Capítulo 7

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El ambiente era raro, incómodo.

Félix se encontraba sentado en la alfombra que había en la sala de la casa de su amigo mientras el dueño estaba sentado en el sofá de una sola persona con los pies colgando al aire en el reposa brazos.
—¿Va a venir Matt?— finalmente le preguntó el rubio a su amigo mientras comía de su rebanada de Pizza y volteaba a ver al chico que estaba en el sofá, este solo se hundió de hombros sin tomarle mucha importancia a la pregunta. ¿Ese era su amigo más divertido? ¿Aquel chico? Solté un suspiro en voz baja, casi inaudible, pero al parecer no lo suficiente para ambos chicos ya que sus miradas se dirigieron hacia mi al instante.
—¿Qué sucede?— no tardó en preguntarme Félix. 
Los he mirado a ambos mientras dejaba caer los hombros y me disponía a hablar.
—¿Acaso no se aburren? ¿Qué hacen para divertirse?—solté volteando sin despegar la mirada de ambos chicos. El pelinegro y el rubio no tardaron en intercambiar miradas entre sí.
—Comer— dijeron al unísono haciéndome soltar otro suspiro, ¿sí solo se la pasaban comiendo cómo se mantenían tan delgados estos chicos?

Iba a responder pero a los pocos segundos el timbre sonó, cuando la caja de pizza estaba vacía y cuando estaba a punto de morir por el aburrimiento. Thomas -El pelinegro y dueño de la casa- se puso de pie comenzando a caminar hacia la puerta, perdiéndose poco después de mi vista. Esta vez Felix estaba tirado en el suelo.
—Te dará indigestión— le advertí al ver que comenzaba a quedarse dormido, pero el rubio no me tomó mucha importancia y yo no insistí con ello. 

—¡Hola!— saludó animosamente el castaño, apareciendo en la sala junto a Thomas, le regresé el saludo sacudiendo la mano de un lado para otro, si mal no recuerdo su nombre es Matt. —¡Se acabaron la pizza!—le reclamó a Thomas, este simplemente le asintió con la cabeza mientras volvía a su lugar, nadie en esta casa tenía las energías para hacer algo, ¿Cierto? Volví a soltar un suspiro, el tercer suspiro, más pesado y más lleno de aburrimiento cada vez.
—¿No vamos a hacer nada?— preguntó el recién llegado, le he mirado por el rabillo del hombro un poco más interesada al ver que era el único de los tres chicos que había preguntado aquello, pero al igual que a mi, ninguno le respondió. —Voy a jugar entonces— sentenció, acercándose a la consola que yo ni siquiera había notado.

[...]

—¡Apártate, tonto!— dije con fuerza, dejando escapar una risita mientras oprimía los botones del control con rapidez.
—¡¿Quién rayos te enseño a conducir?!—se quejó Matt, a quien le había chocado la carrocería con descaro.
—¡Bah! Solo aléjate de mi camino, abuelo. La velocidad no es para todo el mundo— solté, escuchando a Thomas reírse por lo bajo mientras observaba nuestras discusiones y nuestra partida. Poco después de que Matt hubiera dicho que jugaría con la consola no lo pensé mucho para acercarme y unirme a sus planes, al fin y al cabo Felix se había quedado dormido en la alfombra y el dueño de la consola dijo que no le apetecía jugar. Al parecer, le era más agradable ver cómo nos matábamos entre nosotros dos. Así que, aquí me encontraba, jugando con la consola con los tipos de los que me estaba quejando ayer.
—¡Ay, Yisus! Se acaba el tiempo— lloriqueo el chico que estaba a mi lado, solté una risa llena de victoria cuando cruce la línea de meta, ganándole al castaño, el lugar quedó en silencio unos instantes mientras Matt observaba la pantalla frente a él. —Hiciste trampa, ¡Es injusto!— se quejó.

—¿Disculpa? ¿Que hice qué?— dije con una risa fingida mientras lo volteaba a ver.
—¡Thomas! ¿Verdad que hizo trampa?— le preguntó al pelinegro, ambos volteamos a ver al chico que estaba sentado en el sofá pequeño, esperando su respuesta.
—Fue juego limpio, Matt— respondió con voz tranquila, haciéndome sonreír y provocando que Matt comenzará un berrinche.
—¡Quiero la revancha!— dijo después de un rato, le negué con la cabeza, apresurándome a sacarle la lengua. Mire unos segundos hacia el ventanal, vaya, había oscurecido muy pronto. —Bueno, tenemos que irnos— les avise mientras me acercaba a Felix y comenzaba a despertarlo, al parecer el chico tenía el sueño pesado — Felix—  lo llame unas cuantas veces, pero por más que lo intentaba este no me hacía caso.

