Última Oportunidad

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22 de Diciembre 2015 22:37h

Abro con mucha dificultad los parpados, intentó estirar el cuello, pero me siento demasiado cansado... demasiado adolorido...

Mi cuerpo comienza a temblar, tal vez de frío ó tal vez de miedo... no lo sé con seguridad.

Todas las decisiones estúpidas en los últimos meses me han traído hasta aquí... hasta estar derribado en el suelo, con varios moretones, y dolencias perforando mis nervios, lo más doloroso es que es gracias a alguien en quien confié. Ahora me cuestiono si es que todo esto ha válido la pena, o soy el estúpido inútil que todos dicen, ¿qué sería de mí si nunca hubiese estado en aquella pelea con Giovanni? ¿Si no hubiera conocido a Violeta? ¿Si no hubiera convivido con ella?... Creo que nunca lo sabré.

Muevo el cuello, dirigiendo mí vista a aquel lago... me mantengo unos cuantos segundos contemplando aquel charco de agua sucia iluminado por la luna, veo como un par de hojas secas se desplazan por aquel líquido...

-Este no es el momento... debo arreglar las cosas... debo hacerle frente a las consecuencias de mis actos, no importa si es que debo recibir más golpes... tengo que ayudar a Violeta, no puedo abandonarla... no a ella

Con un dolor profundo cierro ambos puños y los coloco sobre aquel pastizal descuidado... me levanto con ayuda de mis nudillos y rodillas, presiono con fuerza hasta poner la punta de mis pues sobre la humedad, respiro de manera profunda y exhalo... a gatas avanzo hasta el tronco de un viejo árbol, me sujeto alrededor con ambos brazos y me levanto de manera cautelosa, respiro de manera profunda y exhalo...

-La casa abandonada... aún hay una oportunidad de detenerla... esta podría ser mi única oportunidad

El viaje más importante de mi vida comienza con mi dolor, con mi cansancio, pero con mis ganas de corregir los errores del pasado... mis primeros pasos son difíciles, y agotadores, más sin en cambio no me centro en mi sufrir... me centro en las acciones que esta noche podrían cambiar mi existencia.

Una avenida cubierta de farolas amarillentas me llena de esperanza, avanzo unos metros dentro, y en una de las primeras viviendas encuentro dos bicicletas tiradas en la entrada de un garaje, me acerco con mucha precaución evitando levantar alguna sospecha, sujeto el manillar y con muchísimo cuidado la impulso hasta mi cuerpo, me montó encima de ella y comienzo a pedalear viendo que nadie salga de aquella casa de color naranja.

Puedo sentir aquel aire recorrer toda mi cara, produciéndome un cosquilleo, pedaleó con la poca fuerza que me queda, aprovechando algunas calles inclinadas para aumentar mi velocidad, desplazándome mucho más rápido... después de unos minutos llegó a la metrópoli, sin detenerme continuo pedaleando, descansando un par de segundos e impulsándome con la inercia de mi velocidad. Después de cruzar diversos callejones y calles logró ver aquella casa... acelero, mis latidos aumentan, puedo sentir aquella adrenalina recorrer todo mi cuerpo, en un momento inesperado la cadena de la bicicleta se zafa de la estrella, mi vehículo se vuelve inestable, presionó de manera consciente el freno delantero, la velocidad se equilibra un poco, aprovechó esa situación salgo de la bicicleta, colocando ambos pies en el pedal izquierdo y dejándola irse.

Retomo el aliento, continuo con mi camino aún con esa molestia en los gemelos. Finalmente me sitúo frente a la entrada... puedo ver aquel pasto muerto, caminó directo a la puerta, respiro de manera profunda y exhalo, apoyo mi frente en la puerta y abro con mucho silencio.

Al dar un vistazo a dentro me percató de que muchas cosas están sobre el suelo, el colchón remendado está destrozado como si un animal salvaje lo hubiese mordido ferozmente, doy mis primeros pasos acompañados de sensaciones extrañas, pues me encuentro en uno de los lugares más representativos de los meses más difíciles de mi vida.

Violette Pill (Beta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora