra indicara el final del primer día de clases.
-Tranquilícense muchachos, guarden silencio- intentó calmarlos el profesor Ulises pero se dio por vencidos en cuestión de segundos, pues era como hablar con un montón de bestias salvajes que lo único que querían era largarse. -adelante... pueden irse, no olviden el material solicitado para el día miércoles.
Me estire un poco, y con mucha paciencia guarde mis cosas en la mochila, dejando que la mayoría saliera apresuradamente gritando y empujándose. Al salir observe como unas cuantas nubes grises invadían el cielo, advirtiendo la cercanía de una posible tormenta, así que camine con pasos rápidos hasta el portón principal de la escuela.
Antes de salir por la puerta sentí como una mano que me detuvo antes de llegar... al girar de manera brusca me encontré con Luca.
-Amigo... ¿Cuál era tu nombre? - me sorprendio que me detuviera antes de salir
-Nunca te lo dije.... Pero es Leonardo
-Leonardo... toma tu pluma... gracias
-Por nada
-Pues... nos vemos- dijo mientras salía rápidamente
Di un último vistazo a lo que se convertiría en mi nuevo colegio, era lo bastante amplio como para explorar qué es lo que había a sus alrededores, además de que quería visitar aquel bosque que llamó mi atención la primera que lo vi tras la ventana. Di un fuerte suspiro, y emprendí mi camino de vuelta a casa.
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Violette Pill (Beta)
Teen Fiction"¿Alguna vez has desgustado el sabor de la adrenalina?" Él es un joven de tan sólo 16 años, solitario, sin metas ni ambiciones en la vida. Después de varios hechos fatídicos, queda al resguardo de su abuela Sofía, quien intenta darles todo lo qué es...