—¿Quieres salir mañana?— preguntó Matt distrayéndome de mi intento por despertar a Félix —Tengo más videojuegos en mi casa— se explicó, he apartado mis manos del hombro del rubio, para girarme hacía el castaño con la idea de responderle, pero entonces Felix se sentó de golpe y sujetó mi mano.
—Cielos, ya está tan oscuro, vámonos, es tarde.— se precipitó a decir, mientras se ponía de pie y me ayudaba a hacer lo mismo. Le he mirado algo confundida pero no me he negado cuando hemos comenzado a caminar hacía la puerta principal de la casa, seguidos de sus dos amigos.
—¿Irán en bicicleta?— preguntó Thomas cuando nos detuvimos para enderezar las bicicletas. —¿No prefieren llamar un taxi?— volvió a preguntar, pero Felix le negó con la cabeza. Bien hecho, yo no traía ni un centavo para pagar aquello, ¿Qué cree que soy? ¿Millonaria?
—Tranquilo, llegamos rápido, Thoms— le aseguró Felix mientras se montaba en su bicicleta. —Nos vemos después, gracias por invitarnos, adiós Matt— se despidió. 
He mirado a ambos chicos antes de hacer lo mismo que el rubio. —Gracias por la pizza y los videojuegos— murmure con una sonrisa para después apresurarme a alcanzar a Felix. 

Ni Félix ni yo teníamos ganas de pedalear de vuelta a casa, así que unas cuantas cuadres después de la casa de Thomas solo sosteníamos las bicicletas y caminábamos con tranquilidad por la banqueta.
—Que fresca está la noche— murmuré con una sonrisa mientras observaba por unos segundos el cielo oscuro.
—¿Tienes frío?—preguntó, le negué con la cabeza al volver a mirar al frente, en realidad hacia tanta calor por la tarde que la brisa fresca de la noche era sumamente agradable en ese momento.
—¿Mañana vamos a casa de Matt? Nos invitó a jugar con su consola—me apresure a  preguntarle curiosa.
—Ah, si, está bien— respondió vagamente mientras comenzaba a subirse a su bicicleta nuevamente —Es mejor que nos demos prisa, las calles se están poniendo más oscuras— me advirtió, le asentí con la cabeza haciendo lo mismo que él, volviendo a pedalear. 

Al final, pedaleamos por unos cuantos minutos hasta llegar a su casa, la cena nos esperaba con los brazos abiertos al igual que el regaño de ambas madres por llegar tan tarde de la calle.
—Entiendo que tengas curiosidad y te sientas auto-suficiente para cuidar de ti, Félix— hablo la señora Lee con el entrecejo levemente fruncido, no estaba enojada, parecía más bien preocupada. — tienes 17 y en unos meses cumplirás 18 y serás mayor de edad, lo comprendo, pero vives bajo mi techo—  agache la mirada hacia mis pies, me sentía incómoda al estar presente en su discusión.
—Estábamos con Thomas— murmuró él sin la intención de ser grosero, su madre asintió con la cabeza, entendiendo aquello.
—Pero es tarde, las calles están oscuras, podría haberles pasado algo, Félix eres mayor que Marcie, deberías cuidarla y darle el ejemplo, no ponerla en situaciones peligrosas— Félix asintió sin decir más y la señora Lee se disculpó con mi madre.
—Vayan a cenar, la comida ya está servida— nos dijo mi madre señalando al comedor con la cabeza, ambos asentimos, apenados con el sermón que habíamos recibido mientras nos dirigíamos hacía donde nos habían pedido.  

Estábamos sentados frente a frente cenando en silencio, necesitaba decir algo... tanto silencio cortante me estaba matando.
—Solo son dos años— musite, refiriéndome a lo que le había dicho su madre, Félix asintió con una sonrisita, pero parecía aflijido.
—Pero sigo siendo el mayor— respondió por lo bajo, guarde silencio pensando en qué podía responder ante aquello, no quería que Felix se tomará las palabras de su madre tan seriamente, no tiene porqué cuidarme, si, es mayor que yo pero no es como si yo fuera una pequeña que no sabe qué está mal y qué es peligroso. Una vez que el rubio terminó su cena y lavara su plato se apresuro para salir de la cocina y subir las escaleras hacía su habitación. 

Summer Nights || Lee Felix || Stray Kids ¡Publicado En Físico!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora