Capítulo 31

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Lo miré desconcertada.
—¿De qué hablas?— finalmente hable tratando de esquivar la tierna mirada del chico sobre mi.
—¡Oh, vamos Marcie!— se quejó con fuerza alertándome y haciendo que volviera a verlo. —Estoy seriamente molesto contigo, dijiste que te gusto, ¿Acaso mentiste?— soltó, dándome una mirada con el entrecejo fruncido, esperando una respuesta de mi parte. Parpadee un par de veces, hecha un lío.
—No, no lo hice— murmuré sintiendo la nariz de Felix acariciando la mía.
—Las oportunidades se pierden fácilmente Marcie, no quiero perder la de nosotros sin siquiera haberlo intentado— musitó por lo bajo. Anne había perdido su oportunidad cuando rechazo a Felix tiempo atrás, yo probablemente la estaba dejando escapar al no intentar estar con él. Anne había perdido su oportunidad, yo llevaba tiempo esperándola como para dejarla escapar. Trague en seco, observando fugazmente los labios del rubio.
—Podemos pertenecernos— conteste, Felix sonrió al escuchar mis palabras y sin perder ni un solo segundo más acerco sus labios por completo a los míos para comenzar con movimientos lentos y tiernos.
¿Cuántas veces había imaginado cómo sería besar aquel par de labios y ser correspondida? ¿Cuántas veces había fantaseando con que Felix y yo superábamos la palabra "amistad"? ¿Cuánto había tardado para que aquello se hiciera realidad? Sonreí en medio del beso haciendo que Felix hiciera lo mismo, apartándose con delicadeza.
—Entonces...— musitó el chico —¿Se puede decir que oficialmente somos novios?— preguntó, le asentí con la cabeza mientras le sonreía, soltó un suspiro escondiendo su rostro en mi cuello. —Realmente me hiciste esperar mucho, tonta— murmuró, creando una sensación de cosquilleo en mi cuello. Se bajó de mi sin apartar el rostro de mi cuello y me rodeo en un abrazo. Sentí la suavidad de su cabello al colocar mi mano en su cabeza para acariciarlo con lentitud.
—Lo siento— le respondí sin más mientras lo miraba aún si él no lo hacía, lo vi negar con la cabeza.
—valió y valera la espera— lo escuché decir cuando giro el rostro, encontrándose con mi mirada haciéndolo sonreír. —Marcie, besame— pidió sin apartar la vista de mí, reí por lo bajo.
—¿Eres así de meloso siempre?— le pregunté haciéndolo reír por lo bajo.
—Solo por hoy— respondió —Solo por hoy bésame mucho, tonta— repitió, rodé los ojos divertida y tomando impulso, coloque mi mano en su pecho, acortando la distancia entre ambos, recorriendo sus labios con mi pulgar y sintiendo la mirada del rubo sobre mi. —Marcie— se quejó, solté una risita y le asentí con la cabeza.
—Lo sé, lo sé— le respondí acercando mis labios con lentitud, Felix acercó su rostro en busca de mis labios, pero me aparte poco después, haciéndolo gruñir. 
—¿Te estás divirtiendo?— preguntó fingiendo estar molesto, le asentí con la cabeza al instante, sin borrar la sonrisa en mi rostro. Entonces se sentó de golpe, alejándose de mi. ¿Se había enojado?
—¡Hey!— lo llame sentándome igual que él, pero el rubio no volteo a verme —Fel- fui interrumpida cuando el rubio se volteo con rapidez llevándome nuevamente al césped para comenzar un beso con más furor. 

Los labios de Felix era demandantes está vez, estaba claro que él era el que mandaba en aquel momento, por lo que simplemente me dejaba ser llevando mis manos a su cuello y siguiendo su ritmo, la velocidad del beso fue disminuyendo hasta detenerse por completo, sin embargo los labios del rubio aún seguían sobre los míos, el suspiro que sus labios soltaron choco contra los míos y viceversa, ambos nos habíamos quedado quietos y tratando de recuperar una respiración más normal y serena observándonos para poco después volver a cerrar los ojos cuando comencé un beso lento, recibiendo la aprobación de Felix al sentir que correspondía mis movimientos, mordí su labio inferior como venganza del primer beso que me había dado en el tobogán, escuchando una risa de parte del chico. Felix se alejó con lentitud y observó el cielo nublado.
—Hay que irnos, probablemente lloverá— habló poniéndose de pie y ayudándome a hacer lo mismo.
—Nos tardaremos en llegar a casa, ¿Por nos hiciste venir aquí sin bicicletas?— me queje, escuchándolo reír por lo bajo.
—No te rías— respondí mientras le daba un puñetazo en el brazo, a lo que el rubio fingió estar adolorido y ofendido por el golpe.
—¿Puedo cancelar todo lo que te dije hace rato? No quiero pasar por una relación tóxica en este momento— bromeó, rodé los ojos.
—No, ya no se puede. El contrato se vence hasta que el verano se termine— le respondí mientras nos apresurábamos a caminar. 

[...]

—¡Hubiéramos traído las bicicletas!— me queje corriendo junto con Felix para llegar lo antes posible a la casa.
—No pensé que fuera a llover— se defendió intentando cubrirse de la lluvia, era muy chistoso ya que no era de mucha ayuda, estábamos completamente empapados desde hace un rato atrás.
—Nos van a matar— le asegure cuando finalmente nos encontrábamos en frente de la puerta Felix me miró con una ceja enarcada.
—¿Tú crees?— respondió cuando se acercó a la puerta para tocar.

—¡Es tarde! ¡Y esta lloviendo! ¿Dónde rayos estaban?—se escuchaba por toda la sala, nos encontrábamos parados en un rincón, con ambas madres en frente de nosotros, aquello se sentía tan familiar. Ambos nos quedamos en silencio, la señora Lee soltó un suspiro frustrante.
—Por lo menos han llegado juntos y sin golpes, esa es una buena señal— habló mi madre, llevándose una mano al rostro.
—Vayan a sus habitaciones para que se cambien de ropa y bajen a cenar— nos pidió la señora Lee, Felix y yo le asentimos caminando por el mismo camino por el que habíamos entrado a la sala, evitando mojar aún más el lugar. En la hora de la cena recibimos más regaños, ambas madres estaban molestas por la preocupación que sus hijos les causaban con tanta frecuencia, así que era de esperarse.
—Por cierto, ¿Nos dirán lo que ocurría esta mañana?— preguntó mi madre con una ceja enarcada a mitad de la cena. 
—Habíamos discutido, eso es todo— le asegure.
Ambas madres se miraron entre sí para después voltear hacia nosotros.
—¿Tenemos que reconciliarlos como cuando eran pequeños?— preguntó la señora Lee, Felix río por lo bajo mientras le negaba con los brazos a su madre.
—No, para nada. Ya lo hemos arreglado nosotros mismos— le respondió.

Summer Nights || Lee Felix || Stray Kids ¡Publicado En Físico!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora