04 Diciembre 2015
La mañana al fin había llegado, y mis ojos lo sabían al notarse una tonalidad un poco más colorida que antes, me levanté cuidadosamente del colchón y procedí a tomar mi mochila y salir de la habitación lo antes posible.
Mi huida iba viento en popa, pues no había nada ni nadie que me obstruyera el camino, de puntillas pase lo más rápido que pude aquel inmenso pasillo, finalmente me encontraba frente a la puerta, pero una voz me detendría en el acto.
— ¿Dormiste aquí esta noche? — Max descendió de las escaleras con el cabello alborotado, y una pijama elaborada de una tela color azul.
—Si... Tus padres insistieron en que me quedará...
— ¿Mis padres? ¿a qué te refieres?
—Sí, Marco y Fernanda...
—Jajaja... pero cosas dices, ellos no son mis padres, ellos son... amigos, digámoslo de ese modo
— ¿Tus amigos?... ¿a qué te refieres con eso?
—Es complicado de explicar...— de un momento a otro había olvidado por completo mi escape, sólo por querer obtener un poco más de información de aquellas personas benevolentes. —La mayoría de las personas que habitamos este lugar... no somos una familia, bueno si lo somos, pero no 'natural'
—Eso significa, que ustedes no son hermanos
—Exacto... eres muy bueno para comprenderme jaja
—Pero... ¿cómo es qué están todos reunidos aquí?
El pequeño niño terminó de descender las escaleras y se dirigió a la cocina. —Te lo contaré después de que tomé un poco de agua... la garganta se me reseca mucho por las mañanas.
Tomó el vaso desgastado de plástico, y vertió un poco de agua del grifo sobre este, finalmente lo llevó a sus labios para refrescarse.
—Entonces...
—Ah cierto... jaja Marco y Fernanda no son esposos si es a lo que te refieres... ellos son... amigos, y poco a poco todos nos fuimos sumando a este lugar, esta hermosa casa que ha acogido a todos nosotros.
— ¡Max no deberías contarle eso a un extraño! — Lucas interrumpió molesto por la información que me está ofreciendo
—Lo... lo siento
—Perdón Max... creo que es momento de que me vaya
—Deberías de haberlo hecho anoche
Dirigí a una sonrisa al pequeño Max y procedí a levantarme de la mesa para dejar de causar inconformidades. Abrí la puerta sintiendo un frio impresionante en el ambiente, lo suficiente para hacerme estremecer, sujete mi mochila y di mis primeros pasos fuera.
— ¡Espera! ¡Quiero saber que hay en aquella mochila! — Max salió corriendo como un desesperado para lograr alcanzarme. —No creas que escaparas sin que antes yo sepa que hay dentro de aquella mochila.
Esa frase dibujo una sonrisa en mi rostro... —No hay nada pequeñín, sólo un libro...— abrí mi mochila logrando ocultar mi navaja y demás cosas bajo la tapa de mi 'diario'
—¡oh rayos! Yo espera encontrar juguetes ahí
—Lamento decepcionarte amigo
— ¿Leonardo?... ¿A dónde vas? — Fernanda había salido con una falda de color negro y un suéter blanco de cuello largo
—Tengo que irme ya, no se preocupe estaré bien
—No te irás jovencito, porque prometí a Marco que te daría de desayunar antes de que partieras
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Violette Pill (Beta)
Novela Juvenil"¿Alguna vez has desgustado el sabor de la adrenalina?" Él es un joven de tan sólo 16 años, solitario, sin metas ni ambiciones en la vida. Después de varios hechos fatídicos, queda al resguardo de su abuela Sofía, quien intenta darles todo lo qué es...