XVII.I Un Reencuentro Fortuito

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Es extraño que no esté escribiendo en la comodidad de una habitación, estoy fuera de casa... siento que de manera forzosa debo relatarte lo que está pasando... esto es más complicado de lo que parece; el día de ayer 19 de diciembre me encontré de nuevo con alguien que rememoraría mi tormentoso pasado...

Después de lo ocurrido el último miércoles de la semana, Mayte y yo comenzábamos a frecuentar a un más, solíamos salir a la azotea a observar los hermosos atardeceres que se dibujaban en el cielo, yo contando alguna historia referente a mi niñez, y ella siempre escuchándome atentamente, funcionando como una purga a mis malos pensamientos.

El día viernes por la noche estábamos planeando algo para el día siguiente, ella dibujando letras en su pizarra, y yo proponiendo algunos lugares a visitar.

-... ¿Qué tal si sólo salimos por una golosina y volvemos a casa?

Vamos al infinito y más allá :')

-Jajaja... pero eso está muy... muy lejos

¿Qué te parece si vamos a la 'feria'?

- ¿Por qué las comillas?

No es una feria como tal, pero habrá dulces

-Con el simple hecho de que haya dulces, me hace querer ir

La noche cayó rápidamente consumiéndose de una manera igualmente veloz. El día siguiente Lucas y yo laboramos media jornada, aunque cabe decir que nuestra amistad era un poco más amena, a pesar de que no me había dicho algo como: 'gracias' yo sabía que estaba agradecido desde aquel miércoles que salvé su pellejo.

El día con la casa de los Zamora, se fue en un abrir y cerrar de ojos, parecía ser que nuestras platicas liberaban muchísimo la tensión del trabajo. A la hora 15:36 ambos nos retiramos del trabajo, ese día consto de pintar de un color amarillo una habitación, trabajo relativamente sencillo, pero con un ligero dolor de espalda como recuerdo.

Volvimos a casa en un horario de 17:02 al parecer aún tenía algún tiempo de sobra para descansar, pues aquella famosa feria iniciaba cerca de las 19:00. Ayudé un poco con la cena del día, la cual era un pequeño trozo de bistec, acompañado de un poco de arroz aderezado con diminutos pedazos de pimiento.

Apenas y tuve unos cuantos minutos para descansar en mi colchón, pero fueron suficientes para al menos tener la energía suficiente para salir de paseó con Mayte. Me levanté de la cama, me coloqué una de las camisas que tenia junto con mi campera de cuero negro, y mis amadas botas de color café oscuro, todo obtenido gracias a la ayuda de Marco y también mi propio sueldo dentro del trabajo.

Salí de mi habitación para darme cuenta que Mayte se encontraba sentada en la escalera, una chaqueta de mezclilla, unos jeans azules ajustados y unas botas amarillas era lo que constituía su vestimenta, claro, no olvidemos su extensa bufanda que cubría su nariz y boca.

-Parece como si tan sólo esperaras por mí

Ella realizo una mueca mirando su muñeca derecha.

Ambos salimos con permiso de Fernanda obviamente, no fue tan complicado como yo creía, con la única regla que regresáramos antes de las 21:00.

Los dos salimos de casa, sintiendo el frío intenso que recorría todas y cada una de las calles.

-Creo que mejor deberíamos regresar a casa... - ella negó con la cabeza. -Ok... sólo decía

Una caminata de al menos 20 minutos era necesaria para al fin llegar hasta aquella feria... al llegar me di cuenta que era realmente una feria, pues habían muchos puestos de comida rápida, algunas atracciones, juegos mecánicos, y algún que otro puesto de aretes y colgantes.

Violette Pill (Beta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora