Summer Nights || Lee Felix || Stray Kids ¡Publicado En Físico!

Capítulo 10

—¡Pasa la pelota Matt!— gritó Felix con euforia mientras corría por las calles, intentando que Matt le pasará la pelota.
—¡Thomas, Thomas!— grite yo mientras corría hacia Matt, intentando quitársela de una vez por todas.
—¡Estoy arto!— se quejó repentinamente el chico que traía la pelota. —¿¡Por qué jugamos a la pelota con tremendo sol si podemos disfrutar de un refrescante día en la piscina!? ¡Por qué no hemos ido a la piscina!— se quejó por segunda ocasión, bufé con el ceño fruncido al quitarle la pelota.
—Deja de quejarte y juega bien— le respondió Thomas mientras me cubría de Felix, evitando que me quitara la pelota. Por fin el primer día de mi segunda semana en Australia comenzaba, dejando atrás la primera, aunque de igual forma el asfixiante calor también había comenzado  aún así la señora Lee nos había hecho salir de la casa, casi obligándonos. 
"Les hace falta sol" fue lo que dijo antes de que nos echara del interior de la casa, por eso es que nos encontrábamos aquí, jugando a la pelota bajo el caluroso sol de los alegres días de verano.
—Les traigo agua— gritó mi madre desde la puerta trasera del patio haciendo que los cuatro volteáramos hacía una radiante jarra llena de agua y hielos que nos esperaba con los brazos abiertos. 

Sin pensarlo dos veces solté la pelota y corrí hacia la jarra de agua que en aquel momento parecía sonreírme llamando mi nombre, detrás de mí me seguía Felix y después Thomas, hasta el final Matt que pareció reaccionar demasiado tarde a las palabras de mi madre como para alcanzarnos hasta que nosotros ya estábamos sirviéndonos de la jarra. Al final nos hemos terminado por sentar en el césped con nuestros vasos de agua y la jarra en medio -todo un ritual- Felix terminó por distraerse en su celular unos minutos hasta que después de un rato se ha puesto de pie y caminó al interior de la casa para responder una llamada.
Mire a los chicos con algo de curiosidad, buscando una respuesta por parte de ellos mientras le daba un trago a mi vaso. 
—Debe tratarse de Annie— me explicó Thomas.
—¿Annie?— pregunté confundida, Matt soltó una leve risa mientras se rascaba la nuca.
—Es una chica de nuestro salón, se le declaró el último día de clases— me informó el castaño, deje escapar un leve "oh" curvando los labios. 
—Quién lo viera, es todo un galán ese chico— respondí riendo por lo bajo, sujetando la jarra para rellenar nuevamente mi vaso.  
Poco después Felix regresó con una sonrisilla traviesa entre los labios, guardando su celular en su bolsillo trasero. 
—¿Sigue insistiendo? ¿Ésta vez qué te dijo?— le preguntó un Matt curioso cuando Felix se sentó devuelta a su lado, pero este solo se encogió de hombros. 
—Quieres salir este fin de semana.
—¿Y van a salir?— ésta ves preguntó Thomas, el rubio pareció pensarlo un poco al mismo tiempo en que me miraba  unos segundos por el rabillo del hombro, así que le devolví la mirada curiosa. 
—No lo sé— respondió un poco más serio, pero al segundo dejó salir una risita volteando a ver a los chicos.
—Vayamos a la piscina, Thomas y yo podemos andar con Marcie y Anne y tú por su lado— Sugirió Matt, sin dejar de lado su idea de querer ir a la piscina y logrando que Thomas rodara los ojos.
—Tú solo piensas en ir a la piscina, Matt—Le reclamo el pelinegro, Matt le asintió abiertamente con la cabeza.
—La piscina es lo mejor del verano— le aseguró.
—Suena bien— Confesó Lix. Sonreí torpemente sin decir nada. Bien, supongo que ya nos habíamos tardado en ir a la piscina.

[...]

Al final la tarde había pasado algo lenta, pero después de todo y finalmente, era de noche.
—¿Ya cenaste, cariño?— me pregunto la señora Lee, le asentí con la cabeza amablemente mientras me dirigía a la salida de la cocina.
 —buenas noches, señora Lee— respondí con una media sonrisa antes de dejar el lugar.

Subía las escaleras de dos en dos rumbo a mi habitación con tranquilidad, casi ignorando por completo lo demás que me rodeaba, casi.
—Hey— saludo Felix cuando termine por subir por completo las escaleras.
—¡Hey!— repetí mientras lo volteaba a ver. —¿Vas a cenar?— le pregunte, el rubio me asintió poco después. —Bien, pues provecho—terminando por decir, comenzando nuevamente mi caminar hacia mi habitación.
—Eh... Marcie— me llamó, haciendo que nuevamente lo volteara a ver. —¿No estás molesta?— preguntó algo indeciso.  Le he mirado unos segundos, parpadeando en dos ocasiones hasta hablar.
—No, ¿Por qué la pregunta?— solté ladeando un poco la cabeza hacía uno de mis costados.
—Anne vendrá con nosotros a la piscina— se explicó, haciendo que riera por lo bajo.
—¿Y eso qué?— conteste.
—No es solo Anne, sino también Thomas y Matt— respondió, lo miré entendiendo un poco más la situación mientras le asentía con la cabeza.
—¿Crees que me molesta sus presencias? Los chicos me caen muy bien y, supongo que la chica, Anne me caerá igual de bien— le respondí, lo pude escuchar reír con nerviosismo por unos segundos mientras se llevaba una mano al cuello.
—Creí que te molestaría porque, en cierta parte, el verano nos pertenece a nosotros dos, solo a nosotros dos.
—Ya— dije, como si hubiera descubierto uno de los secretos más grandes del universo en aquel momento. —A ti es al que le incomoda que tanta gente esté pasando el verano con nosotros, ¿No es así?— nos miramos unos segundos hasta que el rubio dejo salir una risita nerviosa por segunda ocasión.
—Eres mi amiga, la que vive del otro lado del mundo, la que sólo viene los veranos y a la que no la vi el año pasado. Si, es cierto, hasta podría decir que estoy celoso— respondió, le sonreí tiernamente.
—¿Crees que Matt o Thomas te van a robar a tu compinche de vacaciones de verano? Bah, yo estoy aquí por ti, gato bobo—le asegure mientras caminaba hacia él y lo abrazaba con brusquedad —Somos como hermanos, y nadie le puede robar la hermandad a nadie— añadí una vez que me separé de él —anímate, este fin de semana tendremos un gran día de verano— le volví a asegurar, dándole unas palmaditas en el hombro, el chico me miró con el rostro en blanco hasta que me sonrió y asintió con la cabeza en repetidas veces.
—Si, supongo que si.